EFE
Vigo
Domingo, 26 de enero 2020, 10:38
Una sola victoria en las últimas doce jornadas han convertido el duelo de este domingo contra el Eibar en la primera «final» por la permanencia para el Celta de Vigo, incapaz de enderezar su rumbo pese al relevo en su banquillo.
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No hay margen de ... error para el conjunto dirigido por Óscar García Junyent, que sigue sin celebrar una victoria en Balaídos. Su único triunfo en Liga como técnico celeste llegó en Villarreal, hace ya más de dos meses.
La situación es tan dramática que la directiva del Celta promovió un recibimiento al equipo a su llegada al estadio. Busca el efecto que tuvo la pasada temporada «A Nosa Reconquista», aunque aquella campaña estuvo marcada por una promoción de entradas gratuitas para los abonados y precios asequibles para el público que ahora no se repite.
No se espera, por tanto, una gran entrada en Balaídos, pese a que el Celta se juega la vida. Ganar supondría meter al Eibar en la pelea por eludir el descenso; empatar o perder aumentaría las dudas y dejaría a los de Mendibilar a seis o más puntos, además de perder el «gol-average» particular.
Óscar García recuperará su once de gala después de dar una oportunidad a los menos habituales en la Copa. De la eliminación ante el Mirandés nadie habla. El fracaso copero ha quedado en un segundo plano. La final de mañana lo absorbe todo.
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Rubén Blanco actuará en la portería. En la línea defensiva sólo hay una duda: quién ocupará el lateral derecho. Hugo Mallo, recuperado de la pubalgia que le impidió jugar ante el Athletic, apunta a la titularidad, con Kevin Vázquez en la récamara. La dupla Murillo-Araujo repetirá en el centro del eje.
El segundo refuerzo invernal, el internacional croata Filip Bradaric, entrenó esta mañana pero no será de la partida. El doble pivote será para Okay Yokuslu y Beltrán. Por delante, Pione Sisto ocupará la banda izquierda, Santi Mina la derecha y Rafinha actuará por detrás de Iago Aspas.
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El Eibar, tras la dolorosa eliminación copera ante el Badajoz, necesita recuperar su mejor versión, aquella que le sirvió para ganar al Atlético en Ipurua, en su visita al Celta en Balaídos.
Un partido que puede valer más que tres puntos en la lucha por la permanencia en la que ambos equipos se encuentran inmersos, ya que una victoria armera alejaría hasta los nueve puntos a los celestes, mientras que perder significaría volver a sufrir en la zona baja de la tabla.
Las bajas siguen siendo la principal noticia en un Eibar que recupera para la convocatoria a Pape Diop, aunque no parece probable que pueda ser de la partida de inicio.
Cote, Orellana e Inui, que descansaron en Copa, se antojan titulares con la duda de la punta de lanza, aunque una dupla con Enrich y Charles parece lo más lógico.
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La afición armera también tendrá su representación en la grada, en una plaza que siempre ha gustado a los armeros y en la que se ha producido un bonito hermanamiento entre aficiones.
El Celta de Vigo alargó su mala racha de resultados con un empate sin goles ante el Eibar, que realizó un notable ejercicio defensivo para sumar un punto que le permite mantener la distancia de seis puntos, más el «gol-average particular», sobre un rival directo en la pelea por eludir el descenso.
El Celta tiene un problema con el gol. Este mediodía volvió a demostrarse. Generó numerosas ocasiones, pero fue incapaz de materializarlas. Dominó siempre a un Eibar replegado, esperando su ocasión para dañar a un rival ansioso, acelerado por la necesidad de ganar.
El equipo de Óscar García Junyent tuvo el balón, abrió su juego a las bandas para encontrar soluciones ofensivas, pero no le fue suficiente. Y eso que disfrutó de oportunidades, la más clara sobrepasado la media hora después de que Fran Beltrán quedara solo ante Marko Dimitrovic. El serbio despejó con el pecho su tiro, el rechace cayó a los pies de Santi Mina y su disparo, cuando Balaídos ya cantaba el gol, lo sacó bajo palos Pedro Bigas.
El Eibar tenía claro su plan de partido. Sufrió por momentos ante un Celta, pero no varió nada. Continuó con las líneas juntas, ahogando a los centrocampistas celestes en la zona de creación y esperando que llegase su momento.
Celta
Rubén Blanco; Kevin Vázquez (Hugo Mallo, min.74), Murillo, Araujo, Olaza; Beltrán, Okay; Santi Mina (Denis Suárez, min.72), Rafinha, Pione Sisto (Toro Fernández, min.60); Aspas.
0
-
0
Eibar
Dimitrovic; Tejero, Burgos, Bigas, Cote; Sergio Álvarez (Cristóforo, min.52), Edu Expósito; Pedro León (Diop, min.74), Orellana, Inui (De Blasis, min.64); Sergi Enrich.
árbitro: González González (castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Iago Aspas por parte del Celta de Vigo.
incidencias; Encuentro correspondiente a la vigésima primera jornada de LaLiga disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.490 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memorial Manuel Argüelles (responsable de acceso durante 50 años del Celta) y Antonio Reboreda (abonado número 6 del Celta).
En la primera parte el equipo gallego pudo marcar tras un centro de Kevin Vázquez que no encontró rematador (min.24); en una acción individual de Aspas (min.31); y con un disparo lejano de Pione Sisto, tras un error de Burgos en la salida, que desvió un seguro Dimitrovic (min.37).
No varió el guión en el segundo tiempo. El Celta continuó volcado, pisando el área rival, pero sin acierto en la finalización. El danés Pione Sisto, con un disparo cruzado, Iago Aspas en dos ocasiones y Rafinha amenazaron a Dimitrovic, que se lució poco después ante un tiro con mucha intención de Aspas (min.64).
Okay y Fran Beltrán eran dueños del centro del campo. El Eibar siguió metido en su campo. Óscar García introdujo al delantero uruguayo Toro Fernández para llevar a Aspas a la banda de Pione Sisto. Hubo pitos para el técnico por esa decisión, además de un enfado monumental del extremo danés en el banquillo.
El Celta daba muestras de agotamiento, y el Eibar buscó golpearle a la contra. Enmudeció Balaídos con un par de carreras de Cote, aunque fue Murillo quien rozó el gol con un remate que se estrelló en el larguero a falta de diez minutos para el final. No fue la última. Rafinha en el minuto 88 tuvo otra clara tras un pase de Aspas. Se le fue alto el remate con el interior. No era la tarde de los celestes. Empate sin goles que sabe a poco a los celestes, que pidieron un penalti en el descuento por una caída de Denis Suárez ante Dimitrovic.
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