Goleada reivindicativa en la vuelta de la BBC

La vuelta de Benzema, superada ya la lesión que le hizo perderse los cinco últimos encuentros del Real Madrid, permite a Zidane tener a su disposición de nuevo a la BBC, 273 días después de su última aparición en un once. Confirmó el técnico la inclusión de su compatriota en la convocatoria, aunque no aseguró que ello supusiese que el Santiago Bernabéu vaya a reencontrarse con el tridente que constituyó la imagen de marca de la entidad de Chamartín las cuatro últimas campañas y que parecía enterrado en el baúl de los recuerdos desde que la fragilidad de Bale y la pujanza de Isco obligó a la escuadra a rearmarse en torno a un 4-4-2.

Tras pasar casi un mes en el dique seco, lo más probable es que el delantero francés, cuyo escaso bagaje ofensivo ha provocado el hastío de la parroquia local, parta de inicio desde el banquillo, dejando a Bale y Cristiano Ronaldo la responsabilidad de abrir vías de agua en la mermada zaga del Deportivo, que cuenta con las bajas por lesión de Sidnei y Raúl Albentosa y con el austríaco Fabian Schär como único central de la primera plantilla a disposición de Cristóbal Parralo, por lo que el entrenador cordobés ha tenido que recurrir al jugador del filial Steve Aldo One, que apunta a titular en lo que sería su debut en Primera.

Agudizada por las ausencias, la debilidad defensiva del Deportivo, segundo equipo más goleado del campeonato, representaría normalmente un hándicap mayúsculo en el Santiago Bernabéu, donde los gallegos acumulan diez derrotas consecutivas, pero se ve mitigado por la inusitada falta de mordiente del Real Madrid, que lleva 32 goles en Liga, 17 menos de los que sumó el curso pasado en la primera vuelta, aunque le queda pendiente el duelo ante el Leganés aplazado a febrero por la disputa del Mundialito. Un mal personificado en la figura de Cristiano Ronaldo, que sólo contabiliza cuatro tantos en el campeonato, uno de ellos de penalti, y que no anota desde el doblete con el que contribuyó a la manita al Sevilla en la decimoquinta jornada. El luso, que ha vuelto a acaparar focos por su presunto órdago a Florentino Pérez a cuenta de su renovación, necesita recuperar el olfato para cargarse de argumentos y sacar a su equipo de la depresión antes del cruce con el PSG de febrero que determinará la suerte de la nave blanca.

El choque a vida o muerte con el equipo que entrena Unai Emery pesa ya sobre las decisiones de Zidane, que ha visto cómo mientras recuperaba mimbres arriba los perdía atrás. Para el partido ante el Deportivo no puede contar aún con Sergio Ramos, que apura plazos para superar su dolencia en el sóleo izquierdo, ni con Jesús Vallejo, que se perderá entre cuatro y seis semanas por un problema muscular en el bíceps femoral de su pierna derecha, lo que deja a Nacho y Varane como únicos recursos para el eje de la zaga.

La retaguardia es también el gran quebradero de cabeza de Cristóbal, que durante la semana ha probado con un 5-3-2 ante las bajas de Sidnei y Raúl Albentosa pero que podría mantener pese a ello el 4-3-3 colocando a One como acompañante de Schär, que volverá al once tras haber cumplido sanción ante el Villarreal y ser suplente frente al Valencia. Ello permitiría al técnico del Deportivo mantener el tridente ofensivo conformado por Adrián López, Lucas Pérez y Florin Andone que estrenó ante el cuadro de Marcelino García Toral y que dejó buena sensaciones pese a la derrota por 1-2 en Riazor.

Tirando de orgullo, buen fútbol y, sobre todo, una pegada letal que parecía perdida, el Real Madrid comenzó la segunda vuelta con una soberbia goleada ante el Deportivo de La Coruña. Triunfo reivindicativo y terapéutico en el reencuentro de la BBC sobre el césped -jugaron juntos la última media hora, 273 días después de aquel clásico que Bale hubo de abandonar para sumergirse en otro calvario de lesiones-, y con el galés, Cristiano Ronaldo y Nacho en plan estelar, bigoleadores todos ellos en el vendaval ofensivo que fagocitó al cuadro gallego.

