El Barça se convierte en el rey del mercado

«Si crea inquietud en nuestros perseguidores es que lo estamos haciendo bien», subrayó la pasada semana Joan Laporta en Nueva York al ser preguntado por el gran desembolso del club blaugrana. Y es que el Barcelona ha pasado en muy pocos meses de la ruina absoluta en el apartado económico a tirar la casa por la ventana. El Barça ha desembolsado ya en este mercado de fichajes 45 millones de euros por Lewandowski, 58 por Raphinha y 50 por Koundé, unas cifras fijas que elevan el gasto hasta 153 millones y que podrían irse hasta los 185 en caso de que estos tres refuerzos cumpliesen con todas y cada una de las variables que el club presidido por Laporta dejó adjuntas en sus respectivos traspasos.

Estas cifras sitúan al Barcelona como la entidad que más se ha gastado en fichajes a lo largo y ancho de todo el planeta. Los 153 millones del Barça están por delante de los 137,5 que ha desembolsado el Bayern de Múnich en Matthijs de Ligt (67), Sadio Mané (32), Mathys Tel (20) y Ryan Gravenberch (18,5). El club alemán es el más inmediato perseguidor del Barça en una lista en la que de nuevo la Premier League vuelve a evidenciar el músculo exhibido en los últimos años. Hasta seis clubes de la liga inglesa llegan tras los germanos. El Arsenal es tercero con 132,06 millones y después aparecen Manchester City, Leeds, Tottenham Hottspur, Nottingham Forest y Chelsea. El 'top 10' lo completan el PSG y el West Ham.

El milagro económico del Barça tiene su explicación en las famosas 'palancas' económicas de Joan Laporta. El máximo mandatario culé llevó a asamblea extraordinaria en julio una votación para vender el 25% de los derechos televisivos para los próximos 25 años y el 49% de BLM, sociedad encargada de explotar el negocio de retail del club. La propuesta fue aprobada y el Barça ya ha conseguido vender la primera parte a Sixth Street por 522,5 millones, una cifra con la que los azulgranas salvaron el curso económico y decidieron invertir una cantidad aproximada de 200 millones en fichajes. «Esto nos permitirá devolver la deuda de forma razonable y construir un equipo competitivo», aseguró Laporta.

Y así ha sido. El Barça ha entrado en el mes de agosto no solo habiendo realizado fichajes de peso para reforzar la plantilla, sino además, sin desprenderse de jugadores importantes. Los culés tienen un balance negativo en este mercado de 127 millones de euros. Nadie en toda Europa ha vendido tan poco habiendo invertido tanto. El Arsenal que dirige Mikel Arteta tiene un balance de -117 millones, seguido de West Ham, Nottingham y Chelsea. El club catalán presenta ese saldo después de haberse encontrado hasta ahora con un bloqueo alarmante en la operación salida. Xavi Hernández no cuenta con Neto, Umtiti, Riqui Puig y Braithwaite, jugadores apartados, por quienes el Barça espera percibir ingresos, mientras que la directiva culé ha puesto en el mercado a Frenkie de Jong y Memphis Depay, por quienes el plan es recibir una cifra cercana a los 100 millones. A día de hoy solo han entrado en la caja culé 20 millones por Coutinho, tres por Mingueza y tres más por la cesión de Trincao.

Los fichajes de Lewandowski, Raphinha y Koundé, a los que se unen las llegadas a coste cero de Christensen y Kessié, suponen un punto de ruptura con la política de llegadas del club azulgrana en los últimos meses. La pasada temporada el Barça, ya inmerso en una profunda crisis económica, finalizó el mercado de verano con la única incorporación con gasto de Emerson Royal, jugador que fue traspasado por 25 millones al Tottenham. Junto a él llegaron gratis Memphis Depay, Eric García, Sergio Agüero y Luuk de Jong.

Ese bueno, bonito y barato sufrió su primer giro en invierno con Ferran Torres, por el que el Barça pagó 55 millones al Manchester City, y con Aubameyang, que llegó, eso sí, a coste cero. Los culés cerraron el curso con 70,55 millones de euros de inversión y con 69,5 ingresados por las ventas de Emerson, Junior Firpo, Todibo, Aleñá y Monchu y las cesiones de Rey Manaj y Antoine Griezmann. Este verano se ha roto ese equilibrio y solo las ventas de Frenkie de Jong y Memphis Depay podrían amortiguar un balance tan descompensado.