El Atlético abre las puertas de la Liga al Real Madrid

La primera final llega este martes por la noche en el Camp Nou (22.00 horas, Movistar LaLiga) ante el peor rival posible, un Atlético de Madrid que ha regresado intratable del parón por el coronavirus y que ya se ha colocado como solvente tercero en la clasificación. El Madrid, que no jugará hasta el jueves ante el Getafe, estará atento.

No es que el equipo azulgrana haya impresionado en sus últimos partidos como local, con y sin público, pero su problema no es su rendimiento en el Camp Nou, donde ha logrado 46 de los 48 puntos posibles cediendo sólo un 0-0 frente al Madrid. El desastre que le impide ir en cabeza ha sucedido en los desplazamientos, con sólo 23 puntos ganados de 48 disputados, curiosamente con una victoria en el Metropolitano ante el Atlético (0-1) en la primera vuelta con gol de Messi, todavía con Ernesto Valverde en el banquillo. La escuadra de Diego Simeone intentará ser la primera en ganar en este curso en el estadio azulgrana.

En las horas previas se ha confirmado el traspaso de Arthur a la Juventus y la compra de Pjanic, un trueque de maquillaje económico de cara a la próxima temporada, pero ya ha anunciado antes del 30 de junio para cuadrar los balances. El brasileño seguirá compitiendo hasta el último partido oficial del Barça y este martes estará en el Camp Nou, se supone que como suplente. Pero de lo que más se ha hablado es del desplante de Leo Messi a Eder Sarabia, segundo entrenador de Quique Setién, durante una pausa para la hidratación en el transcurso del Celta-Barça.

Las cámaras de Movistar captaron cómo el argentino se mueve y hace todo lo posible para no mirar ni escuchar al ayudante del técnico cántabro, que contempló la escena con cara de circunstancias. Ya se ha filtrado que en Balaídos hubo tensión en el vestuario tras el 2-2, con reproches a Setién por unos cambios realizados con 1-2 pensando ya en el Atlético. Pero ahora se demuestra que el mal rollo ya existía durante el partido. Y el domingo se produjo una reunión en el vestuario de la Ciutat Esportiva más que caliente.

Todo lo que pase en el Barça-Atlético ya puede comenzar a condicionar seriamente el futuro de Setién. Si el Barça se despide de forma prematura de la posibilidad de ganar la Liga, podría peligrar su cabeza porque el club está a tiempo de buscar una reacción de cara a una Liga de Campeones que no vuelve hasta agosto, quizás el domingo 9 en el Camp Nou con la vuelta de octavos ante el Nápoles tras el 1-1 de San Paolo.

A Setién, que recupera a Sergi Roberto y Busquets, pero no a De Jong ni Dembélé, le llovieron preguntas sobre la polémica. Recordando que él tampoco fue «un jugador fácil» y asegurando que «la relación con el vestuario es buena, pero es normal que siempre haya controversias», señaló en tono conciliador que «todos tenemos que ceder una parte de nosotros mismos, incluidos los futbolistas por el bien del equipo. Esto es un equipo y hay que serlo. Hay que sacrificar ciertas cosas personales en beneficio del equipo».

En el Atlético serán baja los sancionados Koke y Savic, además de los lesionados Mario Hermoso y Vrsaljko, pero las ausencias no serán utilizadas como excusa por Simeone, que busca su primera victoria en el Camp Nou después de doce visitas saldadas con cinco empates y siete derrotas. Por el estado de forma de los dos equipos, parece un buen momento. El equipo colchonero ya derrotó al Barça 3-2 en la semifinal de la Supercopa de España en Arabia Saudí, acelerando la destitución de Ernesto Valverde. Puede que el cargo de Quique Setién también esté ahora en sus manos.

Cosas de vecinos que no se aguantan, el Atlético puede haberle descorchado el cava a su enemigo de rellano en el salón del eterno rival de este, que a la vez es su amigo. O lo era, pues el Barcelona mira con recelo a los rojiblancos desde que Simeone lleva los pantalones en esa casa. En fin, que 'robando' un empate en el Camp Nou le ha puesto

Con la Liga pendiendo de un hilo, Quique Setién buscó nuevos ingredientes en su recetario futbolístico, y de nuevo

De inicio, el Atlético también se sintió cómodo. El parón obligado le ha sentado bien a varios futbolistas que no terminaban de rendir; léase

En el Camp Nou, en todo caso, el delantero volvió a ser míster Hyde.

Aunque lo había provocado Carrasco tras una cabalgada que retrató a Piqué en la carrera y a Vidal en el recorte, el belga no tiró el penalti ni a la primera ni a la segunda. Ahí aparecieron

A la vuelta del descanso, la 'Gran Vía' de

Aunque el empate favorecía más a los intereses del Atlético que a los del Barcelona, fue Simeone quien movió más fichas en el tablero. Envidó con Joao Félix, con Morata, con Lemar y con Vitolo, mucha escopeta, pero poca pólvora. Para Setién, Griezmann se ha convertido en el último de la fila. El cántabro no hizo un cambio ofensivo hasta el minuto 85, ya más por el qué dirán que otra cosa, pues hacía rato que su equipo venía pidiendo desborde y él parecía encantado de no tenerlo.

Lemar tuvo la última, aunque ya adivinará el personal que anduvo errático. Es costumbre en el segundo fichaje más caro de la historia del Atlético, que con este empate se afianza aún más en zona Champions, tercero y a siete puntos del quinto.