El Real Madrid renueva a Militao, su káiser en el invernadero

El káiser brasileño, que acelera plazos para volver a los terrenos de juego cuanto antes después de sufrir una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que le mantiene de baja desde el inicio del presente curso, permanecerá ligado a la 'casa blanca' hasta el 30 de junio de 2028, extendiendo así por tres años adicionales el vínculo anterior, que finalizaba en 2025.

La renovación de Militao estaba acordada desde hace meses, pero el Real Madrid esperó hasta este martes para hacerla oficial y darle de esta forma un nuevo espaldarazo a un futbolista que ocupa un papel central dentro de los planes del club. El brasileño llegó a la capital española en 2019, después de que la entidad que preside Florentino Pérez abonase 50 millones de euros por sus servicios al Oporto. Apuesta personal de Juni Calafat, jefe del departamento de 'scouting' del Real Madrid, se erigía así en el defensa más caro de la historia del Real Madrid. Una etiqueta de considerable peso que no le ha supuesto ninguna losa.

Nacido el 18 de enero de 1998 en Sertaozinho, una localidad del interior del estado brasileño de Sao Paulo, Militao tuvo dificultades para abrirse paso en sus dos primeras campañas en el Real Madrid debido a la presencia de dos centrales de la talla de Sergio Ramos y Raphael Varane, pero supo aprovechar los problemas físicos del andaluz y del francés para reivindicarse en el tramo final del curso 2020-21.

La dupla que formó con Nacho a medida que las lesiones se cebaban con los dos futbolistas que eran titularísimos en el eje de la retaguardia del equipo que por entonces entrenaba Zinedine Zidane resultó determinante para que el Real Madrid pelease aquella temporada casi hasta el final en la Liga y en la Champions. Una competición esta última en la que Militao dejó destacadas actuaciones, especialmente en la eliminatoria de cuartos de final que enfrentó a los blancos con el Liverpool.

Las salidas al término de aquel curso de Sergio Ramos y de Varane despejaron definitivamente el camino a un central dotado de un extraordinario poderío físico, velocidad, limpieza al corte y buena salida de balón que terminó de ganarse el favor del Santiago Bernabéu con el excelente rendimiento que ofreció en la campaña 2021-22. Su jerarquía en el eje de la retaguardia fue una de las claves para que el Real Madrid, ya con Carlo Ancelotti a los mandos, conquistase su trigésimo cuarto título de Liga y levantase la Decimocuarta 'orejona' de su historia.

Y, aunque sus prestaciones bajaron ligeramente en la segunda parte de la campaña posterior, hasta el punto de que Carletto llegó a darle un toque de atención poco después de que numerosos analistas pusiesen su nombre sobre la mesa de los mejores centrales del planeta, nadie dentro del Real Madrid discute que se trata de una pieza troncal para el club, como viene a poner de manifiesto la renovación hecha pública este martes.

Militao ha disputado 143 partidos durante las cinco temporadas que lleva defendiendo la camiseta del Real Madrid, en los que ha marcado once goles. A lo largo de ese periodo de tiempo, ha conquistado nueve títulos: una Champions, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa, dos Ligas, una Copa del Rey y tres Supercopas de España. Además, es internacional con Brasil, una selección con la que contabiliza 30 participaciones y con la que ganó la Copa América en 2019.

Con la tranquilidad que le ofrece haber sellado ya su renovación, Militao sigue manos a la obra para volver a disfrutar dentro del rectángulo de juego. La gravísima lesión que sufrió el pasado 12 de agosto frente al Athletic en el partido correspondiente a la primera jornada de Liga hacía temer que el brasileño se perdiese casi toda la temporada, pero sus grandes condiciones físicas y meticuloso trabajo de recuperación les están permitiendo acortar los plazos. Una evolución que tiene asombrados a los médicos del Real Madrid.

El periodo de baja en este tipo de lesiones suele rondar los ocho meses, pero en Valdebebas confían en que Militao esté listo para regresar a comienzos de marzo. En ningún caso precipitarán su vuelta, pero las sensaciones son muy positivas. El paulista ya toca balón y no se descarta que en las próximas semanas pueda ir incorporándose progresivamente al trabajo de grupo. Su retorno supondría un enorme alivio para Ancelotti, quien solo se quedó con dos centrales sanos después de que David Alaba también se rompiese el cruzado a mediados del pasado mes de diciembre. El káiser, renovado, está a punto de abandonar el invernadero.