Rodrygo, celebrando un gol en la Champions. Pierre-Philippe Marcou (Afp)
Real Madrid

Rodrygo pulsa el botón de subida

El paulista afronta con ilusión la reactivación de una temporada en la que ha alternado grandes destellos con los sinsabores del banquillo

Óscar Bellot

Madrid

Viernes, 22 de mayo 2020, 17:43

La primera temporada de Rodrygo Goes en el Real Madrid está siendo una auténtica montaña rusa. El paulista, una de las principales apuestas de futuro de Florentino Pérez, ha combinado grandes destellos como su 'hat-trick' al Galatasaray en la fase de grupos ... de la Champions o ese control frente a Osasuna en la primera vuelta de Liga que propició su estreno goleador en partido oficial con la elástica blanca y que a decir de Zinedine Zidane fue «la hostia», con los sinsabores de la suplencia y el ostracismo casi absoluto en el mes y medio previo a la paralización de las competiciones por la pandemia del coronavirus. Pero el brasileño, de vuelta en la Ciudad Deportiva de Valdebebas junto a sus compañeros, está determinado a pulsar de nuevo el botón de subida en el ascensor para rubricar el curso con buenas sensaciones y ayudar a su equipo a pelear por los dos títulos a los que aún aspira. «Sabemos que la Liga va a volver y la afición también lo sabe. Trabajamos duro para dar lo mejor cuando vuelva la competición y ganar la Liga», señaló este viernes a Real Madrid Televisión.

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Rodrygo pasó el confinamiento junto a su familia en su domicilio madrileño, donde pudo vérsele machacándose a través de vídeos y fotos que subió a sus redes sociales. Su objetivo era estar como un toro cuando llegase la hora de volver al tajo en Valdebebas. Probó con distintos retos virales y también se ejercitó con balón. Tenía una ventaja: su padre, Eric, también fue futbolista profesional. Se desempeñó como lateral derecho antes de poner un fin prematuro a su carrera para concentrarse en la de su hijo, un chico aplicado cuyas condiciones llamaron muy pronto la atención. Con él intercambió pases y toques para no perder las sensaciones que ofrece el contacto con el cuero. «Entrené en casa durante la cuarentena, hice todo el trabajo posible y todo lo que me pidieron para llegar en forma a los entrenamientos», narró tras completar la undécima sesión en la Ciudad Real Madrid.

La semana pasada trabajó en solitario y desde este lunes ya se ha venido ejercitando en grupos de un máximo de diez, tal y como estipula el protocolo de LaLiga. «Durante la primera semana fueron unos entrenamientos más individuales y ahora podemos entrenar juntos en grupo, tocar el balón y tirar a portería. Así paso a paso vamos volviendo a la normalidad y poco a poco cogiendo nuestra mejor forma. Debemos seguir así», contó el versátil delantero.

Confianza en Zidane

Zidane ha ido elevando progresivamente la carga de trabajo y este viernes programó una dura sesión con ejercicios para mejorar la potencia física de los futbolistas y de presión alta al rival. Rodrygo sintoniza con el marsellés, pese al poco carrete que le dio en algunos tramos de la campaña. Sabe que aún está en periodo formativo. «Tengo muy buena relación con él, me recibió muy bien. Él sabía el momento para meterme en el campo y cómo prepararme para ello. Me ayuda, me aconseja y me dice dónde y cómo mejorar, también destaca lo que hago bien», relataba hace unos meses.

«No quiero ser el Neymar del Madrid, quiero ser el Rodrygo del Madrid», declaró el atacante durante su presentación el pasado verano. Aterrizaba en Chamartín con 82 partidos disputados y 17 goles marcados con el Santos, club en el que se formó desde que ingresase en sus categorías inferiores a los 11 años. Los blancos habían atado su pase meses antes por 45 millones de euros, la misma cantidad que pagaron por su compatriota Vinicius, uno de los que le han ayudado a aclimatarse al fútbol europeo. «Me ha dicho que tengo que tener paciencia», contó que le había aconsejado el carioca en aquella puesta de largo.

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Ya dejó muestras de su clase en pretemporada con un golazo de falta ante el Bayern de Múnich en Houston. Un minuto necesitó para estrenarse en Liga con los blancos, anotando ante Osasuna en la sexta jornada. Por entonces alternaba el primer equipo con el Castilla de Raúl, con quien inauguró su cuenta goleadora en la sexta jornada frente al Rayo Majadahonda. También mojó contra el Leganés en la undécima fecha del campeonato y contra la Real Sociedad en la vuelta de cuartos de la Copa del Rey.

Pero fue en la Champions donde más lució. Titular en la visita al Ali Sami Yen de Estambul, partido en el que Zidane se jugaba el puesto, firmó ante el Galatasaray el 'hat-trick' perfecto más prematuro de la máxima competición continental en el Santiago Bernabéu, con 18 años y 301 días. Sólo Raúl González, que selló un triplete ante el Ferencváros en octubre de 1995, con 18 años y 113 días, fue más precoz. Cerró la fase de grupos marcando otro tanto ante el Brujas que elevaba a cuatro su registro europeo.

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Pero tras la sufrida victoria del Real Madrid en Zorrilla a finales de enero, desapareció de las alineaciones. Sólo disputó 14 minutos frente a la Real Sociedad en Copa e incluso volvió al Castilla, anotando ante el San Sebastián de los Reyes pero siendo expulsado por encararse con el guardameta rival cuando festejaba la diana. Ahora Rodrygo, sabedor de que Zidane necesitará a todos en una comprimida recta final de temporada, busca un nuevo punto de inflexión.

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