La voluntad del Getafe no puede con la calidad del Inter

Ahora se presenta otra de esas noches grandes, en las que continuar escribiendo su historia en Europa y ganando el respeto del Viejo Continente futbolístico. Las sensaciones no son las mejores después de una sola victoria y 8 de 33 puntos posibles en las once jornadas ligueras finales tras el parón. En cuanto al rival, sobran los calificativos con un triple campeón de Europa como el Inter, que de la mano de Antonio Conte ha alcanzado el subcampeonato de la Serie A y parece un proyecto hecho para discutirle al fin el trono italiano a la hegemónica Juventus. No obstante, y pese a la recuperación de un club alejado de la élite europea desde el final de la etapa José Mourinho, el equipo 'nerazzurro' llega al duelo rodeado por la ardua polémica entre su técnico y los medios de comunicación transalpinos por lo que el primero considera ataques contra su figura de los que el club, a su juicio, no le defiende adecuadamente.

Ajeno a los problemas del rival, el Getafe tiene ante sí la posibilidad de igualar aquella hazaña de la campaña 2007-08, cuando alcanzó los cuartos de final de la segunda competición continental y a punto estuvo de eliminar al poderoso Bayern de Múnich de Ribéry o Luca Toni. Será en el Arena auf Schalke de Gelsenkirchen (Alemania), pues junto con el Sevilla-Roma esta es una de las eliminatorias que ya se decidirán a partido único en territorio germano ante la imposibilidad de disputar la ida en su día por la Covid-19. Sin sancionados ni lesionados, Bordalás ha podido rearmar a su equipo en los últimos días con una concentración en Oliva (Valencia) para tratar de dejar atrás las malas sensaciones del tramo final de Liga.

l reto es de altura ante un rival que intimida, con los Handanovic, Godín, Eriksen, Lukaku o Lautaro Martínez como referentes. Los equipos italianos, en otro tiempo dueños y señores de la Copa de la UEFA pero que llevan más de dos décadas sin hacerse con el segundo trofeo europeo, suelen afrontar la competición a medio gas, pero no parece el caso esta vez, toda vez que una vez concluida la Serie A, prioridad absoluta para el Inter esta campaña, el reto de levantar un título continental en cuatro partidos parece suficiente aliciente como para competir con plenas garantías.

En el horizonte del vencedor de la eliminatoria ya asoma el Bayer Leverkusen, que tiene pie y medio en cuartos tras derrotar en el lejano partido de ida al Glasgow Rangers en Escocia por 1-3, pero más allá de cábalas, el Getafe se centra sólo en disfrutar de un duelo soñado para la entidad hace unos años pero en el que no renuncia a nada. Que pregunten en Ámsterdam como se las gasta en Europa el equipo de Bordalás.

Bordalás, consciente de la capacidad ofensiva del rival, optó por reforzar su centro del campo con la entrada de Timor en la medular, junto a Maksimovic y Arambarri, lo que obligó a

El Inter, para desesperación de Conte, era incapaz de reaccionar al contundente inicio de partido del Getafe, que la tuvo en una balón rechazado tras saque de esquina que Etxeita no pudo rematar. El equipo 'nerazzurro', víctima de la confianza en su teórica superioridad, era una caricatura, y Lukaku y Lautaro, sus temibles delanteros, espectadores de lujo en plena época de gradas vacías.

Pese a la confusión inicial del Inter, lo lógico a tenor de la pólvora de su ataque era que los apuros acabasen llegando para el Getafe. Así fue en los dos primeros balones que tocaron Lukaku y Lautaro, dos acciones comprometidas pero solucionadas por Djené. Sin embargo, lo cierto es que la mejor oportunidad volvió a ser azulona, en un remate de Mata desviado por la zaga transalpina.

El partido parecía en manos del Getafe, totalmente controlado, pero en esas apareció la

El partido estaba ahora en el terreno del Inter y en un excelente pase en largo de Bastoni,

La segunda parte comenzó con susto para el Getafe. Tras un saque de esquina, D'Ambrosio sorprendió con una chilena que obligó a intervenir a Soria y Godín pudo rematar el balón rechazado pero llegó tarde. Consciente de la necesidad de ir a por todas, Bordalás deshizo su planteamiento inicial y recuperó el 4-4-2 con la

La enorme ocasión perdida dejó tocado el Getafe, que a punto estuvo de firmar la rendición en un remate desviado de Lukaku cuando se cantaba el 2-0.