Yuri y Ríos Reina alimentan el sueño del ascenso

Jon Pérez Bolo había dejado claro en la rueda de prensa previa al partido que uno de los objetivos iba a ser detener el impetuoso inicio de partido del Cartagena. Y así fue. La Deportiva saltó al césped de Cartagonova con mucha personalidad y con ganas de coger el timón del partido, dejando a la 'efesé' neutralizada en los primeros minutos.

Posesiones largas, mucha actividad por los costados y orden en defensa dejaron sin recursos a los albinegros en el comienzo del partido. El Cartagena trataba de hacer daño a la Ponferradina con ataques directos, buscando la espalda de la defensa blanquiazul, pero los de Bolo supieron cerrar bien cualquier resquicio.

Los bercianos comenzaron a llegar. Carlos Bravo supo aprovecharse de la labor de fijación de centrales de Kaxe para ser el protagonista ofensivo blanquiazul. Tuvo la primera gran ocasión tras un saque de banda que Ríos Reina metió al área, peinó Isi y el mediapunta, en el segundo palo, no pudo empalar bien.

Minutos después, con la atención de la defensa murciana centrada en Kaxe, Bravo recibió la pelota en el área, recortó, y con un disparo con la zurda rozó el gol. El disparó se fue lamiendo el poste y el corazón de la afición albinegra se congeló por segundos.

Tras este primer arreón deportivista, hubo una pequeña tregua. Se produjeron minutos de impás, en los que sucedían pocas cosas. Pero esta 'paz' la rompió Santi Jara. El mediapunta manchego del Cartagena realizó una gran jugada, en la que se fue de varios futbolistas de la Deportiva, para dejar el balón franco a Rubén Cruz que, ante Manu García, definió a la perfección.

El Cartagena se ponía por delante en su primer acercamiento peligroso al área berciana. El partido estaba tal y donde soñaban los de Munúa, que podían dar un paso atrás, cerrar huecos a la Ponferradina y, con balones largos y juego directo, tratar de pillar desprevenida a la defensa de los de Bolo.

Este fue el guión de la primera mitad en su tramo final. Los bercianos tuvieron la pelota, pero no lograron encontrar el camino hacia el gol. Es más, estuvo más cerca el 2-0 que el empate. Elady Zorrilla aprovechó un balón directo a la frontal del área para quedarse solo ante Manu García, al que trató de batir por alto, pero el meta blanquiazul aguantó y evitó el tanto.

En la segunda mitad, un disparo de Isi desde fuera del área fue lo único destacable en el tramo inicial. El choque pasó a un escenario que interesaba al Cartagena. El estadio comenzó a jugar su 'partido', generando mucho ruido, protestando todas las acciones. Ese ambiente infernal que se esperaba el cuadro blanquiazul estaba haciendo acto de presencia.

Esto se unió al aumento de revoluciones que tomó el encuentro. Muchas interrupciones, faltas y la tensión propia de un partido de este nivel eclipsaron al fútbol, que brilló por su ausencia en estos instantes. Apenas pasaba nada, ya que ninguno de los dos conjuntos era capaz de enlazar más de tres pases seguidos.

Un despiste de la 'efesé' fue el inicio del cambio en el partido. Un despeje de Son se convirtió en una asistencia para Kaxe, que se quedó solo ante Joao Costa pero Mejías, en el último instante, le arrebató el balón al delantero de su bota cuando se relamía para el gol. Fue un aviso, una advertencia de que la Deportiva no se quería ir de Cartagena sin un gol en el zurrón.

Y ese tanto llegó. Y lo hizo de una forma sensacional. Ríos Reina ejecutó con brillantez un libre directo desde el pico izquierdo del área albinegra que colocó en la escuadra de Joao Costa. El meta local no llegó ahí, porque el capitán blanquiazul la colocó en un lugar inalcanzable. La Ponferradina empataba y el partido se abría.

El partido pasó a otro estado. Ahora, el Cartagena ya no podía jugar tan relajado. Debía salir, ya que el empate con goles no es un resultado positivo para afrontar un partido de vuelta a domicilio. Y la Ponferradina, consciente de esta necesidad, quiso aprovechar los huecos y espacios que pudiera deja el cuadro local. Así fue como Jorge García, fresco y recién salido desde el banquillo, ganó la carrera a Antonio López, que se llevó la tarjeta amarilla y acabó lesionado en una jugada en la que evitó el gol.

Isi tuvo el 1-2 con un disparo cruzado que se fue fuera. Fue el único acercamiento de la Ponferradina en unos compases del partido en los que el Cartagena llegó mucho más al área berciana, aunque sin generar grandes ocasiones. Los centros albinegros se sucedían, pero los blanquiazules, que habían activado los 'antiaéreos', se hicieron fuertes en su área.

El choque cambió a falta de menos de un cuarto de hora para el final. Isi robó el balón a uno de los hombres más peligrosos del Cartagena, Elady Zorrilla, y se marchó velozmente hacia el campo rival. Zorrilla, sin opción de recuperar la pelota, zancadilleó por detrás al murciano y el árbitro no dudó: expulsado de forma directa, dejando a la Deportiva ante un rival con diez jugadores y que, en la vuelta, no iba a poder disponer de uno de sus referentes ofensivos.

Este hecho dejó el partido en una situación favorable a la Ponferradina. Aún así, el Cartagena lo intentó. Los albinegros pusieron mucho corazón y garra, pero el orden y el fuelle que tenían los de Bolo evitaron cualquier peligro.

Los blanquiazules, por su parte, buscaban su opción. Un error rival o un acierto propio podían poner la eliminatoria muy de cara. Ganar en Cartagena era poner pie y medio en la ronda final.

Ese error se produjo. Sielva envió un balón al costado que Luis Mata no llegó a despejar y dejó a Son libre de marcar para apurar línea de fondo y asistir a Yuri que, siempre en boca de gol, donde le manda su instito, empujó para poner el 1-2.

El resultado era sensacional para los de Bolo. Las prisas llegaron al cuadro local, pero el resultado no se movió. La Ponferradina dejó la eliminatoria muy de cara ganando a domicilio y en siete días, en El Toralín, los blanquiazul deberán rematar la 'faena.