Tras la derrota sufrida en el Parque de los Príncipes frente al PSG y las críticas a Carlo Ancelotti por su rácana propuesta en la ida de octavos de la Champions, el Real Madrid ansía resarcirse este sábado ante el Alavés, el equipo menos goleador ... de la Liga, antepenúltimo en la tabla. No solo para mantener el líder al menos sus cuatro puntos de ventaja sobre el Sevilla, sino para recuperar también las buenas sensaciones en el Bernabéu, después de su empate 'in extremis' contra el Elche (2-2) y su victoria por la mínima frente al Granada (1-0), antes de quedarse seco en La Cerámica y fracasar en París. Autocrítico, el técnico italiano reconoció este viernes que el Real Madrid «jugó muy mal» ante el PSG, que su planteamiento «no fue bueno» y que las críticas «son justificadas», pero espera que su equipo «vuelva a hacer lo que habitualmente hace muy bien».
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A priori, el Alavés se presenta como uno de los rivales más propicios para un triunfo madridista ante su afición, aunque el conjunto vitoriano rompió en la anterior jornada (2-1 frente al Valencia) su negativa racha de once partidos sin conocer la victoria y tiene asumido que tendrá que defender muy bien para dar la sorpresa en el coliseo blanco. Las urgencias son para ambos equipos, dada que la distancia del Madrid ante el segundo clasificado es corta y que el Alavés está en descenso, a cuatro puntos de la salvación. pero la Liga del equipo blanquiazul es otra y el gran favorito al título tiene prohibido fallar en casa.
Es el Madrid el equipo del campeonato más goleador (48 tantos, a dos por partido) y el segundo menos goleado, mientras que el Alavés tan solo lleva 19 a favor, y 12 de ellos los ha marcado Joselu, autor de la diana de penalti que valió la victoria ante el Valencia en Mendizorroza. El canterano blanco aparece por tanto como la principal amenaza para el líder, que tiene muchos problemas para derribar a equipos que se cierran y tratan de sacar el máximo rendimiento a sus contraataques. Tras Benzema (17 goles) -que según Ancelotti «va a ayudar a arreglar este tema»- y Raúl de Tomás (13), Joselu es uno de los terceros máximos artilleros de la competición, junto a Vinicius, y ya marcó al Madrid, también de penalti, en la primera jornada de Liga en terreno babazorro, aunque entonces el Alavés encajó una goleada por 1-4.
Mientras que en el Madrid, como viene siendo habitual, no se esperan apenas rotaciones, José Luis Mendilibar no podrá contar con su capitán, Laguardia, al estar sancionado. Por tanto, en el centro de la zaga será Miazga quien acompañe a Lejeune, quien reclama a sus compañeros «tener ánimo, luchar y competir», en un estadio que en lo que se lleva de Liga ya ha visto escapar ocho puntos, como consecuencia de cuatro empates.
Al igual que ocurriera dos jornadas antes frente al Granada, Marco Asensio, con un golazo desde fuera del área, volvió a calmar al Real Madrid. En este caso, para abrir el camino de la victoria ante el Alavés y reanimar al líder, relanzado también por una gran jugada colectiva coronada por Vinicius, que, como si fuera un delantero centro puro, por fin rompió su mala racha. Dos minutos después de cometer Asensio un grave error en una cesión que estuvo a punto de costarle un gol al Madrid y ganarse silbidos de la afición, el jugador balear exhibió de nuevo su genial zurda para derribar al Alavés y reclamar a la grada que acabasen los pitos, también dedicados al equipo en el descanso.
Nada más marcar y explotar de rabia, Asensio exigió a los aficionados dejar de pitar y dedicarse a animar al equipo, que tantas dificultades estaba atravesando hasta ese momento. Cuando fue sustituido, Asensio se fue ovacionado por el Bernabéu, consciente de que el mallorquín había sido otra vez salvador en un partido en el que el Madrid ofreció dos caras completamente distintas, una muy mala en el primer tiempo, y otra muy buena en el segundo, obligado entonces a dar un paso al frente y mostrar autoridad, con una actitud también muy diferente.
