El sexto cielo del Sevilla está en Colonia

Lo es por la historia y el peso de las camisetas, pero también por lo que han mostrado los equipos de Julen Lopetegui y Antonio Conte en esta fase final de la competición disputada en Alemania. Sevilla e Inter destacan por virtudes opuestas, pues la revelación de Bono en la portería hispalense, la seguridad de la pareja de centrales que forman Diego Carlos y Koundé, la electricidad de los carriles ocupados por Navas y Reguilón y la precisión del centro del campo con Fernando y la brújula de Banega se medirá en Colonia a una delantera que asusta, con Lukaku y Lautaro Martínez en plena forma y desatados en la faceta realizadora.

El Inter ya avisó ante el Getafe en octavos o en su semifinal frente al Shakhtar Donetsk. No necesita una sucesión de pases para llegar al marco rival y hacerlo cargado de peligro. Un balón largo, aparentemente inofensivo, se puede convertir en la peor de las amenazas cuando aparece el talento de Lautaro y el impresionante despliegue físico de Lukaku, que manejan registros diferentes pero son igual de decisivos cuando de perforar la red rival se trata. «Lukaku es uno de los mejores delanteros del mundo. Es fuerte físicamente pero también es bueno con el balón en los pies y en los duelos. Utiliza su cuerpo muy bien y es también rápido. Está a un nivel superior al de cualquier otro delantero al que nos hayamos enfrentado esta temporada. Necesitaremos mejorar nuestro juego», advierte Koundé sobre la misión que le espera en la final.

Hay quien incluso estos días se ha atrevido a comparar las cabalgadas del belga con las de aquel Ronaldo Nazario que durante dos temporadas consecutivas martilleó a sus rivales en la UEFA con la 'nerazzurra', para poner la guinda con la histórica final de 1998 frente a la Lazio, la primera a partido único. Aquel duelo puramente italiano por el título dejó para el recuerdo el tercer gol del Inter, en el que el mejor Ronaldo destrozó a base de fintas a Marchegiani, portero del equipo romano esa noche en el Parque de los Príncipes de París.

Más allá de las comparaciones, que son odiosas para cualquiera cuando la referencia es 'O fenomeno', lo cierto es que Lukaku atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera, poderoso en el plano físico como siempre pero fino y acertado de cara al gol como pocas veces. El ex del Manchester United ha visto puerta en los cinco partidos del Inter en el torneo, pues marcó ante el Ludogorets búlgaro en los dos encuentros de dieciseisavos previos al parón por la covid-19, frente al Getafe en octavos, contra el Bayer Leverkusen en cuartos y se planta en la final tras un doblete al Shakhtar en semifinales. Su compañero en la dupla de ataque interista, el deseado por media Europa Lautaro, también afiló sus garras con otro doblete ante los ucranianos, el equipo revelación del torneo convertido en juguete roto por el poder ofensivo del subcampeón de la Serie A italiana.

No sólo de delanteros vive este Inter de Conte, pues cuenta con un gran portero como Handanovic, la jerarquía de Godín y De Vrij en la zaga y el acierto en la medular de Barella, otro de los futbolistas 'nerazurri' con mejor tono en esta Europa League. No son pocas virtudes, merecen sin duda respeto, pero ni mucho menos el Sevilla se queda a la zaga en su potencial. Bien es verdad que Lopetegui ni sueña con disponer de una delantera como la del Inter, pues tiene que contentarse con Luuk de Jong y En-Nesyri, con clara ventaja para el neerlandés después de firmar el tanto decisivo en semifinales ante el Manchester United, pero también lo es que Koundé y Diego Carlos forman actualmente la pareja de centrales más en forma de Europa, que Navas y Reguilón superan con mucho a D' Ambrosio y al veterano Ashley Young en el duelo por los carriles y que la maestría para manejar los partidos y visualizar el pase decisivo de Banega no la tiene ninguno de los centrocampistas del Inter.

Eindhoven 2006, Glasgow 2007, Turín 2014, Varsovia 2015 y Basilea 2016. Se unirá Colonia a la amplia lista de finales conquistadas por el Sevilla o será la cuarta victoria de cinco posibles para un Inter que también sabe lidiar con la presión propia de los partidos por el título. Sin el color y la emoción de las aficiones desplazadas, pero esta final de la Europa League tiene aroma de Champions.

La historia de amor que no tiene fin. Pase lo que pase, sea quien sea el rival, cuando del Sevilla y una final de la Europa League se trata el cuento siempre tiene un final feliz, con el

Los dos mejores clubes de la historia de la Europa League cara a cara.

Se venía hablando en los últimos días sobre el

El Sevilla, fruto de la experiencia que aportan cinco finales en la competición, ya sabía perfectamente lo que era comenzar

Con igualdad y partido nuevo, llegó otro susto, pues reclamó el Inter una posible mano de Diego Carlos en el área sevillista y lo hizo con tanta vehemencia que le acabó costando la amarilla a Antonio Conte, fuera de sí en la banda. El partido era de

Sin embargo, Banega, en su último servicio antes de partir hacia tierras árabes, no estaba por la labor de pasar de puntillas por semejante partido. El argentino botó con musicalidad una falta lejana y De Jong se elevó en el área italiana por encima de todos para firmar su doblete y completar la

Sólo el descanso llevó la calma a un partido de una intensidad impropia del miedo a las finales, pues hasta el mismo pitido se llegó con un cabezazo de Ocampos detenido con apuros por Handanovic. La reanudación pareció llevar un poso de

Llevaba mucho tiempo sin aparecer Lukaku y lo hizo en una acción que el '9' interista comenzó en campo propio y que desbarató Bono, otro de los nombres propios de esta Europa League. Peor fortuna tuvo el belga minutos después. Un balón despejado por De Vrij de cabeza quedó suspendido en el aire en área del Inter y

Con ventaja en el marcador y diez minutos de tiempo reglamentario por delante, Koundé envió alto un cabezazo, pero también evitó bajo palos la igualada del Inter, que se echó en brazos de los balones en largo que tanto le han dado. Nervios sobre el césped, nervios en los banquillos y nervios en la grada, donde se hicieron notar de lo lindo los ánimos de la ruidosa expedición sevillista. Había que aguantar como fuera para que la historia de amor se hiciese eterna y vaya si lo hizo el Sevilla. Abran paso al