Aspas mantiene al Celta en la pelea por Europa y aleja al Betis

Los celestes atraviesan su mejor momento desde que el técnico navarro relevó a Berizzo en su banquillo, pues con diez puntos de los últimos doce en juego, se han despegado de la zona peligrosa y ya miran de reojo los puestos de Liga Europa, el objetivo que se marcaron al principio del curso y por el que también suspira el Betis de Quique Setién.

A ambos técnicos les costó imponer su sello en Vigo y Sevilla, aunque quizás más a Unzué, por los recientes éxitos que logró el Celta de Berizzo, con dos semifinales de la Copa del Rey de manera consecutiva y otra de la Liga Europa el pasado curso.

En la madurez de los celestes ha influido, notablemente, el gran momento de forma de Iago Aspas, pero también la solidez que ha ido ganando el equipo en las últimas semanas. El Celta ha sabido adaptarse a sus urgencias y, por momentos, renegó de su estilo para desarmar a su rivales con rápidas transiciones y mucho orden defensivo.

A ello ha contribuido que Unzué parece haber encontrado su once tipo, ya que Rubén Blanco se ha hecho con la titularidad en la portería; Hugo Mallo y Jonny son indiscutibles en los laterales; y las rotaciones en la línea defensiva se limitan al centro del eje de la zaga, donde Fontás ha perdido protagonismo en detrimento de Roncaglia, Cabral y, en menor medida, Sergi Gómez.

Una única pieza también acostumbra a mover en el centro del campo, donde Wass actúa en el costado derecho, Lobotka como organizador por dentro junto a Jozabed o "Tucu" Hernández; y Pione Sisto en la banda izquierda.

La lógica apunta a que Jozabed repita frente al Betis, pues Hernández acaba de salir de una lesión muscular. Y en punta, a la espera de que llegue el atacante que ha demandado Unzué y Emre Mor termine de explotar, el uruguayo Maxi Gómez y el internacional español Iago Aspas acumulan casi todos los minutos de juego.

A su vez, el conjunto que dirige Quique Setién interrumpió ante los azulgranas una buena dinámica y el estado de euforia que supuso en la afición dos victorias consecutivas, sobre todo la lograda hace dos jornadas en el campo del Sevilla (3-5) y que redondeó con el triunfo posterior ante el Leganés (3-2). Pese a ello, el Betis mantuvo un buen nivel ante el Barcelona la primera hora del partido y solo a raíz del 0-1 se desdibujó frente al poderío del rival.

El preparador cántabro ha tenido una semana completa para trabajar la visita al Celta, al que, de ganar, superaría en la tabla para seguir así con aspiraciones de luchar en ese grupo que quiere meterse en la zona europea.

Para el partido del lunes, en el que Setién ya podrá sentarse en el banquillo tras estar tres jornadas sancionado sin poder hacerlo, recupera de su lesión el lateral derecho Antonio Barragán. Siguen de baja los dos lesionados de larga duración, el extremo costarricense Joel Campbell y el delantero paraguayo Tonny Sanabria.

La vuelta de Barragán abre la incógnita de quien ocupará el lateral derecho después de que el canterano Francis Guerrero lo haya hecho bien en la ausencia del compañero.

El guardameta Antonio Adán, con molestias de pubis en las últimas semanas, también está en la convocatoria, al igual que el central marroquí Zou Feddal, otro con problemas físicos que no le impiden viajar.

El equipo será muy parecido al de las pasadas jornadas, con jugadores en la zona de creación como el mexicano Andrés Guardado, Fabián Ruiz, Joaquín Sánchez, Cristian Tello o el delantero Sergio León.

Real Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral o Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Wass, Lobotka, Jozabed, Pione Sisto; Iago Aspas y Maxi Gómez.

Real Betis: Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Guardado, Javi García, Fabián Ruiz; Joaquín, Tello; y Sergio León.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano).

Estadio: Balaídos.

Horario: 21.00 h.

El Celta de Vigo alargó su buena racha tras vencer este lunes por 3-2 al Betis en un partido entre candidatos a Europa que desniveló Iago Aspas con dos goles, uno en el arranque y otro en la recta final, y en el que el mexicano Andrés Guardado recortó distancias desde el punto de penalti en el descuento.

El Celta demostró tener bien estudiado al Betis. Buscó, con éxito, ahogarlo en la salida de balón, no dejar respirar a sus futbolistas de creación. Presionó con agresividad, agrupó las líneas al máximo y no dudó en jugar en largo, siempre buscando al uruguayo Maxi Gómez, cuando se sintió amenazado en defensa.

De esa asfixiante presión obtuvo la recompensa del gol en el minuto 14: Adán conectó con Javi García, al que el serbio Nemanja Radoja presionó al borde del área lo suficiente para que le entraran las dudas y el balón llegara a Iago Aspas, que no desaprovechó el regalo para superar, con un sutil remate con la zurda, al meta Adán.

Fue un castigo excesivo para un Betis que había salido a explotar la profundidad de sus dos laterales, especialmente de Barragán por la banda derecha. El mexicano había rozado el gol antes del minuto diez en dos ocasiones: en la primera su remate se le fue alto; en la segunda, tras un centro precisamente de Barragán, su remate tocó en Sergi Gómez y se fue a córner.

Con el 1-0, al Celta no le importó darle el balón a su rival. El equipo de Unzué ha aprendido a sufrir replegado para intentar matar a sus rivales con sus rápidas transiciones. No lo consiguió ante el Betis antes del descanso pero tampoco sufrió.

Y tras el paso por los vestuarios destrozó a los verdiblancos con quince minutos de un gran fútbol, en los que Maxi Gómez dispuso de tres claras oportunidades: en las dos primeras se encontró con un inspirado Adán; en la tercera el portero del Betis ya no pudo hacer nada ante el potente cabezazo del delantero uruguayo.

Ese gol reactivó al Celta, dinámico, lanzado a por el tercero. El Betis había desaparecido del partido. Pero a falta de veinte minutos se encontró con un gol de Sergio León que le hizo soñar con puntuar en Balaídos. Se lanzó y otro error lo penalizó, tras una rápida transición, en la que intervinieron Aspas, Maxi y Brais, finalizada por el internacional español.

Parecía sentenciado el choque pero un penalti en el primer minuto del tiempo añadido, transformado por Andrés Guardado, empujó al Betis a volcarse en busca de un empate que no llegó.