Kostic celebra el gol que abrió el marcador en el Villamarín. reuters
Octavos / Ida

El Betis pierde en la ruleta rusa ante el Eintracht

El conjunto verdiblanco cae en el Villamarín, pero el gol de Fekir y las paradas de Bravo le mantienen con vida en la eliminatoria

Miércoles, 9 de marzo 2022, 00:18

No hay tregua para el Betis. Llegar vivo en tres competiciones al mes de marzo supone un ritmo trepidante para cualquier equipo y menos de una semana después de alcanzar la quinta final de la Copa del Rey de su historia, con la derrota liguera ... ante el Atlético en el Villamarín de por medio, el conjunto verdiblanco afronta otra cita ilusionante, adelantada al miércoles por la coincidencia con el encuentro del Sevilla ante el West Ham, también en la ciudad del Guadalquivir. Como rival el Eintracht de Fráncfort, semifinalista de la Europa League en 2019, y en el objetivo los cuartos de final de la segunda competición continental.

Publicidad

No es un premio menor, ni mucho menos, pues supondría igualar el techo del Betis en Europa. Solo dos veces estuvo el conjunto verdiblanco entre los ocho mejores de un torneo en el Viejo Continente. Fue en la extinta Recopa en ambas ocasiones, en la campaña 1977-78 con el Dinamo de Moscú soviético como rival y en el curso 1997-98, cuando claudicó ante el Chelsea, a la postre campeón. Para llegar a esa instancia el conjunto de Pellegrini se enfrenta primero a un rival de exigencia, este Eintracht de Oliver Glasner que aunque es actualmente el décimo clasificado en la Bundesliga, a siete puntos del sexto puesto que otorga billete continental, ha cumplido con nota hasta ahora en la Europa League. Llega además después de cargarse de moral con una goleada a domicilio (1-4) ante el Hertha de Berlín.

El conjunto alemán, que cuenta en sus filas con jugadores de renombre como el exportero alemán del PSG Kevin Trapp, el experimentado defensa austriaco Martin Hinteregger, el interior serbio Filip Kostic o el goleador colombiano Santos Borré, accedió a octavos sin pasar por la ronda previa, después de superar a Olympiacos, Fenerbahce y Amberes en una fase de grupos sin derrota alguna. Mientras, el Betis, superado por el Bayer Leverkusen en su grupo, tuvo que sortear el duro escollo del Zenit de San Petersburgo para llegar a octavos. El Eintracht será el cuarto conjunto germano al que el Betis se mida en competición europea, pues ya superó al Lokomotive Leipzig en la segunda ronda de la Recopa 1977-78 -2-1 en Sevilla y 1-1 en Alemania- y al Kaiserlautern, también en segunda ronda pero de la Copa de la UEFA 1995-96 -1-0 en Sevilla y 1-3 a domicilio-. Fue antes del doble duelo de esta misma campaña ante el Leverkusen, con empate a uno en el Villamarín y el duro 4-0 en la ciudad de la aspirina.

Para superar el reto, Pellegrini debería lidiar con la acumulación de partidos en las piernas, por lo que introducirá cambios en la Europa League respecto al partido contra el Atlético de Liga. Sin Bellerín, Álex Moreno ni Guardado, lesionados, y con Miranda tocado, las opciones en los laterales son mínimas. Sabaly y un reconvertido Aitor Ruibal se perfilan como elegidos para los carriles y en el eje de la zaga previsiblemente volverán con piernas frescas Pezzella y Edgar, tras descansar el fin de semana con Bartra y Víctor Ruiz como titulares. Rui Silva ha sido hasta ahora el portero elegido en competición europea y con Guido Rodríguez y William Carvalho como pareja de mediocentros indiscutible, Joaquín apunta al once en lugar del tocado Canales, con Fekir, Juanmi y Borja Iglesias para el resto de las posiciones del ataque bético.

