El Barça cumple y ya piensa en la final de Copa

El Barça cumplió este martes frente al Mallorca y llegará lanzado a la final de Copa. El conjunto que dirige Hansi Flick se impuso al equipo balear por la mínima en un partido marcado por la falta de pegada de los azulgranas. El tanto de Dani Olmo al inicio de la segunda mitad fue suficiente para desequilibrar la balanza de un duelo de claro dominio culé y para meter presión a un Real Madrid que volverá a empezar una nueva final por la Liga a siete puntos de distancia del eterno rival.

Y eso que el Barça comenzó con un ojo en el Mallorca y otro en la final copera del sábado en Sevilla. Flick dio descanso a Cubarsí, Koundé, Gerard Martín, Frenkie de Jong y Raphinha y puso un once en el que destacaba la presencia de Ansu Fati. Desde octubre no era titular y se le pudo ver participativo en unos primeros compases en los que los azulgranas quisieron tener el control, pero en el que vieron cómo el Mallorca amenazaba con contínuos envíos a la espalda de Héctor Fort, lateral zurdo.

Fue un inicio que sirvió para que el Barça le cogiera el pulso al encuentro. Pedri se puso a los mandos y comandó un recital que orbitó en torno a su figura. Los culés asediaron al Mallorca gracias a las apariciones entre líneas de Dani Olmo y también con Lamine Yamal omnipresente. Solo Leo Román fue capaz de sostener a los de Jagoba Arrasate ante un aluvión local, en el que se multiplicaron las ocasiones. Ferran Torres, Lamine Yamal, Dani Olmo, Ansu Fati y Gavi se toparon con el portero del Mallorca y acabaron frustrados una primera parte en la que los números hablaron por sí solos. Los de Flick firmaron un 78% de posesión y 24 remates, aunque cero goles.

Tras la reanudación el Barça siguió en modo apisonadora. Los culés no solo monopolizaban la pelota, sino que la jugaban a tal velocidad que el Mallorca perseguía sombras. La movilidad de Lamine Yamal y Dani Olmo era una pesadilla y en una de esas el centrocampista de Tarrasa encontró un resquicio para inaugurar el marcador con un disparo al palo largo. Fue la consecuencia lógica de un partido que se jugó en una sola dirección.

Lo sabía Flick, que se afanaba para que los suyos no bajaran el ritmo y cerraran el encuentro. Con esa idea movió ficha con la entrada de Fermín, Raphinha, Gerard Martín y Pau Víctor y los culés siguieron con un recital de pases en el que Pedri flotaba. El canario vive el mejor momento de su carrera y fue una vez más la gran atracción en un Lluis Companys que vive prendado de su talento. Colgados de él y marrando aún más ocasiones, los azulgranas sellaron un triunfo por la mínima que sirve para aventajar de nuevo en siete puntos a un Real Madrid al que solo le valdrá ganar este miércoles en Getafe para seguir vivo en la pelea por la Liga.