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GETAFE
Sábado, 7 de marzo 2020, 01:39
El Getafe, inmerso en su pelea por la Liga de Campeones y con el horizonte de la eliminatoria que tiene que disputar ante el Inter, peleará por mantener su estatus en la zona noble de la tabla con el Celta, necesitado de puntos para no ... caer en el descenso y mermado por la ausencia de su hombre clave: Iago Aspas.
Después de 26 jornadas y en el último tramo de la Liga, los hombres dirigidos por José Bordalás mantienen intacto su sueño de terminar el campeonato entre los cuatro primeros clasificados. No quieren ceder su actual cuarta plaza para seguir en la lucha por la ansiada Liga de Campeones.
Su última victoria, 0-1 en Mallorca el pasado fin de semana con un gran gol del serbio Nemanja Maksimovic, corrigió las dos derrotas consecutivas frente al Barcelona (2-1) y el Sevilla (0-3) con las que el Getafe pareció bajar de la nube en la que vivía inmerso en la Liga.
Esos tres puntos trajeron un punto de tranquilidad en un club que no puede vivir en el mismo estado de felicidad en la Liga Europa. La crisis del coronavirus afectará de lleno al Getafe, cuyos aficionados, si no hay un milagro, no podrán disfrutar de dos de los partidos más importantes de la historia del club.
Es inevitable que el choque ante el Inter eclipse al del Celta, pero los aficionados azulones no pueden evitar lamentarse por la imposibilidad de viajar primero a Milán a ver a su equipo y por la más que probable obligación de que el choque de vuelta en el Coliseum Alfonso Pérez sea a puerta cerrada.
Pero mientras se desarrollan esos acontecimientos y se toman decisiones, José Bordalás sólo piensa en el duelo ante el Celta. El técnico alicantino espera máxima concentración en sus jugadores para conseguir tres puntos vitales en sus aspiraciones europeas.
Éstos viven en un gran estado de felicidad gracias a las buenas noticias. Primero, porque Xabier Etxeita podrá jugar en el centro de la defensa después de que el Comité de Competición retirase la quinta tarjeta amarilla que recibió en Son Moix. Segundo, porque volverán al once hombres clave como Marc Cucurella o el camerunés Allan Nyom, sancionados el pasado fin de semana. Y, tercero, porque los uruguayos Damián Suárez y Mauro Arambarri están eufóricos después de que su seleccionador Óscar Tabárez les incluyera en la primera lista de convocados para los encuentros ante Chile y Ecuador clasificatorios para el Mundial de Catar.
En el capítulo de malas noticias, Bordalás tendrá que afrontar la ausencia de David Timor, con problemas en un pie y uno de los sustitutos habituales de Arambarri y de Maksimovic. El marroquí Fayçal Fajr o Francisco Portillo, ausentes en las últimas convocatorias, podrían ocupar su lugar en la convocatoria. Además, Mathías Olivera sufre unas molestias físicas que podrían dejarle fuera de la lista, aunque su entrenador confía en poder contar con el uruguayo.
Será otra exigente prueba para un Celta que atraviesa su mejor momento tras perder únicamente uno de sus últimos ocho partidos de Liga, sobre todo porque enfrente está un rival que sueña con alcanzar uno de los puestos de Liga de Campeones.
La baja de Aspas es un serio contratiempo para Óscar García Junyent. Sin el internacional español, el Celta pierde a su máximo goleador, además de, junto a Rafinha Alcántara, al futbolista más desequilibrante de su plantillla.
Los números, por si fuera poco, tampoco acompañan: el conjunto celeste perdió 19 de los 28 encuentros que jugó sin el atacante gallego, que podría ser suplido en Getafe por Santi Mina, autor del gol del empate en el Santiago Bernabéu, o Pione Sisto.
Al centro del campo regresará el croata Bradaric tras cumplir sanción en Granada. Repetirá junto a Okay Yokuslu en el doble pivote. Rafinha, el motor del equipo en los últimos partidos, y Smolov también tendrán continuidad en el equipo titular.
La fortaleza y fiabilidad del Getafe puede animar a Óscar García a recuperar la línea de tres centrales que tan buen resultado le dio en Mestalla y el Santiago Bernabéu. En ese caso, Aidoo reforzaría el centro del eje junto a Murillo y Araujo, con Hugo Mallo y Olaza en los laterales, derecho e izquierdo respectivamente.
El Getafe chocó contra el Celta y firmó un empate sin goles en el Coliseum Alfonso Pérez, donde el equipo de José Bordalás se estampó contra la jaula que montó su rival, cerrada a cal y canto para rascar un punto en uno de los estadios más complicados de Primera División.
