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La Sociedad Deportiva Ponferradina está en el océano, aferrada a un salvavidas y viendo cómo el barco de rescate se aleja cada vez más. El conjunto berciano ocupa la 19ª posición, no ha conocido la victoria en los últimos dos meses -siete jornadas consecutivas ... seguidas sin sumar más tres- y la salvación se encuentra a cuatro puntos de distancia. La tendencia no es buena y lo que se le viene en las próximas jornadas es mejor ni mirarlo.
Por el momento, este domingo el club blanquiazul se verá las caras en su estadio ante el FC Cartagena. Un conjunto sólido, rocoso y que está haciendo una gran temporada. Y, además, con un viejo conocido: el berciano Borja Valle, que está realizando una gran segunda vuelta (suma cinco goles) y que ha logrado asentarse en el once por delante de Sadiku (siete dianas) y Ortuño (seis tantos). Un rival para nada amable para la escuadra dirigida por David Gallego y que, además, sabe obtener réditos de resultados cortos, no en vano solo cuenta con una diferencia de goles de +3.
El propio Gallego señaló, en rueda de prensa previa al encuentro, que «el equipo está muy comprometido» y que «la falta de confianza con balón» no es permisible este domingo «porque en casa contamos con el apoyo de la afición». De hecho, socios y patrocinadores se han unido para llevar a cabo un acto de apoyo al equipo previo al partido en estos momentos tan complicados.
Un partido que, a juicio del entrenador catalán de la Ponferradina, se decidirá por la efectividad en ataque, ya que a su juicio es el aspecto a mejorar toda vez que el equipo «en defensa es muy sólido» y le falta «ese plus para atrevernos». «Los jugadores merecen una victoria por lo mucho que están trabajando», añadió Gallego en su comparecencia.
La necesidad de victoria es perentoria para el equipo blanquiazul, puesto que no solo supondría acercarse un poco más a la salvación, siempre y cuando pinchen equipos como Racing, Zaragoza o Mirándés, sino que -sobre todo- supondría un impulso emocional para una plantilla que se está acostumbrando a perder y una afición que lleva demasiado sin probar las mieles del triunfo.
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