Otro penalti dispara al Madrid hacia el título

Desde la nueva normalidad, el Real Madrid lo ha ganado todo, aunque tampoco ha maravillado, y aventaja en cuatro puntos al Barça a falta de cinco partidos. Si se le suma el 'goal average' favorable, esta renta es un tesoro a estas alturas. Tendrían que ganarlo todo los azulgranas y dejarse al meno una derrota y un empate los blancos para que el título cambie de signo. Los vascos, por su parte, han ganado 11 de los 18 puntos en liza tras el confinamiento y están embalados, camino del viejo continente.

En la previa, ambos técnicos dejaron claras sus intenciones. «San Mamés es siempre complicado para todos los equipos», alertó Zidane, convencido de que sus jugadores seguirán igual de concentrados y con el físico exhibido hasta ahora. «Si el Real Madrid saca todo su potencial ofensivo, es difícil jugar a golpes contra ellos», advirtió Gaizka Garitano, que estaría encantado con un duelo muy cerrado, nada de idas y vueltas con espacios.

Más profesional, sólido y efectivo que brillante, el Real Madrid está muy cerca de su objetivo. Como visitante venció a la Real Sociedad y Espanyol por la mínima desde la reanudación de la Liga y se prepara para un duelo muy físico. Se presenta en Bilbao molesto por no respetarse las 72 horas del protocolo entre encuentros y con Zidane obligado a las rotaciones para conseguir frescura tras el desgaste que les exigió el Getafe.

De nuevo, pierde a Eden Hazard por molestias físicas en su tobillo perado. El belga ya fue reservado ante los azulones y no está para asumir el más mínimo riesgo. Tampoco viajaron por lesión el central Raphael Varane, que lo había jugado todo desde el regreso pero sufre una cervicalgia, y Nacho Fernández, que sigue sin recuperarse. Por lo tanto, Militao será la pareja de Sergio Ramos, defensa enorme y lanzador de penaltis de campeonato.

Todo apunta a que Fede Valverde será titular en un centro del campo que estará muy exigido. Puede entrar por Modric si Zidane apuesta por tridente o por mantener al croata si prefiere reforzar esa zona con línea de cuatro, dejando para fase ofensiva a Vinicius y Benzema. El ariete francés, con alma de media punta, se reencuentra con el equipo al que más goles marcó en su carrera (11). Se encuentra en tan gran momento que hasta suena entre los futuros candidatos al Balón de Oro.

Mientras, el equipo de Garitano encadena dos victorias seguidas, la segunda lograda en Mestalla, que les han devuelto de lleno a la pelea por Europa. Han recuperado un sitio que perdieron cuando se centraron en el camino hacia la final de Copa que les aguarda ante la Real Sociedad en el histórico derbi del curso próximo. Iniciaron la jornada a un puesto y dos puntos de la séptima plaza, que da premio continental.

Parece que el técnico local podrá poner sobre el terreno de juego a su once titular. Además de la solvencia defensiva, mucha parte del éxito depende de lo que aporten Muniain entre las líneas enemigas, Iñaki Willliams en el desborde y Raúl García en esa capacidad innata de ganar los balones aéreos, forzar las segundas jugadas y sacar de quicio a sus rivales. Desde el parón, cuatro goles suma el impagable navarro, dos de penalti y dos de jugada ante el Valencia.

Muy solvente y seguro de sí mismo, el Madrid también volvió a dar otra l

Pese a su sustancial ventaja respecto al Barça y a las 26 horas menos de descanso respecto a su rival,

Sorprendió el galo con un once en el que Rodrygo y

Apuesta ofensiva en cuanto a la actitud, pero

Comenzaron muy cómodos los blancos, que inquietaron un par de veces a Unai Simón, siempre atento. Primero en un golpe franco que ejecutó Asensio y que el portero vasco rechazó. Se quedó muy parada la zaga y pudo costarle muy caro si Carvajal hubiera tenido más destreza en el pase posterior a Benzema, muy vigilado siempre en la catedral pero en esa acción totalmente libre de marca. También la tuvo Rodrygo, pero dirigió mal el cabezazo después de que el balón botase en el área tras un centro envenenado de Asensio, bastante acivo.

El

Una internada de Rodrygo, muy versátil, abortada por Simón, hizo que Garitano acudiese a su segunda ventana de cambios para refrescar a su ejército con Vesga y De Marcos. Esperó un poco más Zidane antes de apostar por el vértigo de Vinicius y