Nueve meses después de ser víctima de un acto racista que dio la vuelta al mundo, Vinicius regresa a Mestalla con la esperanza de tener la fiesta en paz. Un deseo que comparte el Valencia, determinado a demostrar el carácter «ejemplar» de una ... afición que fue injustamente puesta en tela de juicio a causa de una panda de energúmenos.
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«Aquello fue un episodio que sucedió y nos tiene que servir para mirar al futuro y aprender. Imagino que Vinicius también aprendió de lo que pasó. Todos tenemos que aprender, incluido Vinicus», apuntó Rubén Baraja en la previa. «La idea es jugar un gran partido de fútbol y creo que el Valencia piensa lo mismo. Esto es lo que quieren la afición y los equipos antes de jugar, un espectáculo entretenido. No hay que olvidar lo que ocurrió el año pasado, porque cuando hay actos racistas tenemos que condenarlos e identificarlos. El mismo Valencia lo hizo muy bien, porque identificó a los que hicieron un delito», consensuó Carlo Ancelotti.
Todas las partes se pusieron de acuerdo para tratar de rebajar la tensión en las horas previas a un partido de alto riesgo en el que la única protagonista, como siempre, debe ser la pelota. Y es que en Mestalla se disputará mucho más que un encuentro. En juego estará el prestigio del fútbol español, el buen nombre de una hinchada y el bienestar de un jugador cuya figura trascendió el apartado meramente deportivo para erigirse en icono de la lucha contra el racismo en aquel choque correspondiente a la trigésimo quinta jornada de la pasada Liga cuyo deshonroso recuerdo aún no se ha difuminado.
Han transcurrido 285 días desde esa bochornosa tarde de mayo y los dos bandos implicados están dispuestos a pasar página con el fin de centrar el foco en sus respectivos objetivos: un título bien encauzado en el caso del Real Madrid y el posible regreso a Europa cinco años después por parte de un Valencia al que solo la Quinta del Pipo parece capaz de sacar de la decadencia.
La catastrófica gestión de Peter Lim volverá a tener respuesta en las calles en las horas previas a un enfrentamiento que también viene marcado por el pavoroso incendio de Campanar, que dejó diez fallecidos y obligó a aplazar el duelo que debía disputar el Valencia el pasado sábado ante el Granada en el Nuevo Los Cármenes, reprogramado finalmente para el 4 de abril. La pausa concedió espacio a Baraja para tratar de levantar la moral de una tropa que solo había logrado sumar cuatro de los doce últimos puntos en liza y le permitió recuperar efectivos.
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Thierry Correia, André Almeida y Diego López abandonaron la enfermería y estarán este sábado a disposición del técnico vallisoletano, quien podrá contar así con todos sus jugadores por primera vez en lo que va de curso con el propósito de mantener la racha en Mestalla, un estadio que no ve caer a su equipo en Liga desde el pasado 27 de septiembre. La principal inquietud del Pipo, molesto todavía por la bajada de brazos de su escuadra en la segunda parte del pleito celebrado ante el Real Madrid en la primera vuelta y que concluyó con goleada de los locales (5-1), pasa por desarbolar la medular del Real Madrid, «el corazón» del equipo de Ancelotti «por calidad, físico y despliegue».
En ese centro del campo volverá a cobijarse Bellingham, «un jugador total» como lo describió Baraja que «lo tiene todo: fútbol, llegada, gol, energía, piernas y hambre». «Está al cien por cien. No se ha entrenado mucho con el equipo, pero todo lo que necesitaba hacer a nivel individual lo ha hecho. Está muy bien, en una buena condición física y muy cómodo con el tobillo. Está a tope y va a jugar», adelantó Ancelotti sobre el británico, que regresa tras permanecer 21 días en el dique seco y podrá rodarse en Mestalla con la vista puesta en el duelo del miércoles ante el Leipzig en la vuelta de octavos de final de la Champions.
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«Cuando más nos acercamos al final de la temporada los partidos son más importantes. Al Real Madrid siempre le ha costado Mestalla porque es un campo difícil contra un rival que lo está haciendo bien. Obviamente necesitamos nuestra mejor versión», diseccionó Carletto, que también recupera la causa a Joselu, lesionado ante el Rayo, así como a Carvajal y a Camavinga, sancionados el fin de semana anterior. El lateral es fijo en la zaga y el pivote apunta al once, lo que puede mandar al banquillo a Tchouaméni o desplazarle al eje de la retaguardia para dar así descanso a Nacho, renqueante desde hace semanas.
Valencia: Mamardashvili, Foulquier, Mosquera, Diakhaby, Gayà, Fran Pérez, Pepelu, Guillamón, Canós, Yaremchuk y Hugo Duro.
Real Madrid: Lunin, Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy, Valverde, Camavinga, Kroos, Bellingham, Rodrygo y Vinicius.
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Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño).
Hora: 21:00 h.
Estadio: Mestalla.
TV: Movistar LaLiga.
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