Este Betis de Pellegrini tan alegre tiene pólvora ofensiva de sobra, pero también padece una fragilidad defensiva evidente que lastra sus muchas posibilidades. En esa ruleta rusa en la que tantas veces convierte sus partidos esta vez salió ganador el Eintracht de Fráncfort. El conjunto germano aprovechó un detalle de enorme de calidad de Kostic, capaz de ver un disparo donde todo el mundo contemplaba un centro, y un error de Edgar, castigado por Kamada. Se llevó así desde Sevilla hasta Alemania un buen resultado, que le concede ventaja en la eliminatoria, con una plaza en los cuartos de final de la Europa League en juego.

El 1-2 pudo ser peor si Santos Borré no hubiera fallado un discutible penalti de Ruibal en la segunda parte, cuando el balón impactó en su brazo de apoyo dentro del área bética. También en caso de que el discutido por la grada Claudio Bravo no se hubiera empeñado en desbaratar cada ocasión del Eintracht en el tramo final del encuentro. Sin embargo, aunque no es un buen marcador parcial para los intereses verdiblancos, tampoco resulta determinante. El tanto de Fekir y las paradas de mérito del guardameta chileno pueden acabar valiendo su peso en oro si es que el arriesgado pero imprevisible juego de ida y vuelta sale cara en Fráncfort, más teniendo en cuenta que ya no impera el valor doble de los goles a domicilio.

El Betis afrontó el partido con el plan de imponer su manejo de balón en el centro del campo. Sin embargo, la primera ocasión verdiblanca llegó de una forma mucho más simple, con un balón en largo de Bravo que Canales cerca estuvo de convertir el gol con un disparo de zurda atajado por Trapp. Pese al prometedor comienzo, faltó claridad de ideas en los primeros minutos. Fekir comenzaba a animar a la parroquia local cuando Kostic se inventó una verdadera joya. Muy escorado a la izquierda levantó la cabeza el serbio, y cuando la lógica invitaba al centro probó un remate casi imposible, sorprendiendo a Bravo. Un gol de bandera para enardecer a la numerosa afición alemana presente en el Villamarín.

La ventaja impulsó el ingente esfuerzo del Eintracht para secar el talento de Canales y Fekir entre líneas, donde hacen daño. Vigilados de cerca el cántabro y el franco-argelino por la intensidad germana las posibilidades ofensivas béticas se reducían considerablemente. El duelo fue tornando en bronco, con poca fluidez en el juego, un escenario poco propicio para los hombres de Pellegrini. Pintaban bastos pero cuando se tiene la calidad cualquier resquicio es bueno. Robó el Betis, condujo la contra Canales y halló a Fekir pegado al costado derecho, desde donde le sacó brillo a su zurda para fabricar el empate.

Respiraba el beticismo con la aparición de los buenos, pero la alegría duró apenas un instante. Edgar cometió dos errores fatales, pues primero falló en la entrega y luego estuvo blando ante Lindström, que hizo buena semejante concesión para servir el 1-2 en bandeja a Kamada. No pareció acusar demasiado el golpe el Betis, fiel a su estilo ante cualquier adversidad. A Juanmi le faltó un buen control cuando se plantaba solo ante Trapp tras un gran balón filtrado de Fekir y la sensación al descanso fue de excesivo castigo para el conjunto local, con buenas sensaciones en ataque pero haciendo aguas en defensa.

Se reanudó el partido y llegó otra mala noticia. Penalti de Ruibal más que discutible, pues el balón impactó en su brazo de apoyo sin que el central pudiese hacer nada por evitarlo. Hubo justicia poética y Santos Borré ejecutó fatal el lanzamiento, centrado y flojo, fácil para Bravo. Salvado el Betis de la quema el encuentro enloqueció del todo, con un ida y vuelta trepidante. El Eintracht no rehuía el choque pese a su ventaja y al Betis el resultado le obligaba a una apuesta valiente. Lo cierto es que los alemanes generaron más en el tramo final y Bravo mantuvo vivo al Betis en la eliminatoria.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad