El Atlético va como un rayo a la caza del Real Madrid

Desde su eliminación en Copa, precisamente ante los de Ancelotti, los del Cholo han sumado en todos los partidos del campeonato doméstico, con ocho triunfos y dos empates en las jornadas posteriores a la derrota ante el Madrid. Doche fechas sin hincar la rodilla, desde que el pasado 8 de enero cayeran ante el Barcelona (0-1).

La afición del Rayo recibió a su equipo desplegando pancartas con los mensajes 'Valentía', 'Coraje' y 'Nobleza'. Están acostumbrados en Vallecas a apretar al contrario dese el pitido inicial y más en un derbi capitalino. El Rayo es un equipo ordenado y obliga al rival a darlo todo si quiere adueñarse del balón. Los primeros compases, como era de prever, fueron una constante de los visitantes buscando por dónde meter mano a los de Iraola, que tenían claro que lo ideal era buscar la espalda de los laterales. En los franjirrojos volvía un puñal por la banda como Álvaro García, uno de los jugadores más rápidos de Primera División, y ahí estaba el asunto mientras en las áreas no ocurría nada hasta que por el lado contrario, el Atlético salía con Carrasco y Griezmann con velocidad; el francés se la ponía a Morata y el balón, tras un rebote, llegaba a Nahuel Molina, que definió cruzado ante Dimitrievski. Tras marcar el gol, el lateral argentino fue hasta el banquillo para celebrarlo con una camieta de Ángel Correa, ausente en duelo por el reciente fallecimiento de su madre.

No se habían terminado de colocar los jugadores del Rayo cuando un córner botado al segundo palo lo aprovechaba Mario Hermoso para poner el segundo. En un abrir y cerrar de ojos., el central se imponía por arriba y aprovechaba una dubitativa salida del portero rayista. Dos golpes consecutivos para dejar K.O. a los de Iraola, que intentaron reaccionar con un disparo de Unai López y una internada de Comesaña que se atrevió a pedir penalti tras un forcejeo con De Paul. Querían crecer los de Vallecas pero no llegaban a precisar las combinaciones en campo rival. Griezmann lideraba la orquesta del Atlético, que cada vez que salía al ataque tenía al francés en el punto intermedio para apoyar a sus compañeros. Óscar Valentín puso a prueba a Oblak, que desvió a córner un misil del centrocampista. El guardameta esloveno siempre está cuando se le requiere y ante el Rayo escribió una nueva página en la historia de su equipo, al convertirse con 390 partidos en el extranjero que más veces ha defendido el escudo de la osa y el madroño. Toda una leyenda el portero, que en el anterior partido contra el Betis había igualado la marca del uruguayo Diego Godín.

En la reanudación pareció increíble que no anotara el Rayo: Cuando podría rematar Fran García le pegó de cabeza hacia atrás; y un minuto después era Comesaña el que lo intentaba. Daban las cara los locales pero los visitantes tenían la situación bien controlada. Iraola movió la pizarra con un triple cambio en el que dijo adiós a un desafortunado Raúl de Tomás para dar entrada a Camello, jugador que se formó en el Atlético de Madrid y equipo al que sueña volver.

Las malas noticias se sucedían para un Rayo que no se achantaba, con una roja directa a Lejeune por un agarrón a Morata cuando encaraba solo hacia portería. Duro panorama para los franjirrojos en inferioridad numérica. Las iba a tener el Atlético a la contra y con un jugador más. Morata erró ante Dimitrievski en una ocasión de oro antes de marcharse por el canterano Pablo Barrios. El Rayo ponía garra y jugaba en el filo del precipicio ante un rival que le castigaba corriendo. A la contra la volvió a tener Lemar y Griezmann, que trató de regatear al portero. Se resistía el tercero y el Rayo, a pecho descubierto, ponía la emoción a los minutos finales con un golazo de Fran García. El lateral vallecano disparó potente, raso y cruzado para ponerle picante a un duelo en el que los rojiblancos jugaron con fuego al final ante un Rayo que con la derrota ve desvanecerse su ilusión continental tras encadenar una racha de ocho partidos sin ganar que aún así le mantienen cerca de la permanencia, su objetivo real y principal. A falta de diez jornadas para concluir la Liga, los de Vallecas son novenos con 37 puntos, a ocho de la sexta plaza del Betis y diez por encima del descenso que marca el Valencia.