El Espanyol pierde su imbatibilidad en Europa

Una sensación que aumenta para todos, más si cabe tras la reunión mantenida entre capitanes y los agentes sociales blanquiazules. Con una afición «decepcionada», como reconoce Pablo Machín, será fundamental el partido ante el Betis del fin de semana. Aunque antes de eso toca afrontar la llegada del CSKA de Moscú en lo que supone un nuevo reto para los pericos en la segunda competición continental. El torneo en el que, a diferencia de la Liga, están brillando con luz propia, clasificados como primeros de grupo haciendo un buen papel.

Se espera un trámite para ambos conjuntos, puesto que el equipo ruso ya está eliminado. Una sorpresa teniendo en cuenta que, a priori, era el destinado a lograr el pase junto al cuadro catalán. Lo remarcó el técnico soriano, quien alabó la calidad y el potencial de los rusos, «el rival más difícil».

Ante los de Viktor Goncharenko, que podría contar con Dzagoev desde el inicio -el destacado mediocentro reapareció hace un mes tras haberse perdido el comienzo de la temporada por lesión-, jugarán de nuevo los menos habituales, como Melendo, Corchia, Campuzano o Calleri. Una alineación improvisada pensando en el campeonato doméstico, pero que hasta el momento está dando sus frutos. Con la duda de Ferreyra y las bajas de Naldo o el argentino Vargas, Machín podría dar descanso al omnipresente Diego López en la portería. Sería el debut de Andrés Prieto con el Espanyol, con la difícil tarea de seguir manteniendo el récord de partidos invicto en el segundo torneo continental. Otro motivo para seguir juntos e ilusionados hacia su objetivo. Será justo antes de una cita crucial para Machín y los suyos. Esa en la que «hacer un gol será mejor que cualquier otro tipo de terapia».

Con la cabeza puesta en el campeonato liguero, como reconocía Pablo Machín antes del partido. Así salió el Espanyol a disputar el último encuentro de la fase de grupos de la Liga Europa, en el que no se jugaba mucho más que mantenerse invicto en una competición que hasta el momento ha dado muchas alegrías a la parroquia 'perica'. Más allá de este último tropiezo y los empates ante Ferencvaros, apenas han sufrido frente a rivales de la entidad de CSKA Moscú o Ludogorets. Precisamente eran los rusos, acompañados de una nutrida representación en las gradas, los que llegaban al RCDE Stadium en una jornada en la que mostró la entrada más pobre de la temporada.

Una jornada que suponía la primera derrota en el torneo continental, que rompe una bonita racha de imbatibilidad que se alargaba hasta los 26 encuentros sin perder. Nunca pareció peligrar frente a los de Viktor Goncharenko, que aterrizaban en la Ciudad Condal ya eliminados, pero un mal tramo final condenó al Espanyol, que en el minuto 84 encajaba un gran gol de Vlasic en un despiste defensivo. Hasta entonces, pese al buen hacer de Andrés Prieto en su debut como guardameta blanquiazul con un par de buenas intervenciones, había avisado el CSKA con un cómico error de Chalov cuando solo tenía que empujar el balón.

El choque estuvo lejos de la intensidad habitual de otras citas europeas y tampoco fue brillante en lo deportivo. Tanto, que durante algunos tramos de la segunda mitad se escucharon pitos hacia el Espanyol. Quizá se notó en exceso lo poco que había en juego. Los porteros fueron, junto con la falta de puntería, lo más destacado de una noche en la que Pomazun salvó dos claras opciones a Wu Lei y al argentino Piatti.

Fue un Espanyol muy alternativo desde el inicio, en el que Machín, quien ya lo había anunciado, dio una oportunidad a muchos no habituales. Un partido frío en el que debutaba Andrés Prieto en la portería blanquiazul con un papel importante y en el que volvía un Pipa que ya dejó frente a Ferencvaros un gran sabor de boca. Tanto, que le sirvió para jugar días más tarde frente a Osasuna en LaLiga. No menos sorprendente fue el regreso tras lesión del central Naldo, al que no se esperaba hasta el 2020, o el propio Piatti.

La desesperación de Machín en el banquillo se trasladó a la grada tras el pitido final, donde siguieron los pitos e incluso se vieron algunos pañuelos en una jornada en la que el propietario, Chen Yansheng, presenció el partido desde el palco de autoridades. Tras este inesperado tropiezo en un día apático para el Espanyol, toca levantar el vuelo en LaLiga y disfrutar hasta la llegada de unos dieciseisavos de final que se presentan muy ilusionantes.