La fragilidad defensiva deja con el agua al cuello a la Ponferradina

La SD Ponferradina saltó al campo enchufadísima y en apenas dos jugadas demostró que este no ib a ser otro partido de esperar atrás e intentar enganchar una al contraataque. El equipo de David Gallego se mostró mandón y ejecutó su primer disparo en el minuto dos tras una gran jugada individual de Naranjo. El extremo blanquiazul se resolvió con facilidad en la esquina izquierda del área del Cartagena y sacó un chut que se fue muy desviado.

Dos minutos después llegó otro intento de Yuri, también desviado. El equipo berciano avanzaba con facilidad y se plantaba sin dificultades en las inmediaciones del área visitante. Así llegarían hasta tres lanzamientos más en los primeros 25 minutos. La más clara fue, sin duda, la acción de Naim, que en otra jugada por la zona de mediapuntas puso en problemas a Aarón -portero del Cartagena- con un disparo con efecto.

La reacción de los cartageneros llegó a través de un viejo conocido de la afición berciana. Borja Valle ensayó, a pase de Iván Calero, una tijereta que se fue alta.

Tras una primera media hora de dominio claro de los locales, el Efesé pudo crecer y la más clara llegó, de nuevo, en las botas de Borja Valle, que se quedó mano a mano con Amir en el 38. El iráni logró ganarle la partida, si bien es cierto que la jugada había quedado anulada por fuera de juego. Previamente, en el minuto 28 el línea ya había anulado un gol del FC Cartagena por posición ilegal.

La posesión era del equipo de Gallego, pero las ocasiones más claras comenzaban a ser de los de Carrión. Ya en lo últimos minutos de la primera mitad, el juego de la Deportiva se había diluido y jugadores como Yuri, Espiau o naranjo estaban algo aislados en ataque.

Y en estas llegó el gol del Cartagena. Jairo, que circulaba en zona de tres cuartos sin mucho peligro, aprovechó que nadie le encimaba para sacar un zurdazo que se voló por la escuadra derecha del arco local. Dio la impresión de que Amir no midió bien los tiempos y saltó antes de tiempo. Llegó a tocar el balón ligeramente, pero sin ser capaz de desviarlo.

Con el tanto visitante finalizó la primera mitad, en la que la Ponferradina no había hecho deméritos para ir perdiendo, aunque tampoco los suficientes méritos para ir ganando.

La segunda parte en El Toralín comenzó de la peor forma posible para la Deportiva: con un gol en propia puerta de Pasçanu. En un centro anodino desde la derecha, el central blanquiazul se perfila mal, intenta despejar a córner y el balón se introduce en la portería de Amir. Dos goles que se convirtieron en dos losas anímica, por los momentos en los que se produjo, que fueron imposibles de levantar para un equipo tan tocado.

Tras el segundo gol la reacción de la Ponferradina fue loable. Lo cierto es que el equipo estaba jugando de forma solvente y los goles respondían más a accidentes en forma de errores groseros que a un mal despliegue global. Sin embargo, las llegadas de la Ponferradina no lograban materializarse en ocasiones claras. En cambio, el Efesé destilaba peligro en casa aproximación al área local.

Los siguientes 20 minutos desde el gol en propia de Pasçanu fueron la nada absoluta en forma de ocasiones. La Ponferradina se empeñaba en progresar con conducciones, pero el área ni la pisaba. Un disparo de Naranjo que se fue a córner fue lo más destacable. Gallego, consciente de la esterilidad de su equipo, decidió dar entrada a Chakla y Derik Lacerda por Paçanu y Naranjo.

La tuvo Espiau en un pase al hueco en el minuto 75, pero su disparo se fue al cuerpo del portero del Cartagena, que puso las manos fuertes y repelió el balón sin mayores problemas.

A falta de diez minutos para el final el Cartagena puso el broche final a su partido con el tercer y definitivo gol. Jairo recogió un balón cerca de su área y montó una contra letal hasta el área de la Ponferradina; en el momento justo cedió para que Sadiku batiese con facilidad a Amir.

Castigo excesivo para una Ponferradina que le puso ganas y corazón, pero a la que no le llega. El equipo disputó unos buenos 30 minutos, pero dos accidentes dieron al traste con su moral. Esta nueva derrota les deja a seis puntos de la salvación