La 'garra' de la Ponferradina no es suficiente para plantar cara al Real Valladolid

Apenas si se habían sentado los aficionados de la Ponfe cuando su equipo ya había encajado el primer gol del partido. Escudero filtraba un balón desde banda izquierda para Gassama en la frontal, el cual en un escorzo tremendo y sin apenas perfilarse sacó un latigazo con la izquierda que se coló por la escuadra derecha de Amir, el cual tan solo pudo observar la obra de arte del nueve blanquivioleta.

El resto de la primera parte no tuvo mucho más interés, ni tampoco fútbol. El Real Valladolid dominaba y jugaba a un ritmo pausado, para desesperación de la grada local y también para Pacheta, entrenador visitante, que pedía más nervio a sus jugadores.

Las mejores acciones en el juego de la Ponferradina llegaron de los pies de Yuri, cuyas internadas por banda derecha fueron lo más peligroso de la escuadra berciana. Kelechi le puso ganas, quizás demasiadas para el momento de la temporada en la que nos encontramos, o eso debieron pensar los jugadores del Real Valladolid, que le afearon su exceso de celo en más de un balón dividido.

El primer disparo de la Deportiva llegó en el minuto 40, obra de Medina. Segundos antes Escudero había probado al meta blanquiazul con una falta directa rasa al primer palo. Amir no se inquietó por esta intentona y se mantuvo como lo más destacado de la Ponfe durante los primeros 45 minutos.

Ya en la segunda mitad los equipos imprimieron un ritmo muy diferente al encuentro, que se abrió y permitió idas y venidas que, como era de esperar, beneficiaron al equipo con más calidad. El Real Valladolid comenzó a colarse por los huecos que dejaba la defensa entrenada por José Gomes. Amir hizo valer su condición de portero internacional con dos enormes paradas en el minuto 50 a sendos disparos de Arroyo y Gassama. Previamente, Naranjo pudo poner las tablas en el encuentro al encontrarse mano a mano frente a Masip, pero fue interceptado por detrás. El colegiado del encuentro no consideró que la acción fuera constitutiva de penalti.

Cinco minutos después llegó el segundo gol del Valladolid. Fue a balón parado, botado por Monchu y rematado con solvencia por Joaquín, que se impuso a toda la zaga de la Ponferradina para arrojar el esférico a las redes de la portería local.

El segundo gol no gustó en el ánimo local, y los jugadores de la Deportiva se revolvieron. Comenzaron las entradas a destiempo, volviendo el partido un tanto más bronco de lo que se espera en un amistoso.

No obstante, este exceso de energía le vino bien a la Ponfe, que en un desmarque de Salazar logró que el árbitro señalase penalti a favor después de que Masip derribara al atacante local. Naranjo fue el encargado de lanzar la pena máxima y no perdonó tras elegir el centro como el lugar del disparo.

Ganó enteros la Ponferradina tras el gol y el choque se convirtió en un constante toma y daca por parte de ambas escuadras, si bien es cierto que la calidad del Real Valladolid, y su mayor dominio del juego aéreo, le hizo estar siempre más cerca del gol que sus rivales. De hecho, solo la actuación de Marakizde, que entró en la segunda parte sustituyendo a Amir, impidió que los de Pucela anotaran el 1-3 en los últimos instantes del partido.

La Ponfe cierra un amistoso para seguir cogiendo forma de cara al inicio de la campaña. La siguiente prueba será este domingo a las 19:00 hora ante el Sporting de Gijón.