El Celta juega pero el Atlético golpea

A expensas de los resultados de los test a los que fue sometida toda la plantilla del Celta tras conocerse el positivo de Aidoo, la convocatoria del equipo gallego quedó reducida a 23, con Iago Aspas y Nolito como principales amenazas para el Atlético, que salvo sorpresa alineará en ataque a la pareja formada por Diego Costa y Luis Suárez, con Joao Félix como presumible suplente. También se estrenará ya con el Atlético, incluso como titular, el uruguayo Lucas Torreira, sustituto de Thomas Partey, aunque otra gran novedad sería ver arriba juntos desde el principio a Costa y Suárez, una posibilidad que por el momento no ha probado Diego Pablo Simeone, quien reclamó este viernes a Joao Félix, «el compromiso, la intención y la ilusión» mostrada con la selección portuguesa.

«Veremos en qué momento, en qué situación y en qué estado de forma está cada uno para poder compartir campo», respondió el técnico argentino cuando se le preguntó si pueden jugar juntos Joao Félix, Diego Costa y Luis Suárez. Los jugadores que ni siquiera entraron en la lista de 22 de Simeone fueron los lesionados Sául, Giménez, Lodi y Vrsaljko.

El entrenador del Celta también estaba pendiente del estado físico «de cuatro o cinco jugadores» tras largos viajes con sus selecciones e incorporarse a un equipo que, casualmente, al igual que el Atlético, no ha visto puerta en sus dos últimos partidos, en sus derrotas ante el Barça y Osasuna. Además, en defensa, además de quedarse sin Aidoo, el Celta tiene las bajas de sus dos laterales derechos, Hugo Mallo y Kevin Vázquez, por lo que el joven Sergio Carreira podría ocupar ese puesto, para intentar frenar no solo a Lemar, sino también a la peligrosa dupla Costa-Suárez.

Se reencontró el Atlético con la victoria en Balaídos al hacer valer el tempranero gol del determinante Luis Suárez, que ya suma tres, pero pagó un caro peaje por las lesiones de Diego Costa y el debutante Lucas Torreira ahora que, además, llega la Champions. No fue inferior ni mucho menos el Celta, pero le penalizó un mal comienzo y le volvió a maltratar su falta de gol. Si no marca Iago Aspas, nadie acierta en el equipo celeste de Óscar, ya cuestionado tras tres derrotas en serie. Superan los colchoneros en la tabla al Sevilla, un rival directísimo, pero ofrecen signos contradictorios. Salvo el día del Granada, son incapaces de completar un partido redondo. El 0-2 final, logrado con diez hombres tras un extraordinario tiro al travesaño de Joao Félix del que se aprovechó Carrasco, es excesivo para lo visto en tierras gallegas.

Casi siempre reservón, sorprendió Simeone con uno de esos planteamientos ofensivos que de vez en cuando realiza. Después de dos empates consecutivos a nada ante Huesca y Villarreal y tras el parón de selecciones, salió en Balaídos con Luis Suárez y Diego Costa juntos. Además, en las bandas Correa y Lemar, a quien el Cholo pretende recuperar para la causa tras no haberle podido traspasar. Estreno del uruguayo Torreira de pivote defensivo. Se esforzó el abnegado y pequeño internacional uruguayo, pero en muchas fases se vio superado por el notable juego entre las líneas rivales del Celta y acabó roto, dejando a su equipo en inferioridad en el tramo final. Jugadores como Nolito, Aspas y Fran Beltrán son difíciles de vigilar si uno no conoce bien LaLiga Santander.

Encontró premio muy pronto el Atlético a su valiente puesta en escena. Suárez ejerció de pistolero y remató de primera con la izquierda un gran pase de Manu Sánchez, el canterano que ocupó el lateral izquierdo en los colchoneros por la ausencia de Lodi. Fue una gran jugada en la que se asociaron también Koke y Lemar, de más a menos. En esos instantes parecía que un buen Atlético podría pasar por encima de un Celta tembloroso. Sin embargo, pronto cambió el panorama y los de Óscar se merecieron, con creces, igualar el partido antes del descanso. Les faltó la pegada que sí tuvo en el otro área Luis Suárez. Cuestión de presupuesto, de millones.

Hacía tiempo que no se le veía al Atlético sufrir tanto en las acciones de estrategia y permitir tantos contragolpes. Es lo que tiene también proponer partidos de ida y vuelta. Avisó Aspas tras un saque rápido de falta que acabó con un tiro a las manos de Oblak, igual que un cabezazo de Santi Mina tras un golpeo de Olaza. Poco después, el joven Carreira, lateral derecho por necesidad en los locales, definió con un remate al palo una combinación excepcional que inició Aspas. Oblak evitó también un gol cantado de Fontán, que se asustó al quedarse a mano a mano con el esloveno. Salvo Savic y Oblak, la zaga del Atlético hacía aguas. Y en ataque el equipo no volvió a aparecer hasta un intento de gol olímpico de Lemar que acabó en el travesaño.

Costa pudo haber sido expulsado por tirarse para intentar forzar un penalti, pero el árbitro le perdonó la segunda amarilla. Hubiera sido mejor para él en el plano personal que la lesión que se produjo en el inicio de la segunda parte. Se quedó seco, tocándose la parte posterior del muslo, tras una arrancada. Pudo aún asistir en esa jugada a Suárez, que esperó demasiado en atacar el balón y permitió lucirse a Iván Villar. Entró Joao Felix y, de paso, Felipe en lugar de Manu, pasando Hermoso al lateral. No sujetaba el Atlético la situación y Simeone tiró de músculo, de velocidad, con Carrasco y Llorente, dos puñales. Pudo sentenciar pronto el exmadridista tras un buen reverso, pero al Atlético le tocó sufrir hasta esa genialidad de Joao Félix cuando el duelo agonizaba.