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P. RÍOS
BARCELONA
Jueves, 22 de octubre 2020, 19:18
Ronald Koeman tendrá que tomar el sábado su primera gran decisión como entrenador del Barça. Un clásico liguero ante el Real Madrid es uno de esos partidos en los que todo lo que pasa antes, durante y después adquiere una enorme trascendencia. Es la ... cita en la que todos los cracks tienen que estar en el césped porque si no es así hay polémica. Y la titularidad de uno de ellos peligra más que nunca. Por méritos deportivos en lo que llevamos de temporada, algo que incluso piensa el técnico holandés si se repasan sus comparecencias ante los medios de comunicación.
Antoine Griezmann es el penúltimo de la lista entre los aspirantes a una de las cuatro posiciones de ataque en el 4-2-3-1. Messi, Coutinho y Ansu Fati parecen ya indiscutibles, se repartan como se repartan las tres demarcaciones de mediapuntas y la del 'falso 9', mientras que los jóvenes descarados Pedri y Trincao y el recuperado Dembélé ya han ofrecido un mejor rendimiento en sus apariciones que el exdelantero del Atlético. Solo Braithwaite estaría por detrás del francés en ese ranking de delanteros en lo referente a la ilusión que despiertan entre los aficionados.
Sin embargo, cuesta creer que Koeman vaya a señalar tan pronto a Griezmann, con el riesgo de que se deprima y se desconecte mentalmente con la temporada recién comenzada. Sigue siendo uno de los jugadores llamados a marcar las diferencias y hay que apostar por recuperarle, no ayudar a hundirle. Con Quique Setién ya pasó por el banquillo, pero en otras circunstancias, con pocos efectivos, en crisis colectiva y cuando el técnico cántabro quería utilizar un 4-4-2 en lugar de un 4-3-3. Ahora no se trata de un cambio de sistema y el proyecto no va cuesta abajo, sino que comienza a ilusionar.
Lo cierto es que el internacional galo no ha participado en ningún gol todavía, ni como rematador ni como asistente, tampoco con un primer pase. Y para colmo ha fallado ocasiones claras en los dos partidos que el Barça no ha ganado: 1-1 ante el Sevilla, cuando Koeman le reprochó en público su falta de puntería en dos oportunidades para nada acorde con su calidad, y 1-0 en Getafe, saliendo de la banda y jugando de '9' como quería y proclamó en la selección francesa. En el Coliseum Alfonso Pérez se quedó solo ante el portero y disparó muy alto.
Pero independientemente de su falta de acierto en el remate, la decepción llega por lo que poco que aporta al juego. Y eso que de su actitud y sacrificio no hay dudas, pero cada día parece más evidente que corre mucho pero sin sentido, al igual que se desmarca sin criterio.
Es evidente que el holandés todavía se traiciona a sí mismo en las alineaciones. Aunque le gusta jugar con extremos profundos que vayan al espacio, suele colocar a Griezmann por la derecha, con Messi de 'falso 9' y Coutinho de mediapunta, dejando la izquierda a Ansu Fati. Se intuye que un Dembélé en forma y respetado por las lesiones sería más de su gusto. Ousmane ya mostró su carta de presentación ante el Ferencvaros con una asistencia y un gol. También está claro que Pedri le seduce, pero en su caso es difícil que vaya a alinear juntos a dos jugadores de 17 años, ya que Ansu es fijo. De hecho, no han coincidido ni un minuto todavía pese a que son las sensaciones del Barça.
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