La falta de gol maniata las opciones de la Deportiva

Fue apenas un espejismo, un inicio para estudiar la situación. Porque rápidamente, la Deportiva sacó su cara autoritaria, 'mandona', para imponer su prototipo de partido en el césped de un El Toralín con un gran ambiente que quería ser, como se dice tradicionalmente, ese jugador 'número 12' que acercara la luz al equipo.

Los de Gallego empezaron a dominar la posesión, a poner el ritmo del partido y Kelechi y Agus Medina empezaron a tener capacidad de decisión sobre lo que sucedía en el campo. Los locales tuvieron la primera ocasión, en las botas de Espiau, tras una buena jugada por dentro de Naím.

Y es que este detalle táctico, los movimientos hacia dentro tanto de Naím como de Ojeda, eran una de las armas que más estaba tratando de utilizar una Deportiva determinada, con las ideas claras de ir a por el partido pero, eso sí, sin claridad en los metros finales.

Fue a balón parado como llegaron las dos ocasiones más claras de los de Gallego en la primera mitad. Una de ellas fue de Sofian, tras dos rechaces en el área en un córner, que remató, flojo, a las manos de Alfonso Herrero en una posición muy clara.

Más adelante, tras un saque de esquina en corto, Espiau tuvo, quizá, la oportunidad más clara, con un testarazo a centro de Castellano que acabó en córner. La Depotiva estaba siendo mejor, estaba mereciendo más, pero todo su buen papel estaba quedando en nada por esa ausencia de claridad en el entorno del área rival.

El inicio de la segunda mitad dejó un guion similar, con la Deportiva mandando sobre el césped pero con el Mirandés ejecutando, en las botas de Raúl, el primer disparo rojillo del partido, respondido por una ocasión marrada de Agus Medina.

El balón y el ritmo de partido seguían siendo blanquiazules, aunque el Mirandés recuperaba con mayor facilidad la pelota. Llegaba algo más el conjunto berciano, pero su mal endémico de este 2023, la finalización de jugadas, seguía lastrando el buen hacer blanquiazul.

Pero lo cierto es que pasaban los minutos y la Deportiva no tenía una clara ocasión, no lograba dar un susto imponente a un Mirandés que, en cambio, ya no estaba tan a merced de los bercianos, tenían más balón y se asomaban más al área de Amir, eso sí, sin gran peligro.

Gallego puso toda la dinamita que pudo en el campo, dando entrada a Yuri para el cuarto de hora final porque la Deportiva necesitaba ganar para creer con argumentos sólidos en la permanencia.

Pero la Deportiva no encontraba el camino a la meta contraria. En un final de partido desesperante, los bercianos encontraron peligro en una acción de Hugo Vallejo que acabó con un centro tenso sin rematador y en un cierre de choque con más corazón que ocasiones reales por parte de los de Gallego.

La última gran ventana de oportunidad para los blanquiazul llegó en el minuto 87, cuando Beñat Prados fue expulsado con roja directa para dar superioridad numérica a los de Gallego en la franja final de partido.

Pero ni con superioridad numérica, el conjunto berciano logró ocasiones claras. Los centros al área y balones colgados coparon un tramo final de partido desesperante para una Deportiva que sigue careciendo de esa mordiente en ataque, algo que le ha privado de sumar un triunfo más que importante.