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P. RÍOS
Barcelona
Miércoles, 30 de octubre 2019, 16:52
«Cada vez que Leo coge el balón, algo va a pasar seguro y será bueno para nosotros y malo para el rival. Ve lo que nadie ve. Yo desde fuera pienso que tiene que tocar a la derecha o a la izquierda y él ... elige una opción que sólo está en su cabeza y le sale bien». Ernesto Valverde habló así tras la primera exhibición de Messi en esta temporada que comenzó con dos lesiones musculares que le impidieron trabajar con sus compañeros en agosto. El argentino ha tenido que adquirir el ritmo con partidos en lugar de entrenamientos. En las últimas semanas ya dio señales de que estaba recuperando su mejor versión y el '10' acabó de mostrar su imagen de siempre el martes ante el Valladolid con 'hat trick' de dobletes: de golazos, de asistencias impresionantes a Arturo Vidal y Luis Suárez y de túneles maravillosos a Óscar Plano y Sergi Guardiola. Su equipo ganó 5-1 y mantiene su racha victoriosa, aunque el juego colectivo todavía tiene lagunas. Es líder provisional a la espera del resultado del Granada.
Messi lleva cuatro partidos seguidos marcando. Se estrenó este curso cerrando con un lanzamiento de falta el 4-0 al Sevilla, vio portería en el 0-3 de Eibar, abrió la victoria en Praga ante el Slavia (1-2) y lo hizo casi todo contra el Valladolid. Recordando lo enfadado que se fue del césped en tierras checas por el mal partido de su equipo y valorando que buscó su tercer gol el martes presionando en el tiempo añadido y rematando con peligro en el minuto 93, el aficionado azulgrana puede estar tranquilo. Messi mantiene el hambre de goles y de títulos, individuales y grupales, y el beneficiado será el Barça.
La cruz fue para Griezmann, el único crack del Barça con quien Valverde se atreve cuando tiene que hacer rotaciones. Ya se quedó en el banquillo ante el Sevilla para que jugara el recuperado Dembélé y repitió banquillo en el Camp Nou contra el Valladolid para premiar a Ansu Fati, quien no brilló en esta ocasión antes de cumplir este jueves los 17 años. En medio, eso sí, el mejor día del tridente en Eibar, aunque el nivel no tuvo continidad en Praga. Tiene lógica su descanso, porque él es el único delantero que ha estado disponible desde julio y lo ha jugado casi todo. El francés, además, pareció irse disgustado tras jugar los últimos minutos, porque en la última jugada ni Luis Suárez ni Messi le miraron en una contra en la que estaba desmarcado. No es la primera vez que ocurre, aunque más por esa conexión especial que tienen el uruguayo y el argentino que por una animadversión hacia el excolchonero. Que viajara a Estados Unidos a ver un partido de la NBA en sus dos días libres (viernes y sábado) seguro que ayudó a Valverde a tomar la decisión.
Por lo demás, quedó claro que el Barça tenía más gasolina que el Valladolid al no jugar el pasado sábado por el aplazamiento del clásico. Así lo denunció Moyano, capitán del Valladolid, en las redes sociales. Curiosamente, también José Luis Mendilibar lamentó tras el 0-3 del Barça en Eibar que habían tenido mala suerte al enfrentarse al equipo azulgrana tras un parón de selecciones en el que Messi y Suárez se quedaron trabajando en Barcelona. «Iban al espacio, a la presión....», se 'quejó'. No parece una alabanza en ninguno de los dos casos. Descansado, el Barça intimida. Cuando juega cada tres días, todos le ven más vulnerable quizás porque Messi y Suárez van a jugar siempre y a veces no pueden competir con la misma intensidad.
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