Ojeda rescata el triunfo para una ambiciosa Deportiva

Después de un parón inusual en la competición, la Deportiva y el Huesca parecieron coger este encuentro con muchas ganas. El ritmo y la intensidad marcaron este partido, donde los de Bolo, con Baeza ya como titular, apostaron una presión alta ante una defensa oscense con tres centrales y dos carrileros largos con los esperaban aclarar su salida de balón.

Salió más entonada la Deportiva, que tuvo la primera opción de gol con una pared entre Ojeda y Enrich que el canario desaprovechó con un control defectuoso que le privó de gozar de un mano a mano. Respondió el Huesca, atacando los espacios a la espalda de la defensa de la Deportiva que propiciaba el bloque alto sin balón de los de Bolo, para que Joaquín se quedara solo ante Amir, pero Copete, muy atento, llegó para arrebatarle el balón.

Este trepidante inicio llegó a una pequeña pausa marcada por el VAR. La Deportiva había aprovechado un pase rechazado de Baeza para dejar solo a Agus Medina que asistió a Ojeda para que marcara a placer. Anulado el gol en primera instancia por el juez de línea, el vídeoarbitraje dio validez al gol del canario para adelantar a los blaquiazules.

Esta locura de arranque culminó con el gol de Ojeda y el esperado paso adelante del Huesca con el tanto berciano. Pero esto no equivalió a una Deportiva que se resguardara y buscase contragolpes, sino que los de Bolo, valientes, mantuvieron su plan de presionar, jugar y tener las líneas adeantadas.

Hubo opciones para ambos y el ritmo siguió siendo muy alto. Amir apareció para repeler un potente disparo de Seoane tras un rechace en el área berciana y evitar que estos buenos minutos del Huesca, en los que estaban logrando robar rápido el balón y evitar las salidas de la Deportiva, acabaran en empate.

Poco a poco, Erik Morán y Paul Anton fueron recobrando el mando del centro del campo, que perdieron por minutos, y la Deportiva fue ganando de nuevo presencia y dominio. A partir de la media hora de juego, los bercianos comenzaron a ser, como al inicio del encuentro, mejores.

El ritmo del partido podía ser, todavía, superior, y lo fue en el tramo final del primer tiempo. El choque pasó a ser un ida y vuelta, con dos ocasiones para Escriche y otras tantas para la Deportiva, una para Erik Morán y, previamente, con un despeje defectuoso de Ignasi Miquel que casi acaba en el 0-2.

Esa personalidad y osadía berciana casi tiene premio antes del descanso, con un balón filtrado para Ojeda que, en el mano a mano ante Andrés Fernández, 'devolvió' el regalo de primer gol a Agus Medina para que anotara a placer pero la jugada fue anulada por fuera de juego del canario en el inicio de la acción.

Con una sensación de enorme intensidad y una gran versión de la Deportiva, el conjunto de Bolo estaba recuperando esa esencia que ha marcado una primera vuelta de récord para los bercianos y que les estaba devolviendo a la senda de la victoria la descanso.

Tras el paso por vestuarios, la Deportiva mantuvo esa actitud ofensiva ante un Huesca que se asomó algo más al área de Amir pero sin encontrar posiciones claras de remate ante el orden defensivo de los de Bolo.

Los blanquiazules lograron contener esa reanudación más animosa del Huesca y provocar que en ese primer cuarto de hora de la segunda mitad no pasara absolutamente nada, algo que, sin duda, favorecía a una Deportiva que mantenía esa presión adelantada.

El Huesca empujaba y empujaba y llegó el tanto oscense, aunque fue anulado por fuera de juego. En un centro lateral, Amir, tras atrapar el balón, chocó contra Joaquín, soltando el balón que aprovechó el atacante de los azulgrana para marcar, pero el tanto fue invalidado por falta al meta iraní.

Pero los argumentos oscenses para creer en el gol eran cada vez superiores. Escriche tuvo una nueva ocasión y, de nuevo, se topó con un imperial Amir, que sacó una mano prodigiosa al buen cabezazo del ariete local.

Era un bombardeo y los primeros minutos en los que se notaba cierto agobio a la Deportiva. Amir apareció de nuevo para atrapar un buen disparo de Lago Júnior que hacía crecer el saco de méritos de un Huesca que se estaba topando con el meta iraní.

Eran los mejores minutos del cuadro altoaragonés y la Deportiva necesitaba una ocasión, generar un susto, para aplacar este buen momento de los de Xisco. En busca de esa oportunidad, los de Bolo no cambiaron de plan, en ningún momento, ni en los de mayor acoso local, y mantuvieron esas líneas adelantadas.

Ese asedio altoaragonés acabó teniendo su reflejo en el marcador en el tramo final del choque. Tras dos penaltis reclamados por la Deportiva que no fueron concedidos, Pablo Martínez aprovechó un rechace en el área berciana para, con un disparo flojo pero ajustado, batir a Amir en el minuto 79.

El partido entró en un nuevo escenario en el que una ambiciosa Deportiva no dudó en echarse arriba, en adelantar un poco más sus líneas, en busca de la victoria. Con Edu Espiau fresco, recién entrado al campo, los balones filtrados para el canario se sucedieron. A uno no llegó y a otro sí, que finalizó demasiado cruzado en una acción invalidada por fuera de juego que, si hubiera acabado dentro de la portería, hubiera aprobado el VAR.

Estuvo más cerca del 1-2 la Deportiva, con una doble ocasión para Agus Medina, que tardó demasiado en decidir hasta que le cerraron el disparo y, en la segunda acción, Ojeda buscó la escuadra de la meta de Andrés Fernández, pero el balón se marchó desviado por poco. Poco después, en una falta lateral, Espiau, tras la prolongación de Pascanu, la tuvo de chilena, pero el balón también se fue desviado.

Ese empuje y ese atrevimiento de la Deportiva tuvo su premio. Porque, en ocasiones, el fútbol quiere ser generoso con aquellos equipos que lo son con su propuesta, que arriesgan y que no especular. En un contragolpe liderado por Ríos Reina y Saverio por el costado izquierdo, el centro del capitán llegó a Dani Ojeda, al que le salió un disparo centrado pero potente que Andrés Fernández pudo tocar pero no evitar que fuese el 1-2.

Así, en el último suspiro de partido y con el árbitro a punto de pitar el final, la Deportiva acabó con su racha a base de valentía y propuesta en uno de los estadios, a priori, más complicados de la categoría. La candidatura a soñar de los de Bolo ha ganado avales con un Dani Ojeda heroico en Huesca.