Borja Mayoral vuelve al escenario de su primer 'no gol'

Corría la vigesimoséptima jornada de la campaña 2015-2016 y el Real Madrid visitaba el Ciutat de Valencia diezmado por las bajas de Marcelo, Modric, Bale y Benzema, por lesión, y de Carvajal y Sergio Ramos por lesión. El impulso que había proporcionado al equipo la llegada de Zinedine Zidane al banquillo se había visto mitigado con el empate ante el Málaga y la derrota frente al Atlético en los dos choques previos. El Barça parecía inalcanzable y hasta el tercer puesto peligraba. Las ausencias y el mal desempeño del bloque llevaron al técnico a encomendarse a un once con muchos suplentes para medirse a un Levante que penaba como colista. Con Bale y Benzema en la enfermería, acudió a Lucas Vázquez y Borja Mayoral para completar el tridente junto a Cristiano Ronaldo. Envidó con el gallego y el parleño y ambos resultaron cruciales para doblegar al conjunto granota, que salió respondón.

El Real Madrid se agarró a la efervescencia de Lucas Vázquez para reponerse al brío inicial de un Levante que puso a prueba a Keylor Navas mientras Cristiano Ronaldo marraba hasta tres buenas ocasiones. El de Curtis provocó un penalti que permitió al luso desquitarse ya rebasada la media hora. Cuatro minutos después de la pena máxima transformada por el ‘7’, los visitantes se ponían franco el encuentro gracias a una notable transición iniciada por el extremo y que acabó con un latigazo de Borja Mayoral previa asistencia de Danilo. La cepa del poste repelió el derechazo del ariete, con tan mala fortuna para el cuadro local que el esférico golpeó en la espalda del portero Mariño y se introdujo en la portería.

El canterano estaba eufórico. Cuatro meses antes había debutado con el primer equipo ante la U.D. Las Palmas. Apenas tres minutos de la basura a los que sumó medio tiempo en el que fue su primer derbi ante el Atlético cuatro días después de firmar un doblete ante el Manchester City en la Youth League. La titularidad ante el Levante fue el premio a su semana mágica, pero cualquier dulce le resulta insípido a un delantero sin la guinda del gol. Borja Mayoral, que por entonces portaba el dorsal ‘29’ lo celebró como propio y se lo reclamó con insistencia a De Burgos Bengoetxea mientras colegiado y futbolistas se retiraban a vestuarios. No hubo forma de convencer al árbitro bilbaíno, que se lo apuntó en el acta a Mariño.

Al término de aquella campaña, y con seis partidos con el primer equipo a sus espaldas, el punta hizo las maletas y viajó a Alemania. Una cesión al Wolfsburgo con la que los blancos esperaban foguear en la Bundesliga a otra de las perlas de La Fábrica. Pero el resultado fue muy distinto al obtenido con Dani Carvajal. Borja Mayoral disputó 20 partidos con el cuadro bávaro. Sólo anotó dos dianas, ante el Hertha y el Werder Bremen. Volvió con la moral tocada pero contento por la confianza que en él depositó Zinedine Zidane, que ya le había tutelado en el Castilla.

El francés apostó por el parleño para cubrir las bajas de Mariano y Morata. Y el 17 de septiembre de 2017, año y medio después de su ‘no gol’ ante el Levante, por fin selló su primer tanto oficial con la elástica del Real Madrid. Lo hizo ante la Real Sociedad en Anoeta, donde inauguró el marcador y propició también el segundo gol del cuadro visitante, cuya autoría correspondió a Kevin Rodrigues en propia puerta. Entonces ya no hubo lamentos. El joven se reivindicó con su actuación. Desde entonces, otros 16 partidos y cuatro goles más en su cuenta, incluyendo un doblete ante el Fuenlabrada en Copa que le permitió al cuadro merengue salvar los muebles en la Copa antes de la debacle frente al Leganés. Crédito con el que el ariete aguarda su nueva visita al Ciutat de Valencia.