La Ponferradina cae en Burgos y sigue cediendo a domicilio

Repetía el guión el equipo local. La pasada jornada, abrió el marcador ante el Fuenlabrada -entonces líder- en la primera jugada, y esta vez, en su primer ataque, en el minuto 7, hizo lo mismo. Andrés cedía para Aldalur, que ponía un centro a Chevi y el mediocentro disparaba a portería para establecer el 1-0.

El tanto del Burgos espoleó a los jugadores de Jon Pérez Bolo, que subieron líneas y encerraron a la escuadra castellana en su propio área, algo que saben hacer los blanquinegros a la perfección. Saizar logró salvar el empate para los suyos al tapar todo el hueco posible cuando Kaxe se plantó ante su figura.

El dominio era de la Ponferradina, que tenía por delante una legión de jugadores burgaleses encerrados en su propio área. Esta situación desinfló la intensidad de la Deportiva, que con el paso de los minutos cedía el balón.

Antes del descanso, el marcador se pudo alterar. Primero la tuvo el Burgos, con un disparo de Andrés que se topó con el palo de Manu García; después la oportunidad fue para Pichín, pero detuvo Saizar. Y la última, también tuvo color local, y acabó con una dejada de Cervero para Chevi y un chut que se fue fuera.

Salió con ganas tras el paso por vestuarios el equipo de Bolo. Los visitantes bombardearon el área de Saizar, que entre él y su defensa trataban de achicar agua. En una de ellas, Zabaco conectó un buen remate que atrapó el meta burgalés.

El Burgos logró zafarse de la presión y empezó a encontrar espacios a la contra, tras un doble cambio introducido por el técnico de la Ponferradina.

Goti avisó, pero detuvo Manu. También lo hizo Diego Cervero, que se topó de nuevo con el meta de la Deportiva con una soberbia atajada. Y tanto fue el cántaro a la fuente que se terminó por romper. En el minuto 78, Andrés remató un saque de esquina, el tercero consecutivo, y establecía el 2-0 definitivo.

Los últimos compases vivieron un partido a tumbabierta en el que ninguno fue capaz de aumentar el electrónico.