Todo fueron buenas noticias para el vigente campeón, que supo sobreponerse al mazazo que supuso el tanto inicial de Adrián López para voltear por primera vez en su estadio un partido desde el cruce de cuartos de la pasada edición de la Champions ante el Bayern de Múnich.

Demasiadas veces ha perecido el Real Madrid víctima de su obcecación con la mala suerte. Todas parecían venirle mal dadas también este domingo en el Santiago Bernabéu cuando el delantero asturiano aprovechó un nuevo desajuste defensivo de los locales que permitió a Lucas Pérez ganarle la espalda a la zaga blanca tras una prolongación de Andone y meter el pase de la muerte al punta, que sólo tuvo que empujarla. Máxime cuando poco antes el cuadro de Zinedine Zidane había sido incapaz de convertir dos acciones tan francas como la que le bloqueó Rubén a Cristiano Ronaldo y la inmediata que estrelló Marcelo contra el palo.

Sorteó esta vez la tentación el Real Madrid con un arranque de coraje que volvió a meterle con premura en el partido y que acabó conduciéndole a un repaso monumental al Deportivo, que pagó muy caras las ausencias que presentaba en defensa y que prolongó su mala racha en el coliseo de Chamartín, donde ha caído en sus once últimas visitas.

Habían salido los blancos con mucha intensidad y una rápida circulación de la pelota. Zidane, con Benzema ya en la recámara, optó por preparar la restauración del tridente situando a Borja Mayoral de ariete y recostando a Cristiano a la izquierda y a Bale a la derecha, como en los mejores tiempos de la BBC. Logró con ello un dominio estéril, con acometidas por las bandas pero olvidando los pasillos interiores. El Dépor esperaba un fallo para salir en desbandada y en esas llegó el gol del cuadro gallego, que despertó los pitos de un Santiago Bernabéu que se temía otro desastre.

Acalló el murmullo Nacho con un tiro cruzado, en una acción que inició y terminó el central tras asociación con Kroos y Marcelo. El ‘6’, que ya abrió la goleada ante el Sevilla en la jornada 15, abandonó hace tiempo su condición de meritorio. Hoy es comandante ‘in pectore’ de la zaga y uno de los baluartes más certeros a disposición de Zidane. Firmante también del último tanto ante el Dépor, acumula siete dianas entre la pasada campaña y la actual entre todas las competiciones, lo que le convierte en el tercer defensa de la Liga más realizador, por detrás de las once de Sergio Ramos y las ocho del hoy realista Diego Llorente.

El futbolista más letal, con todo, es Bale, al que le han bastado unas pocas apariciones para erigirse en el máximo artillero del cuadro de Chamartín en Liga, igualado con Cristiano. Mientras el '7' reclamaba penalti tras un centro de Marcelo que acabó con el portugués por los suelos, el galés recogió la bola y la colocó al palo largo. Con un par de brochazos, ambos germinados en las botas del cuestionado Marcelo, el Real Madrid había arreglado ya un choque que apuntaba nuevamente a funeral y finalizó en jolgorio.

Restaba ver si los blancos, esta vez sí, serían capaces de cerrar el encuentro y no caer víctimas de un nuevo desfondamiento en la segunda parte. Cualquier duda la barrió Bale con un cabezazo tras un córner botado por Kroos que dejó en inútil la estirada de Rubén. Ésa y la que había provocado el saque de esquina, cuando el cancerbero le negó a Casemiro un tanto que ya cantaba el público.

El galés, que ya le había marcado al Dépor en la primera vuelta, acumula ocho tantos en seis partidos frente al cuadro coruñés, y ha sellado sus dos dobletes del curso ante los dos conjuntos gallegos que militan en Primera. Añadió también una asistencia para que Modric, con un derechazo milimetrado al palo que culminó una jugada que inició Cristiano, abrochase la goleada con su primer tanto de la campaña. Y aún quedaría espacio para la redención de Cristiano, que tras fallar una ocasión pintiparada, marcó dos goles más y se dejó media ceja en el segundo. La guinda, cómo no, la puso quien comenzó a preparar el pastel, Nacho.