Nacho renueva con el Real Madrid hasta 2023

El polivalente zaguero alcalaíno ve recompensada así su gran campaña 2020-2021, en la que aprovechó las bajas por lesión de varios de sus compañeros en la parcela defensiva, especialmente las de Sergio Ramos, para convertirse en uno de los futbolistas más empleados por Zinedine Zidane. Disputó 2.765 minutos repartidos en 33 encuentros en los que ofreció un rendimiento óptimo, sobre todo en el tramo decisivo del curso, cuando en ausencia de Ramos y de Varane, se erigió junto al brasileño Éder Militao en bastión de un equipo que peleó hasta el final en la Liga y la Champions, pese a terminar cerrando la temporada sin títulos.

Nacho marcó un gol y ofreció sus virtudes habituales: compromiso, sacrificio, esfuerzo, concentración, un extraordinario sentido de la anticipación y buena colocación. Tan altas fueron sus prestaciones que sonó para ir a la Eurocopa, aunque Luis Enrique le dejó finalmente fuera de la lista.

Desde que debutase con el primer equipo del Real Madrid a las órdenes de José Mourinho el 23 de abril de 2011 en un partido ante el Valencia en Mestalla que concluyó con victoria merengue por 3-6, Nacho Fernández ha jugado 233 encuentros con la casaca blanca en los que ha marcado doce goles y repartido ocho asistencias. En ese periodo de tiempo ha ganado 17 títulos: cuatro Champions, dos Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, cuatro Mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa.

Nacho es el jugador de la plantilla del Real Madrid que más tiempo lleva en el club. Ingresó en la cantera en 2001 para formar parte del Alevín A. Tenía once años. Posteriormente pasó por los infantiles, cadetes, los juveniles, el Real Madrid C y el Castilla, el último escalón antes de dar el salto definitivo al primer equipo.

Alejado casi siempre del primer plano, se ha convertido en un auténtico seguro de vida cada vez que los sucesivos técnicos han tenido que recurrir a sus servicios. Sin dar una voz más alta que otra, asumiendo en todo momento su papel, ha cumplido con creces su rol de hombre de equipo y siempre ha desoído los cantos de sirena procedentes de otros clubes.

«Si me hubieran dicho todo lo que he vivido y todo lo que he jugado con esta camiseta, lo hubiera firmado. Soñé con jugar un partido y llevo más de 200. Que todos los entrenadores hayan contado conmigo dice mucho bueno de mí. Personalmente, me hubiera gustado jugar en vez 50 partidos por año en vez de 20 o 30, no lo voy a negar, pero soy feliz, estoy donde quiero estar. Todos los veranos llegan ofertas que me ofrecen cosas que en el Madrid no termino de conseguir, pero soy feliz. Ahora no me cambiaría por nadie», proclamó el pasado mes de noviembre en vísperas del partido de Champions ante el Sahkhtar Donetsk en Kiev.

«No concibo una vida sin estar en este club. Tanto mi familia como yo creemos que el Real Madrid nos lo ha dado todo desde que éramos chiquititos. Cumplir el sueño de poder estar en el primer equipo es algo que siempre había deseado. Ahora que sigo aquí, cumplo mi sueño cada día que pasa y cada partido que juego», manifestó a los medios del Real Madrid en abril de este año, cuando se cumplieron diez años de aquella puesta de largo en Primera.

La marcha de Sergio Ramos, que este jueves oficializó su fichaje por el PSG, y la posible salida de Varane si el francés no acepta prolongar su contrato y llega una buena oferta, convierten a Nacho en un activo importante para Carlo Ancelotti, que también cuenta con el austríaco David Alaba y con el brasileño Militao para el eje de la retaguardia. En caso de que se fuese Varane, el preparador italiano podría quedarse con Jesús Vallejo, que regresa tras su cesión al Granada, o subir a algún canterano como Víctor Chust o Mario Gila para completar el cupo de centrales.