El Sevilla también sabe ganar sufriendo

De nuevo en Duisburgo, el pentacampeón se mide a los 'Wolves', un equipo con saber luso que ha devuelto al club a las rondas de privilegio de la Europa League casi medio siglo después de aquella final de la UEFA en 1972 ante el Tottenham. Lo hace el equipo andaluz pleno de moral, después de completar un partido casi perfecto ante la Roma en octavos y con toda la plantilla a disposición de Lopetegui a excepción de Gudelj, que no viajó a tierras alemanas por su positivo en Covid-19. A falta de comprobar si el técnico vasco opta de nuevo por Bono en la portería o por el contrario decide recuperar como titular a Tomas Vaclik tras su lesión, es previsible que apueste por la continuidad después de la exhibición en el 2-0 a la Roma de Fonseca.

Por su parte, el Wolverhampton, que fue verdugo del Espanyol en dieciseisavos, antes del parón por el coronavirus, llega tras superar con apuros al Olympiacos y presenta al ex del Atlético Raúl Jiménez como gran amenaza. El mexicano marcó el tanto decisivo frente a los griegos y camina con paso firme hacia la treintena de goles esta temporada, en la que ha pulverizado todos los registros de su carrera. Resta por ver si le acompañará en el ataque inglés Adama Traoré, gris en el tramo final de campaña, o el luso Diogo Jota, pero quien seguro no podrá jugar es otro español, Jony Otto, lesionado de gravedad en los ligamentos de su rodilla derecha.

En partidos redondos como el de octavos ante la Roma y en los que requieren ponerse el

Lopetegui, consciente de que aquello que funciona es mejor no tocarlo, apostó por el

Las

Pese al alivio sevillista, las sensaciones eran muy diferentes a las del duelo frente a la Roma e invitaban a la preocupación. No encontraba espacios el equipo andaluz en el buen entramado táctico planteado por Nuno y los hombres decisivos, como

Por

El descanso llegó con la sensación de que el equipo español había logrado hacerse con el

Parecía imposible que el equipo de Nuno pudiese aguantar la igualdad ante el enorme dominio sevillista, pero lo cierto es que los 90 minutos se iban consumiendo sin variación alguna en el marcador. El Wolverhampton acariciaba la prórroga ante un rival superior, pero el Sevilla se guardaba bajo la manga una carta ganadora, la de la calidad de Banega para poner un centro exquisito y la de