Asensio, que tan apagado había estado en una primera parte más que gris de los madridistas, tuvo otra vez la personalidad suficiente, no solo para decidir con un disparo tremendo, sino también para mandar callar al Bernabéu, después de que tras el descanso el equipo de Carlo Ancelotti diese un vuelco radical al partido, lanzado al ataque y con velocidad y buen fútbol. Mostrando sus señas de identidad de líder y gran favorito a conquistar la Liga. Sin embargo, pese a que el Madrid estaba comenzando a gustarse, esa cesión de Asensio inesperada a Courtois volvió a encender a los seguidores blancos, desesperados porque el equipo estaba jugando con fuego ante un atrevido Alavés que no pudo obtener éxito pese a su trabajo defensivo.
Real Madrid
Courtois, Carvajal (Lucas Vázquez, min. 86), Militao, Alaba, Mendy (Marcelo, min. 85), Valverde, Casemiro, Modric (Ceballos, min. 82), Asensio (Rodrygo, min. 82), Benzema y Vinicius (Hazard, min. 85).
3
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0
Alavés
Pacheco, Tenaglia, Miazga, Lejeune, Duarte (Ximo Navarro, min. 83), Tomás Pina, Escalante (Édgar Méndez, min. 72), Jason (Pere Pons, min. 61), Loum (Toni Moya, min. 83), Rioja (Manu Vallejo, min. 72) y Joselu.
Goles: 1-0: min. 63, Asensio. 2-0: min. 80, Vinicius. 3-0: min. 91, Benzema, de penalti.
Árbitro: Munuera Montero (Andaluz). Tarjetas amarillas a Modric y Loum.
Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu. 40.180 espectadores.
Al final, el triunfo del líder, aunque Asensio dio el primer golpe y resultó decisivo para aplacar los nervios y dar aire, acabó en goleada, porque Vinicius y Benzema se reencontraron con el tanto que tanto ansiaban. El francés, tras mandar un balón al palo, lo hizo de penalti, provocado por Rodrygo, ya en el descuento. Fueron así los tres miembros titulares del tridente de ataque los goleadores de un partido en el que el Real Madrid fue muy superior al Alavés, que no aprovechó las oportunidades que tuvo y no pudo resistir ante tantísima calidad y talento blanco. Si en la primera parte se vio a un líder excesivamente espeso y con muchas dudas ante el orden defensivo del Alavés, en la segunda los blancos se encargaron de pisar el acelerador y ofrecieron un actuación sobresaliente. Entonces solo hubo un color y el Alavés desapareció, después de haber podido adelantarse a la hora de partido.
Fue el premio al buen fútbol del Real Madrid en esa segunda mitad, después de que el equipo se fuese a los vestuarios entre abucheos del Bernabéu, tan frío entonces como el clima y como su equipo en un período marcado por la lentitud de los blancos, su falta de ideas y el buen despliegue defensivo del Alavés. El líder dominó entonces mucho pero apenas llegó, con Benzema muy poco participativo e insistiendo con los balones aéreos y las ofensivas por la derecha, pero hasta que resurgió, Asensio también estaba muy tímido y el conjunto babazorro no solo se encontraba muy cómodo atrás, sino que llegó a dar un par de sustos importantes a Courtois.
Pacheco, sin embargo, apenas tuvo trabajo en el primer tiempo, porque con un equipo blanco tan plano y Vinicius frenado entonces por Tenaglia y las ayudas de sus compañeros, los madridistas no encontraban el camino ni generaban ocasiones. La mejor de ese período inicial, superada después por la malograda por Pere Pons a la hora, la tuvo Jason al filo de la media hora, pero el gallego perdonó mandando a las nubes tras un error de Casemiro en su propia área. Fue el primer aviso de un Alavés que no esperó al Madrid atrás, sino que presionó muy arriba en la primera mitad y, a base de organización, anuló entonces el juego de los locales, pero el líder resucitó desde el minuto inicial de la segunda.
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