La Ponferradina pone fin a una gran campaña sin mirar el resultado

Víctor Fernández, a pesar de que estaba en juego intentar lograr la mejor posición posible para la fase de ascenso, prefirió dar descanso a los hombres más castigados por los problemas físicos y el cansancio y optó por los que menos minutos habían jugado para un encuentro en el que los zaragocistas pudieron sacarse el estigma perdedor que les ha acompañado desde que regresó la competición tras el parón por el coronavirus y, al menos y como mal menor, afrontar la lucha por el ascenso con una sensación menos amarga.

Lo mejor para el conjunto maño, aparte del triunfo que le hace acabar en tercera posición, fue que el técnico zaragocista evitó lesiones en los hombres más importantes del equipo para el enfrentamiento de la Promoción.

La Ponferradina no le dio la vuelta a su alineación habitual como había hecho su oponente pero también mostró varios cambios teniendo en cuenta que no se jugaba absolutamente nada.

El inicio del encuentro evidenció un Real Zaragoza más tranquilo y menos agobiado que encuentros anteriores, lo que trajo como consecuencia un juego más fluido con tres llegadas, dos de ellas con peligro, en los cinco primeros minutos y con un dominio claro de la posesión y del tiempo de juego aunque conforme se desarrolló el juego volvió a mostrar los mismos problemas para encontrar un último pase efectivo.

El conjunto de Jon Pérez «Bolo» no llegaba en juego al área local pero a balón parado ponía la inquietud porque los maños mostraban los mismos problemas aéreos que anteriormente y poco a poco la Ponfe se sacudió el dominio maño y se acercó con algún aviso de peligro, como en el minuto 28 con un disparo cruzado de Alex Aizpuru «Kaxe».

Curiosamente, cuando parecía que el conjunto visitante parecía haber igualado el juego llegó el gol que inauguró el marcador en el minuto 35, obra de Miguel Linares al aprovechar un rechace del meta Manu García tras un disparo de Álex Blanco dentro del área.

Al regreso del tiempo de refresco, y en uno de sus ya clásicos despistes, el equipo aragonés permitió una internada de Asier Benito por la izquierda que puso un centro para que Iván Rodríguez rematara de cabeza a placer en el área, llegando al segundo palo, para igualar la contienda en el minuto 50.

Las cosas podían haber sido peor si el colegiado no hubiera anulado un gol a los visitantes apenas dos minutos después. El Zaragoza pospandemia volvía a aparecer.

Sin embargo, tras minutos intrascendentes en los dos conjuntos el equipo de Víctor Fernández volvió a adelantarse en el 65 con un gol de Alex Blanco, tras un buen pase de Dani Torres, que en principio fue anulado por el colegiado pero cuya validez confirmó el VAR.

A partir de ahí el Real Zaragoza controló sin problemas el balón y el juego ante un conjunto berciano que tenía muchos problemas para progresar con el balón cuando lo tenía en su poder y que ya no inquietó la meta del Alvaro Ratón.