Los palos y el Fuenlabrada desesperan a la Deportiva

Con las novedades de Zalazar y Paul Anton en el once, se preveía un partido de intensidad y alternativas en El Toralín y el ritmo fue el gran protagonista de unos primeros minutos donde la Deportiva mostró una mayor intención de tener también la pelota.

Con Agus Medina, Ojeda y Zalazar permutando constantemente sus posiciones en la línea de mediapuntas que 'resguardaba' a Yuri, la banda derecha berciana parecía ser más conductora de peligro en unos minutos de conato de ocasiones para los de Bolo, que no llegaron a disparar a portería, más allá de un chut flojo de Yuri desde la frontal.

Noticia Relacionada

Fútbol | Segunda

Bolo: «Nos ha faltado suerte en las ocasiones claras que hemos tenido»

Dani González

La igualdad marcaba estos primeros compases de partido en los que el Fuenlabrada fue maniatando más y más a la Deportiva, que, a partir del cuarto de hora de juego, no logró estar cómoda en ningún momento ante la intensidad de los de Oltra.

El conjunto madrileño comenzó a ganar la gran mayoría de los duelos, a llevarse las segundas jugadas y a jugar más en campo rival. Pero, al igual que previamente a los de Bolo, les faltaba crear una clara ocasión, si bien es cierto que dispusieron de un centro de Iribas que no encontró rematador y un disparo potente de Pedro León desde la frontal para tratar de intimidar.

Fueron minutos en los que el Fuenlabrada estaba más fuerte pero la Deportiva resistía, más agazapada, y amenazando con transiciones rápidas. Los blanquiazules, camaleónicos tácticamente, eran capaces de adaptarse a distintos escenarios de juego y así lo estaban haciendo.

A través de un fútbol más directo, los de Bolo fueron contrarrestando esta sensación y tuvieron en las botas de Dani Ojeda la mejor ocasión. El canario rompió desde segunda línea, sorprendiendo a la zaga fuenlabreña, pero el control se le fue largo y se quedó sin ángulo.

Respondió Pedro León, con un intento de gol olímpico que se quedó al córner, y acto seguido se dio una buena noticia para la Deportiva: Cristóbal, con una falta en las inmediaciones del área blanquiazul, veía la segunda amarilla y era expulsado. La Ponferradina jugaría con ventaja numérica la segunda mitad para intentar romper el 0-0 con el que se llegó al descanso.

Ver fotos

Con un hombre más sobre el césped y un cambio defensivo del Fuenlabrada para reforzar la medular tras la expulsión de Cristóbal, la Deportiva tomó una actitud más protagonista con balón, asediendo de forma más claro a los hombres de Oltra en torno a su área.

La sensación de peligro en torno a la meta de Altube crecía a cada minuto. Agus Medina, con una gran acción personal, estuvo cerca de poder rematar en una posición franca en el primer acercamiento con peligro de los blanquiazules.

Los bercianos monopolizaban la posesión y enviaban constantes balones al área y a sus inmediaciones, generando esa constante inquietud pero sin claridad en los metros finales. Zalazar, con un recorte y un disparo, lo intentó antes de que entrara Sergi Enrich en su lugar, además del relevo de Cristian por Anton.

Tiró de mucho ímpetu y empuje la Deportiva ante un Fuenlabrada cómodo defendiendo en bloque bajo, acumulando hombres en el área y ganando en potencia por arriba con la entrada de Juanma Marrero en el campo para defenderse bien con la incorporación de Enrich.

La Deportiva sí dominaba el ritmo del partido y el balón, pero no encontraba espacios ante la buena colocación fuenlabreña, por lo que el mensaje que llegaba desde la banda, desde la boca de Bolo, era el de tener paciencia y esperar el momento de golpear al Fuenlabrada. Además, el conjunto blanquiazul buscaba otras alternativas, como los disparos lejanos. Agus Medina, en el 75, lo intentó desde la frontal, pero el balón se fue alto.

Tuvo buenas ocasiones la Deportiva en el tramo final de partido. Saverio envió un potente disparo al poste en la salida de un córner cuyo rechace llegó a Yuri y acabó, de nuevo, en la esquina, desde donde Ríos Reina estuvo cerca de hacer un gol olímpico.

Esta triple ocasión blanquiazul fue un cargamento de fuerzas para la Deportiva, cuyo asedio en busca del gol ganó todavía más energía, viendo que el Fuenlabrada sí tenía grietas, a raíz, también, del desgaste de jugar con uno menos toda la segunda mitad.

Los palos seguían siendo el gran enemigo blanquiazul, que se toparon de nuevo entre ellos y el gol. Ojeda remató con potencia un gran envío de Agus Medina y el poste y Altube, al que le cayó el balón en las manos, evitaron el tanto de la victoria berciana.

Fue un quiero y no puedo de la Deportiva que, pese a poner todo su esfuerzo en la misión de encontrar el gol, se estrelló contra una fuerte defensa madrileño y los postes, que evitaron que los bercianos vuelvan a ganar tres semanas después. Los de Bolo deberán esperar una semana más e intentar volver a sumar de tres en tres el próximo jueves ante el Zaragoza.