Casemiro y Keylor, figuras clave antes ninguneadas

«Sabemos que es una cita especial para los jugadores, la afición y el Real Madrid. Queremos que llegue rápido este encuentro y ojalá podamos ganar. Cada día que pasa, siento más confianza con el entrenador. Nos vamos a dejar el alma dentro del campo», expresa Casemiro a cuatro días de una visita al Camp Nou que puede ser clave, no para el desenlace de una Liga teñida de azulgrana pero sí para la autoestima de los blancos pensando en el Wolfsburgo y en el reto de la undécima Copa de Europa.

Aunque no contó con él en los primeros duelos ante Deportivo, Sporting y Betis y ha prescindido de su concurso en siete de los 14 choques jugados bajo su dirección, las lesiones y la mala imagen del equipo lejos de casa, cambiaron la opinión y el discurso de Zidane sobre Casemiro. «Ocupa bien los espacios, tiene técnica, es disciplinado y físicamente fuerte. Está capacitado para ser títular en el Real Madrid», dijo recientemente sobre un jugador incluido en el once en los cinco últimos partidos, saldados con victorias ante Levante, Celta, Las Palmas, Roma y Sevilla.

Nada que ver el concepto que Zidane tiene ahora de Casemiro con su primera opinión, coincidente con la de su jefe Carlo Ancelotti. Ambos entendían que no daba el nivel para el Real Madrid y por eso fue cedido al Oporto, que según la web Football Leaks pagó 1,26 millones en comisiones de los 7,5 que recibió el club blanco por el préstamo.

El ancla anti-Barça

Utilizar a un jugador de marcado carácter defensivo para tratar de frenar al Barça se ha convertido en una clave para los últimos técnicos blancos. Tras probar sin éxito diversas opciones, José Mourinho recurrió a Pepe en el centro del campo en la final de Copa jugada en Mestalla hace dos años y le salió bien, ya que ganó 1-0 tras la enorme galopada de Gareth Bale.

«Fue un error poner a Sergio Ramos de mediocentro en el Camp Nou», reconoció Ancelotti meses después de su primer Barça-Madrid (2-1) como técnico blanco. Fracasó con un trivote formado por el sevillano, junto a Khedira y Modric. El italiano no volvió a recurrir a la fórmula más italiana hasta que el curso pasado sorprendió en el choque de vuelta de cuartos de final de la Champions ante el Atlético. Ganó y pasó 1-0 el Madrid, fruto de un gol de Chicharito Hernández, y Ramos actuó a Kroos, por delante de Varane y Pepe.

Modric causó baja y Khedira ya estaba entonces más fuera que dentro del club blanco porque pensaba en la Juventus. «Ganábamos en músculo, poderío a balón parado y fortaleza en las segundas jugadas», esgrimió el preparador de Reggiolo como argumento.

No alimenta las buenas sensaciones en el Real Madrid el hecho de que otro de los jugadores fundamentales para Zidane de cara al clásico sea el portero Keylor Navas, figura en los últimos partidos y tan decisivo que el técnico ya no cree necesitar ni a David de Gea, ni tampoco al belga Thibout Courtois, para el curso venidero. Existe cierta inquietud en el Real Madrid hasta saber cómo llega el internacional tico del doble enfrentamiento ante Jamaica. De estar casi volando a Manchester en verano a ser figura central del club. Y todo por ese fax tardío que truncó el aterrizaje de De Gea en la casa blanca.