El Sevilla pone la Liga al rojo vivo

Tras la ventana de selecciones, el conjunto rojiblanco pretende no solo asegurar tres puntos que ya valen su peso en oro, más aún teniendo en cuenta lo complejo del escenario, sino recuperar definitivamente las sensaciones de máximo favorito al título liguero que le han acompañado durante buena parte de la temporada, pero que parecen haberse disipado en los últimos tiempos, especialmente después del KO en Champions frente al Chelsea y de la más que sufrida victoria contra el Alavés en el Metropolitano antes del parón en el fútbol de clubes.

Si el Barça lamentó y mucho el compás de espera en su mejor momento del curso, el Atlético parece haber agradecido estas casi dos semanas de asueto para recuperar frescura y cargar de oxígeno sus bombonas antes de hincar el diente a un tramo final de Liga que promete ser apasionante, con tres candidatos al alirón y varias jornadas intersemanales que pondrán a prueba la resistencia física y mental de los futbolistas.

A una semana del clásico en el Alfredo Di Stéfano, los pupilos de Simeone son plenamente conscientes de la importancia que tiene salir de esta jornada 29 con al menos la misma ventaja al frente de la tabla. Para ello deberán doblegar a uno de los mejores locales de la Liga, solo por detrás del propio Atlético, al que precisamente solo Madrid y Barça, junto al Eibar, han superado en el Sánchez Pizjuán.

Al barrio sevillano de Nervión el Atlético llega con toda su plantilla a disposición a excepción del sancionado Carrasco y con las dudas sobre el estado físico de Joao Félix, que regresó tocado de su tobillo derecho por un golpe con la selección portuguesa. Ambos condicionantes abren las puertas de la titularidad a Saúl como carrilero zurdo con defensa de tres centrales y al argentino Correa como acompañante de Luis Suárez en el ataque atlético. Mientras, el Sevilla de Lopetegui llega a la cita con todo su arsenal disponible, lo que perfila un once de gala para mantenerse enganchado en Liga a pesar de que tiene encarrilado el cuarto puesto y ya solo se mantiene vivo en el torneo de la regularidad.

Hay Liga. Vaya si la hay.

Con

Fue un aviso. Apenas unos minutos después, Saúl pisó a Rakitic en área colchonera con el consiguiente penalti. Situación comprometida, pero menos cuando tu portero es

Mientras el conjunto andaluz

Después de 45 minutos que recordaron y mucho a lo visto frente al Chelsea en Stamford Bridge, se hacía necesaria la reacción del Atlético en un escenario de máxima exigencia para mantener a raya la presión a la que Barça y Real Madrid le someten en los últimos tiempos. Lo cierto es que la puesta en escena en la segunda parte invitó algo más al optimismo colchonero. Correa desbordó por la izquierda y sirvió para Luis Suárez, que no pudo llegar al remate. El uruguayo, desquiciado durante buena parte del partido, veía algo de luz.

Rakitic puso la réplica en el área contraria con una volea alta pero al Sevilla ya le costaba mucho más circular con la pelota a ritmo veloz. Lemar, inadvertido durante el primer tiempo, se erigía ahora en opción predilecta para canalizar el juego atlético en un partido mucho más igualado, de poder a poder entre dos de los gallos de la Liga. En un escenario así, solo los grandes talentos pueden decidir. Ahí apareció el proverbial desequilibrio de Navas por banda derecha. El eléctrico jugador de Los Palacios se jugó el tipo para poner un centro que el otro lateral,

Mario Hermoso tuvo la igualada inmediata, pero disparó a las nubes antes de ser sustituido por Herrera. Entró también Kondogbia por Lemar, una decisión extraña por el buen desempeño del francés. Lo cierto es que al Atlético le costó y mucho hilvanar juego con una medular sin demasiada creatividad y ya bajo la presión de la derrota, fue incapaz de sacar nada del Pizjuán, una opción que se esfumó definitivamente en la