El Atlético se atasca ante el Getafe

«El Atlético juega muy bien como equipo y así los talentos pueden sobresalir», apuntó este viernes Simeone, que no solo citó al centrocampista madrileño y al delantero uruguayo, sino también a Correa, Koke, Saúl, Oblak o al propio Joao Félix, titular en el último encuentro ante el Athletic, en el que el líder de la Liga firmó una remontada de mérito, aunque fuese con muy poco fútbol y encerrado en el tramo final. «Después de empatar ante el Real Madrid y venir de un esfuerzo mental muy grande en el derbi, valoro, tras ir perdiendo por 0-1 frente al Athletic, las reacción que tuvo el equipo», se congratuló el entrenador argentino.

Rearmado anímicamente tras ampliar su diferencia, el Atlético recupera a una de sus piezas clave, el uruguayo Giménez, para el centro de una zaga que ha encajado diez goles en los últimos once encuentros. «Los números muestran que hemos mejorado la fase anotadora (50 tantos a favor y segundo máximo goleador del campeonato) y sufrimos más en la parte defensiva, aunque el colchonero sigue siendo el que menos dianas ha encajado, solo 18 en 26 jornadas. Además, el Getafe lleva nueve partidos sin ni siquiera marcar un tanto al Atlético en el Coliseum y su técnico, José Bordalás, reconoce que el líder «es favorito para ganar la Liga por la ventaja que tiene y porque es un grandísmimo equipo».

El Getafe que tan bien se le daba al Atlético de Madrid se le atragantó en momento tan inoportuno al líder en el Coliseum, donde el equipo rojiblanco tan solo pudo sumar un punto, para que el Real Madrid se acercase a seis y el Barça a siete con un partido menos los azulgranas. El Atlético jugó con superioridad numérica los últimos 20 minutos tras la autoexpulsión de Nyom, pero a pesar de su ambición y llegada, careció de pegada y fue incapaz de encontrar el gol. Sí lo consiguió Joao Félix, aunque su tanto fue anulado por el VAR, en un duelo en el que el Atlético se desesperó ante rival tan encerrado y trabajado y lamentó las tres clarísimas ocasiones falladas en el tramo final por Moussa Dembélé, cuya buena actuación no culminó con el remate.

Había marcado el Atlético al Getafe nada menos que 34 goles sin encajar ninguno en los últimos 18 enfrentamientos, pero el líder, al que no se le puede reprochar actitud e insistencia, se atascó y se quedó seco contra una adversario que, amenazado por el descenso, evitó una victoria que mereció el equipo colchonero y por la que no dejó de pelear. Sin embargo, perdió dos puntos porque se estrelló contra Soria, la defensa azulona y el palo, que impidió un tanto de Luis Suárez en el minuto 83.

Al contrario que en el tramo final, fue de más a menos el Atlético en una primera parte demasiado trabada, plagada de interrupciones, en la que el Getafe se cerró muy bien y anuló la creación del equipo rojiblanco, que antes del descanso solo gozó al principio de una clara ocasión de gol. Pese a su clara idea ofensiva en el inicio, con hasta siete córners en los primeros siete minutos coronados con un disparo de Carrasco desbaratado por Soria, el Atlético se volcó después sin éxito por la banda derecha del ataque, en la que encontró un resquicio azulón que sin embargo no pudo aprovechar el conjunto visitante al no generar entonces oportunidades.

Pese a los intentos de Trippier y el incansable Llorente, con quien rivalizó en despliegue físico Cucurella, a quien no le afectó el cabezazo que se llevó en la nariz por parte del inglés, el Atlético se fue desesperando contra un Getafe áspero que, pese a que en el primer tiempo no tenía ningún peligro arriba, en defensa sí que cortocircuitó, a base de presión y de faltas, el fútbol irregular de los colchoneros.

En esa dinámica de encuentro cansino y sin continuidad rojiblanca en ataque, el Getafe se fue encontrando cada vez más cómodo en la contención, e incluso el Atlético se llevó un un susto en el último minuto por un inusual error de Oblak en el despeje, tras el que Maksimovic debió ser amonestado por tirarse a la piscina de forma lamentable. Con un insusto empate al descanso, Simeone no tardó en recurrir al talento de Joao Félix, a quien el VAR anuló un gol en el minuto 62 porque el balón que le dio Llorente había salido. Posteriormente, cuando el Atlético seguía atascado, Simeone llevó a cabo un triple cambio para que el equipo fuese aún más ofensivo y dispusiese de mayor frescura arriba.

La ventaja se la dio sin embargo Nyom por su sucia entrada a Lodi fuera del terreno de juego, aunque tuvo que ser el videoarbitraje el que rectificase la decisión del árbitro. Con el Atlético volcado ya al ataque, llegaron también las llegadas y ocasiones del Getafe, y Oblak volvió a ejercer de salvador con su paradón a Aleñá, en una recta final en la que el líder y, concretamente Dembélé, despercidió todas sus oportunidades y no tuvo el premio por el que tanto trabajó.