Manu Vallejo rescata un punto para el Valencia

El conjunto valenciano aterriza en Zorrilla en un buen momento tras lograr el pase a la siguiente ronda de la Liga de Campeones y cosechar un empate ante el Real Madrid en la pasada jornada en Mestalla (1-1), mientras que el Real Valladolid no gana desde la duodécima jornada (3-0 al Mallorca) y ha sumado 2 puntos de los últimos 15 en juego.

Además, acumula cinco partidos en los que tampoco ha anotado gol, un handicap que confían en superar este sábado, aunque el técnico catalán ha advertido sobre la dificultad de marcar ante el Valencia, puesto que este cuenta «con un organizado bloque defensivo y, con el balón, juega muy cómodo».

No solo habrá que prestar atención a Maxi Gómez y Parejo, máximos anotadores del cuadro dirigido por Albert Celades, sino que Sergio González ha dejado claro que «Rodrigo es un jugador que puede aparecer entre líneas, y Fran Torres está jugando a un gran nivel», de ahí que considere prioritaria la concentración defensiva.

Los vallisoletanos, que lograron pasar a la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey, ahora aspiran a sorprender al cuadro valenciano para «finalizar un año que ha sido magnífico, a ser posible, con un buen resultado pero, sobre todo, compitiendo al máximo y ofreciendo la mejor imagen posible».

Es consciente de que deben «dar todos un paso adelante» en el plano ofensivo, para tratar de marcar y romper esa racha negativa porque, en su opinión, «falta un poco de todo, es decir, jugar desde atrás y avanzar juntos con la pelota, ser fuertes de mente y contundentes, y propiciar ese último pase desde las bandas». A falta de conocerse la convocatoria para este partido, que servirá para despedir el 2019, las bajas, a priori, seguirán siendo las de Nacho, Javi Sánchez y Stiven Plaza.

El Valencia tratará de aprovechar el actual momento del Valladolid y sus cinco partidos seguidos sin ganar para cerrar un 2019 redondo e instalarse en la zona europea de la tabla. El Valencia, que es octavo, no depende de sí mismo y necesitaría además que pinchara alguno de los que tiene por delante para poder irse al parón en esos puestos.

El conjunto de Albert Celades afronta este último partido del año en el mejor momento de juego y de resultados de la temporada. Sólo ha perdido uno de sus diez últimos encuentros, entre la Liga y la Liga de Campeones, en la que además ha conseguido clasificarse para los octavos de final por primera vez desde hace siete años. El hecho de que el Real Madrid empatara el duelo que jugaron la pasada jornada en Mestalla en el último minuto del descuento apenas parece haber afectado moralmente al grupo.

Además, ha podido disfrutar de una semana entera de entrenamientos para preparar el encuentro, algo no demasiado habitual para los equipos que compaginan competiciones nacionales con las europeas. La visita al Valladolid supondrá además para el Valencia el regreso al escenario en el que la pasada campaña logró gracias a su triunfo por 0-2 certificar en la última jornada del pasado campeonato su clasificación para la Champions.

Para este encuentro, Celades recuperará al centrocampista Denis Cheryshev tras sus problemas físicos pero no al portero holandés Jasper Cillessen ni al francés Kevin Gameiro que están en la última fase de recuperación. Se mantienen también de baja Cristiano Piccini, Gonçalo Guedes, Kang In y Maxi Gómez.

El Valencia sacó un punto, gracias a un gol de Manu Vallejo en el minuto 94, que dejó dolidos a los jugadores del Real Valladolid, totalmente fundidos tras el esfuerzo realizado durante el partido, y que no pudieron impedir que se les fuera de las manos un triunfo que merecieron.

El técnico del equipo vallisoletano, Sergio González, introdujo varios cambios con respecto al encuentro ante Getafe y, entre ellos, destacó la entrada de Fede San Emeterio en el centro del campo en detrimento de Míchel, la de Antoñito en el lateral izquierdo y Ünal por Guardiola en la punta de ataque junto a Sandro.

El objetivo era buscar más efectividad de cara a la portería, negada en los cinco partidos anteriores, ante un Valencia que se vio presionado por los locales en los primeros compases del partido, para tomar la iniciativa en el juego y en el control del balón.

El cuadro valenciano tanteaba la situación, a la espera de un error que le permitiera llegar con peligro al área local, sin mostrar demasiada intensidad ni ritmo, también en parte debido a la lluvia y el viento que azotaban Valladolid y que afectaban al juego de ambos equipos.

Toni Villa mostraba una entrega total para tratar de llegar con peligro al área del Valencia, aunque no encontró recompensa a su trabajo y Salisu aplicó su concentración defensiva para impedir que el rival pudiera hacer daño. De hecho, de no ser por un cruce milagroso del jugador ghanés, Parejo habría podido inaugurar el marcador en el minuto 40.

Pero, a pesar de que los de Albert Celades dieron un arreón en los compases finales de la primera mitad en busca de un gol antes del descanso, este llegó sin que ningún contendiente hubiera perforado la portería contraria y el 0-0 se mantuvo en el marcador.

El Real Valladolid salió con ganas e hizo sufrir al Valencia, llegando con algo más de peligro a su área pero, una vez más, la finalización se convertía en el caballo de batalla de los locales, ya que se mostraban incapaces de rematar y, cuando Ünal logró superar a Domenech, lo hizo en fuera de juego.

Celades movió ficha, e introdujo a Cheryshev en busca de un revulsivo ofensivo, ante un rival que estaba haciendo más méritos para llevarse la victoria. Solo necesitaban creérselo. Y encontrar la fortuna necesaria para que un remate, al menos, tuviera efectividad.

Las mejores opciones fueron para Óscar Plano que, nada más salir al césped, disparó con toda la intención para encontrar a un bien plantado Domenech; y Guardiola, también recién incorporado al juego, y que, al igual que su compañero, encontró al meta del Valencia, quien impidió el gol local.

Tanto fue el cántaro a la fuente, que en una falta directa, Guardiola sacaba un gran disparo que a priori pareció detener Domenech pero que, tras la revisión del VAR, se comprobó que el balón había traspasado la línea de gol. Un gran regalo para un gran trabajo.

El Valencia no supo contrarrestar la entrega de los vallisoletanos, que dejaron constancia de su deseo de romper con la sequía goleadora y de dar una alegría a una afición sufridora, y más en un día tan desapacible. Pero hasta el pitido final hay partido y Vallejo se sacó un disparo, en boca de gol, que superó sin problemas a un Masip que, al igual que la defensa, pudo hacer más.