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Jude Bellingham felicita a Kylian Mbappé tras uno de los goles del francés en Valladolid. efe
Jornada 21

Mbappé consolida el liderato del Madrid en Zorrilla

Un 'hat-trick' del francés propicia una victoria plácida del equipo blanco, que a medio gas doblega al colista Valladolid

Sábado, 25 de enero 2025, 23:10

El fútbol, el deporte más impredecible posible, cumplió en el José Zorrilla con cualquier previsión mediante una plácida victoria del Real Madrid, más líder por el empate previo entre Atlético y Villarreal, ante el colista Valladolid. Ni siquiera necesitó emplearse a fondo el conjunto blanco para doblegar la escasa resistencia de un rival en apuros, tumbado por el primer 'hat-trick' blanco de Mbappé, definitivamente reconciliado con la determinante versión que le convirtió en objeto de deseo madridista durante tantos y tantos años.

Al francés se le caen los goles últimamente, pero más allá de tres tantos más en una cuenta liguera que asciende ya a 15 y le pone a uno del pichichi Lewandowski, el duelo en Pucela confirmó la consolidación de una sociedad con Bellingham que promete muchos frutos. Ambos combinaron con criterio y desarbolaron el planteamiento de un adversario en las antípodas, al que la resistencia le duró un suspiro.

Valladolid

Hein, Luis Pérez, Javi Sánchez, David Torres, Lucas Rosa, Anuar, Mario Martín, Amallah, Iván Sánchez (Kike Pérez, min. 62), Marcos André (Latasa, min. 79) y Sylla (Chuki, min 86).

0

-

3

Real Madrid

Courtois, Asencio (Alaba, min. 68), Tchouaméni, Rüdiger, Fran García, Ceballos (Modric, min. 68), Valverde (Loren Aguado, min. 92), Brahim, Bellingham, Rodrygo (Güler, min. 73) y Mbappé (Endrick, min. 92).

  • Goles 0-1: min. 30, Mbappé. 0-2: min. 57, Mbappé. 0-3: min. 93, Mbappé, de penalti.

  • Árbitro Busquets Ferrer (Comité Balear). Amonestó a Amallah, Bellingham, Ceballos y Mbappé. Expulsó por doble amarilla a Mario Martín, min. 90.

  • Incidencias Partido de la jornada 21 de Liga disputado en el José Zorrilla ante 26.025 espectadores.

Y eso que todo comenzó con una intervención providencial de Courtois, espléndido de reflejos ante el cabezazo en el primer palo de David Torres. Semejante inicio, que prometía una emoción posteriormente diluida por la palmaria superioridad blanca, no alteró a un Real Madrid muy paciente en la construcción de la jugada, casi indolente por momentos. Le faltaba una marcha más para romper el entramado defensivo pucelano con Bellingham, el hombre clave entre líneas, aparentemente controlado. Así, con el Valladolid replegado, el duelo se atascó, anodino en la insistencia del conjunto blanco para jugar por dentro.

Le costaba al Madrid encontrar las ocasiones mientras su rival se topaba en una acción mucho más simple con un disparo lejano de Sylla, que puso en ciertos apuros a Courtois. Tomó nota de la básica fórmula Rüdiger, con otro chut muy lejano que se envenenó y dio lugar al córner con el que el equipo de Ancelotti avisó mediante un testarazo de Tchouaméni ligeramente alto. Tras estos primeros avisos, el Madrid acabó encontrando la grieta de forma mucho más barroca, a través de una fantástica pared entre Bellingham, abrelatas, y el desatado Mbappé, con una definición supersónica marca de la casa.

Comodidad

El gol incidió en la comodidad del líder de la Liga para dominar el duelo a su antojo. Se jugaba en la frontal del colista, al que se le vinieron encima los fantasmas de una situación convulsa sobre el césped y lejos de él, con la amenaza de dimisión del técnico Diego Cocca y el profundo malestar de la grada por la deficiente gestión de Ronaldo durante toda su etapa al frente del club.

A tenor de la dinámica de partido, y pese a la sensación de que el Madrid no había necesitado en ningún momento elevar la marcha, la mejor noticia para el Valladolid fue alcanzar el descanso sin más daño que la mínima desventaja, que dejaba abierto el duelo.

El arreón inicial del Valladolid tras la pausa, fruto del coraje y también de la necesidad, confirmó que el partido todavía estaba vivo si el Madrid caía en la trampa de la autocomplacencia. Esta duda la despejó de un plumazo el segundo gol de Mbappé. Ceballos lanzó la contra y Rodrygo condujo y asistió al francés, que hizo el resto ajustando su remate al poste para encarrilar la victoria que consolidaba el liderato blanco.

Con todo resuelto, pues ni el Madrid quiso hacer daño ni el Valladolid tenía argumento alguno para la rebelión, la última media hora se convirtió en la perfecta escenificación de un pacto de no agresión que solo desafió el penalti de Mario Martín sobre Bellingham. Desde los once metros Mbappé rubricó su primer 'hat-trick' como jugador del Real Madrid y se situó a un solo tanto de Lewandowski en la pelea por el Pichichi.

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