Rodrigo Errasti Mendiguren
Jueves, 22 de septiembre 2016, 18:04
A veces la estadística transmite mensajes. Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema han coincidido 138 minutos juntos en el campo esta campaña y por el momento no han conseguido marcar un sólo tanto. Ante el Villarreal el Real Madrid parecía desenchufado pese a contar ... con todas sus estrellas. Algo curioso, pero que revela algo que inquieta al cuerpo técnico de Zinedine Zidane. La duda que tiene el francés es cómo compensar el desequilibrio que provoca jugar con tres hombres tan ofensivos que tienen poca disciplina defensiva. La campaña pasado lo logró con Casemiro (quien no podrá alinearse al menos durante tres semanas por una lesión) por delante de la zaga con Toni Kroos y Luka Modric como interiores a su lado, prescindiendo de James Rodríguez. Hasta ahora, las lesiones o molestias le han ido ayudando a Zizou a rotar a sus futbolistas pero en la primera que perdió a dos de esos jugadores decisivos en el centro del campo la victoria se esfumó. Sin el croata creando las ideas ofensivas escasearon: sin velocidad, sin cambio de juego, apenas hubo disparos desde lejos, tampoco pases interiores...
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Zidane empezó a trabajar para la visita a Las Palmas, previa al choque en Dortmund ante el Borussia. El empate, primer duelo que no gana el equipo blanco en su estadio desde el 27 de febrero ante el Atlético, impidió a los blancos establecer un récord inédito de 17 victorias seguidas en Liga, quedándose con los mismos 16 triunfos que había logrado el Barcelona en la temporada 2010-2011. Y a Zizou le pasó lo mismo que a Pep: cuando iba a firmar 17 victorias seguidas: obtuvo un 1-1 inesperado. Los blancos, ante un equipo con dudas tras la salida de Marcelino, empezaron algo lentos y encajaron un gol de penalti. Solo en la segunda parte dieron velocidad al juego y buscaron más la portería contraria. Logró igualar pero esta vez no hubo remontada en la parte final del encuentro como sucediese frente al Sporting de Portugal.
ausencias
El sábado el Real Madrid regresa a Las Palmas, donde Zidane ya perdió en su época de jugador madridista. Casemiro se perderá al menos tres semanas de baja por una fractura de peroné y será la primera de las bajas. Tampoco estará Marcelo, lesionado ante el Villarreal en el gemelo derecho a los 42 minutos de choque. Nacho podría ser su sustituto el lateral y habrá que ver si Pepe puede volver.
Ante el submarino amarillo todo se centró en Sergio Ramos, criticado por su irregular inicio de campaña. Más allá de acciones peligrosas en su propia área y de hecho ha recibido cuatro amarillas en cinco partidos para convertirse en el tercero con más tarjetas de la historia, si bien ha logrado goles claves. Desde el que forzó la prórroga en la Supercopa europea al que anotó frente al cuadro amarillo para rescatar un empate que a la postre le permite mantener la distancia respecto a sus rivales, Barcelona y Atlético. El andaluz iguala a Roberto Carlos como defensa goleador (con 46 tantos) y sólo es superado en la historia de la competición por Koeman (67), Hierro (60) y Pirri (52). Su capacidad ofensiva aérea es indudable y de hecho, ha marcado más de la mitad de esos tantos de ese modo: 28. El problema es que atrás no se ha mostrado tan firme como en otras épocas, de hecho ya ha cometido tres penaltis esta campaña, y su equipo, cuando juega tan partido, lo necesita más que nunca.
A casi 2.000 kilómetros de distancia le lanzó flores Carlo Ancelotti, el hombre que más confió en cinco de los jugadores que completaron la parte ofensiva del equipo. «El hecho de que entrene al Madrid es bueno para él y para el club. Le vi cuando era mi adjunto y la clave es que tiene el respeto de los jugadores. Los futbolistas tenían problemas con (Rafa) Benítez y cuando Zizou llegó todo cambió. Todos los jugadores se pusieron a su servicio», indicó Ancelotti a LÉquipe. Además le valora que haya «estudiado mucho» primero como su adjunto y después con el Castilla, lo que le ha permitido conocer «bien el club» y estar «rodeado de una buena atmósfera». El entrenador indicó que la principal diferencia que ha encontrado en el Bayern con respecto al Real Madrid está en la presidencia: «En el Madrid hay mucha presión exterior. Muchos periódicos, radios, televisiones. Eso se nota mucho. En Alemania la atmósfera es diferente», comentó Carletto, conocedor de las interioridades de un club que sigue líder en Liga pero que, como en su etapa. parece perder el equilibrio cuando juegan todos los cracks juntos como desean desde la cúpula blanca. «La novedad es que aquí tengo un presidente (Franz Beckenbauer) que fue jugador y, forzosamente, comprende más fácilmente lo que pasa», expresó.
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