Tres días antes de jugar en San Siro contra el Milan en la Champions, el Atlético afronta este sábado su segunda salida consecutiva contra un rival que no ha puntuado en la Liga. En este caso, el Alavés, que según Diego Pablo Simeone «ha competido ... muy bien» desde que Javi Calleja se hizo cargo del banquillo vitoriano pero que, al igual que el Getafe, ha perdido todos los partidos que ha disputado en este inicio de campeonato. Después de imponerse con sufrimiento en el Coliseum, con remontada en el minuto 91, con un jugador más gracias a un doblete de Luis Suárez, el vigente campeón se enfrenta al colista en Mendizorroza. En este estadio también ganó la pasada temporada el Atlético por 1-2, con un gol de Luis Suárez en el 90', cuando Pablo Machín aún era entrenador del Alavés.
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Mientras que el conjunto blanquiazul lleva este curso en casa un 1-7 en contra en tres partidos, el Atlético ha ganado a domicilio los tres que ha disputado casualmente por 1-2, y los dos últimos dando la vuelta al marcador y con victorias selladas a última hora, ya que antes de derrotar al Getafe en el minuto 91 triunfó frente al Espanyol en el 99'. Y tras dejar muy tocado a Míchel en el banquillo azulón, el Atlético puede complicar aún más la continuidad de Calleja en el babazorro, aunque el técnico del Alavés asegura que siempre se ha sentido «totalmente respaldado y querido». «El Alavés está necesitado, pero ha tenido un crecimiento muy bueno con su entrenador en el final de la temporada pasada», destacó este viernes Simeone, cuyo equipo no está dando buenas sensaciones en cuanto a juego y no oculta que el Atlético «tiene que mejorar».
Debe hacerlo sin excusas contra un Alavés que se ha conjurado para intentar salir del pozo y cuyo técnico reclama calma y «no tener miedo» frente al defensor del título. «Si miramos hacia atrás, lo único que podemos hacer es fustigarnos. El inicio de temporada ha sido malo, pero no voy a renunciar a la idea y voy a ir a muerte con ello», asegura Calleja, que recuerda que «todavía queda mucho por delante». «Lo vamos a sacar seguro», promete el entrenador madrileño, cuyo estado de ánimo «siempre es positivo». Sin embargo, la visita del Atlético supone una verdadera amenaza para este Alavés que solo lleva un gol a favor y ha encajado nada menos que once, con un partido aún por disputar ante el Villarreal.
El campeón sufrió este sábado su primera derrota de la temporada precisamente ante el Alavés, que no había sumado un solo punto después de sus cinco primeros partidos y recibía al Atlético de Madrid como colista de la Liga. El equipo de Diego Pablo Simeone cayó en Mendizorroza porque el equipo vitoriano golpeó muy pronto y los rojiblancos se estrellaron después contra un muro sustentado por una defensa de cinco que anuló todos los ataques de los colchoneros, volcados incluso con cuatro delanteros en la última media hora. Sin embargo, el Atlético no pudo ni siquiera marcar un tanto, porque el heroico y ordenado Alavés resistió hasta el final las embestidas de un rival escaso de juego, sin ideas, con debilidades defensivas y muy precipitado en el tramo final.
Acostumbrado en este inicio de campeonato a ganar por 1-2 y con remontadas sus partidos de Liga a domicilio y, de nuevo a remolque, lo fió todo el Atlético a la segunda parte y no dejó de intentarlo, pero fracasó, porque el Alavés tuvo un sobresaliente rendimiento defensivo. Con el conjunto vitoriano tan exigido y Javi Calleja en peligro, el Alavés firmó el partido soñado ante el defensor del título, al que esta vez ni le funcionaron las sustituciones ni los cambios de sistema.
Los defensas del Alavés, con Víctor Laguardia el frente, se erigieron en héroes ante la impotencia de los atacantes rojiblancos, sobrados de talento pero carentes de contundencia. Entre ellos, Antoine Griezmann, que jugó el encuentro completo pero volvió a estar muy gris. Como su equipo, que durante el primer tiempo no tiró ni una vez a portería y cuando quiso reaccionar tras el descanso fue incapaz de doblegar a un adversario encerrado y siempre sacrificado para frenar cualquier tipo de avalancha. Con una línea de cinco atrás y otra de cuatro por delante entregada a la contención, el Alavés ganó su primer partido y rompió la condición de invicto de un Atlético impotente que ya se quedado sin marcar un gol en tres de los ocho encuentros que ha disputado este curso, como le ocurrió frente el Oporto en la Champions y ante el Athletic en la Liga.
Alavés
Pacheco, Martín, Ximo Navarro, Miazga, Laguardia, Duarte (Tachi, min. 79), Moya (Pina, min. 79), Loum, Luis Rioja (Saúl García, min. 87), Miguel (Pellistri, min. 61) y Sylla (Joselu, min. 61).
1
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0
Atlético
Oblak, Trippier (Correa, min. 59), Savic, Felipe, Hermoso (Herrera, min. 61), Carrasco (Lodi, min. 59), Llorente (Vrsaljko, min. 74), Kondogbia (Cunha, min. 59), De Paul, Griezmann y Luis Suárez.
Gol: 1-0: min. 4, Laguardia.
Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Tarjetas amarillas a Savic, Sylla, Loum, Trippier y Kondogbia, que no podrá jugar el próximo sábado contra el Barça en el Metropolitano.
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de Liga, disputado en el estadio de Mendizorroza. 9.836 espectadores.
El Atlético pagó muy caro su tempranero error a balón parado, cuando falló Savic y la cabeza de Laguardia encontró la red para dar aún más brío a un Alavés empujado por una afición que disfrutó ante el ejercicio de intensidad y capacidad de trabajo colectivo de su equipo. Calleja le dio una vuelta a su alineación, con hasta cinco cambios en el once que se enfrentó al Espanyol, y su plan tuvo un éxito inesperado, mientras que el de Simeone, ni de inicio ni cuando ya buscaba a la desesperada al menos un empate, no obtuvo ningún resultado y acrecienta las dudas. Así se llevó el Atlético un varapalo contra un Alavés que exhibió solidez defensiva y maniató a un Atlético sin claridad ni para crear ni para definir arriba y está confundido desde el regreso de Griezmann.
La falta de concentración de los rojiblancos tras un saque de esquina fue el preludio de otra primera parte anodina y sin espíritu de los colchoneros, contra un Alavés bastante más agresivo que tapó todos los espacios ante un fútbol tan estático y lento de los de Simeone. Cuando el Atlético puso una marcha más desde el principio de la segunda mitad, con la ambición que le faltó durante 45 minutos y la idea de atacar, no encontró más recurso que disparar desde fuera del área, y cuando se le acababa el tiempo, abusó con balones colgados al área. Tuvo el empate el Atlético en el minuto 53, pero Laguardia no solo dio tan importantísima victoria, sino que salvó también al Alavés en la línea de gol. Ya en el campo con Correa, cuando el Atlético estaba lanzado en ataque, llegó la primera intervención de Pacheco, en el minuto 69, pero si Loum y Pina no hubiesen perdonado entre medias, el triunfo del Alavés habría sido más amplio.
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