El Eibar diluye el sueño Champions del Getafe

Ninguno de los dos equipos ha conseguido ganar después del parón de tres meses provocado por la crisis sanitaria generada por el coronavirus. Tanto el Eibar como el Getafe, han sumado un punto de seis posibles tras perder un encuentro y empatar otro.

En el caso del Getafe, los cinco puntos que se ha dejado por el camino después de caer derrotado en Granada (2-1) y de empatar en su estadio frente al Espanyol (0-0), han puesto en duda sus opciones reales de concluir el curso en uno de los codiciados puestos que dan acceso a la Liga de Campeones.

Pero, más que por los resultados, preocupa el nivel que exhibió en la anterior jornada, en la que no pudo contra un equipo, el Espanyol, que jugó durante 75 minutos con un hombre menos por la expulsión del defensa colombiano Bernardo Espinosa. De momento, los hombres de Bordalás no dan con la tecla y están lejos del nivel que mostraron en el mes de marzo.

Pese a todo, aún ocupan la quinta posición dos puntos por debajo del Atlético de Madrid. El «sueño Champions» se mantiene y el Eibar es una oportunidad para dar un golpe encima de la mesa con el que reengancharse de nuevo al intento de asaltar la cuarta plaza.

Para ello, Bordalás podría recuperar a uno de sus pilares en la zona defensiva, el togolés Djené Dakonam, que fue baja de última hora contra el Espanyol por unas molestias musculares. También está disponible su otro central titular, Xabier Etxeita, que se perdió la pasada jornada por sanción.

En el capítulo de bajas, destaca la del portugués Vitorino Antunes, que este jueves se desvinculó definitivamente del club madrileño tras un año marcado por una grave lesión en una rodilla, y la del uruguayo Erick Cabaco, con problemas en su tobillo derecho tras lesionarse durante el choque frente al Espanyol.

Bordalás podría repetir prácticamente su anterior alineación, aunque podría barajar algún pequeño retoque. El nigeriano Peter Etebo es candidato a sustituir a Allan Nyom en la zona derecha del centro del campo y Ángel Rodríguez podría arrebatar la titularidad a Jorge Molina, a el técnico alicantino podría dar descanso

El Eibar visita el Coliseum con el objetivo de conseguir su primera victoria en este campo madrileño. Getafe se le resiste al equipo eibarrés, que no vence a los «azulones» desde el año 2015 en Ipurua, porque el Coliseum ha estado vedado, a pesar de realizar buenas actuaciones y empatar en tres de sus últimas cuatro partidos jugados en la ciudad del sur de Madrid.

Los guipuzcoanos también dejaron buenas sensaciones a ráfagas en el derbi vasco ante el Athletic de Bilbao, pero su rendimiento ha bajado este año y su último triunfo le lleva al mes de febrero ante el Levante (3-0), victoria a la que le han proseguido tres derrotas y un empate que generan muchas dudas sobre su solvencia.

El Eibar, que al menos tiene la enfermería casi vacía, viajará sólo con la baja de su central Iván Ramis y también con la de su entrenador José Luis Mendilibar, que sufrió ante el Athletic su quinta expulsión en los últimos 4 años, todo un reflejo de los nervios que está pasando el entorno azulgrana este año.

Mendilibar no se sentará en el banquillo pero sí hará la convocatoria y el equipo inicial que dirigirá su segundo Andoni Azkargorta, en el que se esperan cambios motivados por la condición física precaria todavía de la mayoría de las plantillas ante este comprimido final de temporada.

Si Mendilibar va a por todas a Getafe, jugadores que brillaron en el último encuentro como Pedro León, Orellana, Kike García o Cote deberían de tener un puesto en el once titular, pero si piensa en su compromiso contra el Valencia, a pesar de que tendrá cinco días para prepararlo, volverán a asomar las rotaciones.

Entre pelotazos, jugadas divididas, no más de tres pases consecutivos y un juego muy físico, el Eibar arrancó un punto valioso en sus aspiraciones de conseguir la salvación tras empatar 1-1 frente al Getafe, cuyo sueño de jugar la Liga de Campeones se diluye jornada tras jornada.

El Coliseum Alfonso Pérez reunió sobre su césped a dos de los equipos con más músculo de LaLiga. El Getafe y el Eibar, unos abusones del pase largo en muchos de sus encuentros, se juntaron para crear una obra de arte poco vendible en las galerías más refinadas.

José Bordalás, desde su banquillo, y José Luis Mendilibar, desde la grada (cumplió uno de sus dos partidos de suspensión), propusieron un duelo poco atractivo, con poca calidad y con más pasión que cabeza. Y, con ese guión, los puntos se iban a decidir en detalles.

Curiosamente, los dos equipos habían sumado los mismos resultados en el regreso a la competición: una derrota y un empate. Con la necesidad de estrenar el casillero de victorias, tanto el Getafe como el Eibar decidieron hacer muchos cambios para voltear su tendencia negativa.

Bordalás recuperó a sus dos centrales, el togolés Djené Dakonam y Xabier Etxeita, que no jugaron contra el Espanyol por lesión y por sanción, respectivamente. En el centro del campo dio una oportunidad a David Timor y al nigeriano Peter Etebo para sentar al serbio Nemanja Maksimovic y al francés Allan Nyom. Arriba, entró Ángel Rodríguez por Jorge Molina.

Algo parecido hizo Mendilibar. En su caso, dejó fuera al portugués Paulo Oliveira, al chileno Fabián Orellana, Edu Expósito, Rober Correa, Pedro León y Kike García. Entraron Pedro Bigas, Esteban Burgos, el japonés Takashi Inui, el senegalés Pape Diop, el uruguayo Sebastián Cristóforo y el brasileño Charles.

La revolución en los onces no cambió nada. El estilo fue el mismo. Muchos guerreros y pocos estilistas. Eso hizo el resumen de la primera parte muy sencillo: una ocasión para cada equipo y un 1-1 después de los primeros 45 minutos.

El primer tanto lo hizo Etebo. A tres toques. Centro a la olla de Marc Cucurella, volea en semifallo de Ángel y remate a placer del nigeriano. En el tiempo añadido, en una jugada similar, también con un pase al área, una prolongación y un cabezazo de Charles, llegó un empate justo para los méritos de ambos equipos.

La segunda parte trajo el mismo fútbol crudo que imperó en los 45 minutos iniciales. Nada cambió. Se mantuvieron los duelos físicos al límite, el juego largo inagotable y el intento del Getafe y del Eibar de aprovechar alguna segunda jugada que resolviera el empate entre dos estilos muy primarios.

Sólo pudieron marcar el uruguayo Mauro Arambarri con un zapatazo que mandó a las nubes, Gonzalo Escalante, que se encontró con David Soria tras intentarlo desde fuera del área, y Pedro Bigas, a quien anularon un tanto a cuatro minutos del final por un fuera de juego milimétrico.

Al final, el empate premió más al Eibar que el Getafe. Sumó un punto fuera de su estadio ante un equipo que hasta antes del parón aspiraba a terminar en uno de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones. Eso parece que ya queda lejos. El Getafe no parece el mismo y su sueño europeo se diluyó como un azucarillo en sólo 270 minutos.