Con el Inter en el horizonte y con la pelea por el tercer puesto ardiente, el Getafe recibió a un equipo necesitado de puntos para intentar despegarse de una vez de los puestos de descenso. El Celta sigue coqueteando con ellos y cada vez quedan menos jornadas. Sin duda, el Coliseum Alfonso Pérez, a priori, no era el mejor lugar para intentar dar el primer paso para alejarse de las últimas plazas.
Sin Iago Aspas, su jugador franquicia ausente por sanción y en un estadio en el que sólo ha ganado una vez en Primera División, el equipo de Óscar García apostó por olvidarse de su estilo e intentó repetir la jugada maestra de Julen Lopetegui. El técnico del Sevilla, hace dos jornadas, bajó al barro y consiguió un meritorio 0-3 en el Coliseum.
Getafe
Soria; Damián (Cabaco, m. 83), Djené, Etxeita, Nyom; Etebo (Kenedy, m. 70), Arambarri, Maksimovic, Cucurella; Jaime Mata y Jorge Molina (Ángel, m. 61).
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Celta
Rubén; Hugo Mallo, Aidoo, Murillo, Araújo, Olaza; Rafinha (Brais Méndez, m. 62), Bradaric, Okay; Santi Mina (Pione, m. 89) y Smolov (Toro Fernández, m. 70).
árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Mostró cartulina amarilla a Araújo (m. 32), Hugo Mallo (m. 56), Rubén (m. 60) por parte del Celta y a Cucurella (m. 46), Maksimovic (m.55), Jaime Mata (m. 70) y Damián (m. 71) por parte del Getafe. Expulsó a Arambarri por doble amonestación (m. 54 y 82).
incidencias: partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante 11.286 espectadores.
Con cinco defensas, dos de ellos carrileros largos (Hugo Mallo y el uruguayo Lucas Olaza) y el regreso del croata Filip Bradaric al centro del campo con Santi Mina en el lugar de Aspas, el Celta intentó achicar espacios ante un equipo que tiene como mejor arma la presión asfixiante, el robo de balón con espacios y las estocadas de sus delanteros.
En esta ocasión, Bordalás utilizó arriba Jorge Molina junto a Jaime Mata y sentó al brasileño Deyverson Silva y a Ángel Rodríguez. Con el camerunés Allan Nyom en el lateral izquierdo en el lugar del lesionado Mathías Olivera, y con el regreso de Marc Cucurella, el Getafe se las prometía felices con un inicio excesivo.
Consciente de que una victoria le servía para acabar la jornada en la tercera plaza, las revoluciones, siempre muy elevadas, fueron excesivas desde los primeros segundos. Nyom y Cucurella marcaron territorio con dos faltas innecesarias y el Celta, salvo un disparo del ghanés Joseph Aidoo que detuvo David Soria, no volvió a acercarse al territorio dominado por el portero azulón.
Así consiguió el Getafe amedrentar a su rival, que aunque no podía vivir de la fantasía del brasileño Rafinha Alcántara, sí pudo sujetar las acometidas del cuadro madrileño. Sin embargo, pese a su dominio, el equipo de Bordalás sólo tuvo dos oportunidades claras en el acto inicial: un lanzamiento desde fuera del área que sacó de milagro Rubén Blanco y un cabezazo a bocajarro de Jaime Mata que botó en exceso para marcharse por encima del larguero.
Eso fue todo. Los primeros 45 minutos dejaron un fútbol muy físico y muy táctico en el que el Getafe salió ganador a los puntos sin poder noquear al Celta. Los hombres de Óscar García aguantaron con orden y se encomendaron a alguna jugada aislada para llevarse la victoria en la segunda parte.
En la reanudación, el Getafe salió envalentonado y con ganas de resolver el partido por la vía rápida. Bordalás dio entrada a Ángel y durante 15 minutos estuvo a punto de conseguir su objetivo, pero Rubén detuvo un cabezazo de Jaime Mata y un disparo de Ángel, a quien después anularían un tanto por fuera de juego.
El Celta sólo consiguió sacarse de encima el dominio del Getafe con la entrada de Brais Méndez, que sentó en el banquillo a un desdibujado Rafinha. Con él sobre el césped, y con Smolov enchufado, el cuadro gallego consiguió respirar durante 15 minutos.
Pero quedaba el tramo final. El tercer puesto era muy goloso para el Getafe, que tocó a rebato para superar al Sevilla en la clasificación. Empujó con un picotazo del brasileño Robert Kenedy, pero justo después las tornas cambiaron con la expulsión por doble amonestación de Arambarri.
El Celta, con un hombre más durante el último tramo, vivió cómodo esperando el final. No tuvo mucha ambición y se dejó llevar. El Getafe tampoco fue capaz de hacer mucho más. Sólo algún arreón sin final feliz. No pudo con su rival y perdió una oportunidad de oro de firmar una jornada redonda tras los empates del Sevilla, del Atlético y del Valencia y la derrota de la Real Sociedad.
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