El Girona consigue una victoria de vital importancia por la permanencia

El conjunto catalán de Eusebio Sacristán llegó a disponer de una renta de hasta diez puntos sobre la zona roja de la tabla, pero las últimas seis derrotas consecutivas han situado al Girona a un paso del abismo.

«Quedan cuatro partidos que son cuatro finales. Necesitamos el apoyo de la afición», apuntaba Quique Cárcel, director deportivo del Girona, este miércoles, cuando la directiva ratificó la continuidad del técnico vallisoletano.

Eusebio continúa estando en el centro de la diana de las quejas de una afición que no presencia en directo una victoria de su equipo en LaLiga desde hace ya más de seis meses, cuando el pasado 27 de octubre los rojiblancos derrotaron al Rayo Vallecano por 2-1.

El Girona es, de hecho, el peor equipo de la competición como local, con tan solo dos victorias ligueras en su estadio y con un balance de once partidos consecutivos sin conocer el triunfo.

En cuanto a la alineación del Girona, que a pesar de la mala dinámica que atraviesa todavía depende de sí mismo para lograr la salvación, la principal duda radica en si Eusebio se decantará por el 3-5-2 que heredó de Pablo Machín o por su 4-3-3.

La presencia de Aleix García, así como la ausencia de Patrick Roberts y Jonás Ramalho, son las dos novedades de la convocatoria del entrenador de La Seca, que no podrá contar, por lesión, con Johan Mojica, Aday Benítez y Carles Planas.

Si el Girona afronta un partido vital para mantener la categoría en esta su segunda campaña en LaLiga Santander, el Sevilla viaja no con menos necesidades al estar inmerso en la lucha por acabar en la cuarta posición del campeonato, que da el gran premio de participar la próxima campaña en la Liga de Campeones.

Tras la jornada intersemanal, el equipo que entrena Joaquín Caparrós es quinto empatado a puntos con el cuarto, el Getafe, y con tres más que el sexto, el Valencia, rivales en principio son con los que disputará la ansiada plaza en estas cuatro jornadas que restan para la conclusión del torneo.

Los sevillistas no pueden permitirse un pinchazo ya que también tienen el coeficiente particular perdido con el Getafe y el Valencia, por lo que en Gerona deben ir a por todas.

La formación andaluza no tuvo demasiado tiempo de lamerse las heridas después de que el pasado domingo cayera 3-0 precisamente en Getafe en un partido en el que las decisiones del VAR penalizaron mucho a los de Caparrós.

El jueves volvieron al Sánchez Pizjuán y ganaron con rotundidad por 5-0 al Rayo Vallecano, pero ahora llega un nuevo desplazamiento, situación en la que el Sevilla pierde bastante de su poderío.

No obstante, las estadísticas frente al Girona son buenas, pues ha logrado un pleno de victorias en sus tres citas oficiales frente al conjunto catalán, ante el que no ha encajado ni un solo gol.

El primer partido oficial entre ambos fue la Liga pasada en Gerona, en el encuentro de la primera vuelta, cuando el conjunto sevillista se impuso al cuadro dirigido entonces por Pablo Machín (0-1), mientras que la devolución de visita también registró un 1-0.

En la presente temporada, con Machín como entrenador del Sevilla, los gerundenses tampoco pudieron puntuar en el feudo hispalense (2-0).

Para el domingo, Caparrós recupera a uno de los lesionados, el delantero portugués André Silva, y también al que estaba sancionado ante el Rayo, el lateral izquierdo Sergio Escudero.

Siguen fuera de los planes del técnico por lesión el centrocampista francés Maxime Gonalons y el defensa austríaco Max Wöber.

No obstante, Caparrós podría dar continuidad al mismo once inicial que dispuso ante el Rayo después del buen rendimiento que ofreció su equipo.

Girona: Bono; Pedro Porro, Pedro Alcalá o Marc Muniesa, Juanpe, Bernardo Espinosa, Raúl García Carnero; Pere Pons, Àlex Granell, Borja García; Portu, Cristhian Stuani.

Sevilla: Vaclík; Jesús Navas, Mercado, Carriço, Escudero o Promes; Sarabia, Éver Banega, Roque Mesa, Franco Vázquez; Ben Yedder, Munir.

Árbitro: José Luis González González (Colegio castellanoleonés).

Estadio: Estadi Municipal de Montilivi.

Hora: 14.00

TV: beIN LaLiga

El Girona consiguió este domingo una victoria balsámica en Montilivi al imponerse al Sevilla por 1-0, con gol de Portu, con lo que sale de los puestos de descenso y lastra las opciones de Champions del cuadro de Joaquín Caparrós.

Tras once encuentros sin ganar como local, el equipo de Eusebio Sacristán se hizo acreedor a un triunfo imprescindible que le coloca con dos puntos de ventaja respecto al Valladolid, que marca ahora el descenso.

Para el Sevilla, que sabía que uno de sus rivales por la máxima competición europea, el Valencia, había perdido, el choque de Girona fue otra estación más en su calvario lejos del Ramón Sánchez Pizjuán y no fue capaz ni siquiera de puntuar. Además, perdió para el choque del próximo viernes ante el Leganés al argentino Ever Banega, su cerebro, por roja directa.

Conscientes de la necesidad de frenar la pésima racha que les martirizaba, los pupilos de Eusebio Sacristán, que el miércoles, un día después de que el Girona encajara la sexta derrota seguida al perder contra un rival directo como el Valladolid, fue ratificado como entrenador del conjunto de Montilivi, fueron superiores al Sevilla desde el pitido inicial.

Obligaron al cuadro de Joaquín Caparrós a esperar sus oportunidades para salir al contraataque. De una de esas vertiginosas transiciones nació, de hecho, la primera ocasión clara del encuentro. Fue en el minuto 13, cuando Munir El Haddadi se plantó solo ante Bono, aunque el guardameta marroquí estuvo más acertado en el uno contra uno. El rechace lo recogió Wissam Ben Yedder en la frontal del área, pero su remate salió rozando el palo derecho de la portería de Bono.

Lejos de asustarse, de venirse abajo, el Girona, resiliente, hizo gala de su orgullo, de su amor propio, y continuó acercándose con peligro a las inmediaciones de Tomas Vaclik, que, con intervenciones como la que protagonizó en el minuto 22 para desviar a córner un potente cabezazo de Bernardo Espinosa, se erigió en el futbolista más destacado de los sevillistas en el primer acto.

El espigado central colombiano, que jugó en la cantera del conjunto andaluz, volvió a intentarlo pasada la media hora de juego, cuando estrelló otro remate de cabeza en el larguero.

La exhibición de determinación del Girona se acentuó en la segunda mitad. Rebelándose contra el gris presente que le atormentaba, contra la estadística que indica que ninguno de los equipos que a lo largo de la historia de LaLiga han encadenado más de diez partidos como local sin ganar han conseguido la permanencia, los rojiblancos continuaron persiguiendo el triunfo.

Estuvieron a punto de lograrlo por mediación de Marc Muniesa, que en el minuto 53 inquietó al arquero checo del Sevilla con un disparo ligeramente desviado. Y acabaron celebrándolo

El de este domingo es, apenas, el tercer triunfo de los rojiblancos como locales, pero les sirve para coger aire, para recuperar la confianza, la autoestima y la sonrisa. Y para alejarse del abismo, todo lo contrario que para el Sevilla, que no acaba de dar el paso para depender de sí mismo en la lucha por la Liga de Campeones.