Los Periscope de Piqué encienden la alarma en el Barça

Existe inquietud en el club azulgrana por la moda impuesta por el jugador catalán con las sesiones de Periscope, divertidas para los aficionados, tendencia en internet pero fuera de control por parte del Barça y un peligro para los jugadores desde el momento en el que el teléfono móvil de su compañero se convierte en una cámara de televisión que graba momentos considerados íntimos. Tal es la incomodidad en la entidad culé por la sobreexposición de sus estrellas a las redes sociales que, según avanza Sport, ha pedido una regulación al respecto a la Liga de Fútbol Profesional (LaLiga).

La nueva afición de Piqué se le volvió en contra este martes, al entrar en escena una fan exaltada cuando se dispondía a hacer un nuevo Periscope para mostrar desde dentro los entresijos de Kerad Games, su empresa de videojuegos. El zaguero de la selección inició la conexión justo antes de llegar a las oficinas, pero en un primer momento no pudo enseñarlas por un incidente con una seguidora antes de subirse al ascensor.

Nada más acceder, acompañado de otra persona, al edificio donde se encuentra su empresa, una joven le gritó y corrió desatada hasta abalanzarse sobre el jugador del Barcelona. Piqué se vio obligado a interrumpir la conexión para chasco de los casi 8.000 usuarios que seguían la nueva entrega del central azulgrana con esta aplicación de la que se ha hecho usuario habitual a pesar de que al club que le paga no le hace ninguna gracia.

Después de esa tentativa fallida, Piqué lanzó un tweet a través de su cuenta personal en el que pedía disculpas por lo ocurrido y avisaba de una nueva conexión. «Siento el altercado. ¡Ahora mismo vuelvo a Periscope!», escribió el peculiar jugador del Barça y pareja de Shakira, la polifacética cantautora colombiana. La historia se queda en una simple anécdota si no fuera porque el asunto ya alarma al Barça.

Las imágenes del central mostrando a sus compañeros en el avión contrasta con las severas medidas adoptadas por el club para, precisamente, preservar esta intimidad. Cabe recordar que los periodistas ya no viajan con el equipo y que el acceso a los aficionados cada vez está más restringido en el viaje después de unas protestas por parte de algunos hinchas. Fuentes del club afirman que se trata de un tema que «exige análisis y reflexión», pero Sport añade que existe una gran preocupación por la deriva que en los últimos meses está adquiriendo la actividad de algunos futbolistas en las redes sociales.

Capítulos polémicos

Sin contar el último capítulo relacionado dcon su empresa de videojuegos, en la última semana Piqué ha protagonizado tres Periscopes consecutivos. El primero, tras el partido en el Camp Nou ante el Sevilla. Lo hizo desde su coche, un Aston Martin, aparcado en zona azul. Fue bastante personal pero llamó la atención la siguiente afirmación: «Me juego un brazo a que Neymar no se va al Madrid». El segundo, ya más polémico, lo emitió tras la cómoda victoria en Vallecas, a modo de mensaje a los medios de comunicación: «Mucha gente me ha preguntado por qué hago el Periscope. Las zonas mixtas están muy bien y atenderé a la prensa siempre que me toque, las televisiones pagan y toca hacerlo y los periodistas son buena gente... Pero a veces contestas y cortan y emiten lo que quieren, sólo las palabras que interesan para vender más. Prefiero hacerlo aquí que no hay malentendidos y está todo entero».

El tercero es el que causó un profundo malestar incluso entre algunos de sus compañeros. Lo rodó en el avión de regreso, tras la victoria en Eibar. Lo había anunciado, de acuerdo con Jordi Alba: «¡La vamos a liar en el avión!», anticiparon. Y la organizó Piqué al mostrar a Mathieu simulando fumarse un cigarrito, a Mascherano diciéndole que no le grabara porque estaba hablando con su mujer, a Leo Messi sin querer contestar a la pregunta sobre qué le parecían los 100 goles de la MSN y a Pepe Costa, la persona designada por el club para cuidar de los futbolistas, diciendo que dejara ya de grabar. En su vídeo del domingo, se apreció cierto malestar de Aleix Vidal con sus suplencias, por ejemplo. El Barça desea ponerle freno a tanta originalidad.