El Santiago Bernabéu ansía volver a ver ganar a su equipo en la Liga de Campeones. La hinchada del Real Madrid no disfruta de un triunfo de los blancos en el coliseo de Chamartín desde el 23 de octubre de 2018, cuando el ... conjunto que por entonces tutelaba Julen Lopetegui doblegó al Viktoria Pilsen en el penúltimo encuentro del guipuzcoano antes de que aquel sañudo comunicado diera cuenta de su despido tras la goleada en el clásico del Camp Nou. A partir de aquel momento, dos derrotas y un empate. Palabras mayores para una escuadra que venía de tiranizar Europa. Recuperar ante el Galatasaray el brío perdido dejaría ahora francos los octavos para el cuadro de Zinedine Zidane después de un pésimo inicio que le situó al borde del abismo con la debacle frente al PSG y las tablas contra el Brujas pero del que se alejó apaciguando el infierno de Estambul con el gol de Kroos que evitó una crisis de mayúsculas proporciones.
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Titubeando también en la Liga tras un empate ante el Betis que le impidió asaltar el liderato en solitario, el trece veces rey de Europa retorna a su competición predilecta con el reto de encauzar casi de modo definitivo el pase a una ronda a la que no falta desde que se instauró el actual modelo de la Champions 24 campañas atrás. Superar de nuevo al Galatasaray le permitiría acabar con cualquier opción del cuadro otomano y abriría incluso la posibilidad de certificar el boleto en la visita del PSG al templo La Castellana el 26 de noviembre dependiendo de la suerte que corra el Brujas ante los parisinos este miércoles en el Parque de los Príncipes.
Son las cuentas que maneja Zidane, un auténtico seguro de vida en el torneo que ha conquistado en tres ocasiones y en el que acredita once triunfos, cuatro empates y una única derrota como local, la sufrida ante la Juventus (1-3) en la vuelta de cuartos de la campaña 2017-2018 que convertiría en irrelevante el gol de penalti de Cristiano en las postrimerías del choque gracias al 0-3 de la ida.
El técnico pondrá a prueba su condición de talismán tras clausurar en el Ali Sami Yen la racha de tres partidos sin ganar de su equipo en la competición reina, la más larga de los blancos desde finales de 2012, aún con José Mourinho en el banquillo. Mucho más hay que remontarse para datar la última vez que habían enlazado tres duelos sin conocer la victoria como locales, entre febrero y abril del año 2000. Jamás encadenaron cuatro tropiezos. «No me preocupo si es una final o no porque creo que simplemente hay que pensar en hacer un gran partido. La afición y la gente que está con nosotros tiene ganas de que ganemos, hagamos un buen partido y logremos tres puntos que prácticamente nos darían la clasificación», recalcó Zidane en una rueda de prensa en la que dio la cara por Bale.
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Óscar Bellot
El galés volverá a ser baja ante el Galatasaray, perdiéndose el quinto partido consecutivo con su equipo pero convocado por Ryan Giggs para las citas contra Azerbaiyán y Hungría en las que el combinado británico quemará sus últimas naves para acudir a la Eurocopa. «Él sufre el primero», aseguró el preparador, que tampoco tiene disponible a James, en la recta final de la recuperación por las molestias que arrastra desde la visita al Sánchez Pizjuán pero convocado este miércoles por su seleccionador para los amistosos ante Ecuador y Perú, además de Asensio y Nacho, lesionados de larga duración.
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Vinicius volvió a caerse de la lista, como ocurriera para el enfrentamiento con el Leganés, errático y ansioso en su vuelta ante el Betis. El ex del Flamengo afronta un duro panorama, desplazado por Hazard a la banda derecha, donde está incómodo y no rinde como la temporada pasada, superado también por Rodrygo, con una concepción más integral del juego. El partido será especial para otro brasileño, Marcelo, que alcanzará el centenar de comparecencias en Europa con el Real Madrid, orgulloso por tan señera trayectoria a la par que motivado por las críticas.
Enfrente, un Galatasaray que acude con el respaldo de tres mil hinchas y el propósito de sacar un resultado positivo que le permita mantener vivas sus opciones de disputar al menos esa Liga Europa que para los blancos representaría una humillación histórica. Único equipo que no sabe lo que es marcar en la presente edición de la Champions, acumula diez partidos sin saborear la victoria en competición continental y sólo ha logrado un triunfo en quince visitas a tierras españolas, la conseguida ante el Mallorca en cuartos de final de la Copa de la UEFA allá por el año 2000. Sin Radamel Falcao, que se trata en España de la lesión en el tendón de Aquiles que le mantiene desde hace un mes en el dique seco, y con Florin Andone como principal amenaza, el conjunto de Fatih Terim está obligado a sumar para no quedar matemáticamente fuera de octavos tras haber arañado sólo un punto en tres jornadas.
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El Real Madrid terminó de congraciarse con la Champions la noche en la que
Real Madrid
Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Mendy, min. 42), Casemiro (Modric, min. 60), Valverde, Kroos, Rodrygo, Benzema y Hazard (Isco, min. 68).
6
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0
Galatasaray
Muslera, Mariano Ferreira, Luyindama, Marcao, Nagatomo (Büyük, min. 88), N'Zonzi (Bayram, min. 46), Seri, Lemina, Feghouli, Babel y Andone (Donk, min. 46).
Goles: 1-0: min. 4, Rodrygo. 2-0: min. 7, Rodrygo. 3-0: min. 14, Sergio Ramos, de penalti. 4-0: min. 45, Benzema. 5-0: min. 81, Benzema. 6-0: min. 92, Rodrygo.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó a N'Zonzi, Valverde y Babel.
Incidencias: Partido de la cuarta jornada del grupo A de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 65.492 espectadores.
Con el mismo bloque que en Estambul por parte del cuadro de Zidane y dos cambios en el bando de Fatih Terim, que recuperó la defensa de cuatro con pésimo efecto, el Real Madrid salió determinado a cumplimentar la faena cuanto antes. Centró
Se rindió el coso blanco a su
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Era el partido soñado por una afición que llevaba más de un año sin ver a su equipo sometiendo al rival con puño de hierro en la Champions. Contra las cuerdas ya en el primer suspiro, el Galatasaray terminó por dimitir del choque cuando
Sojuzgado por un equipo que jugaba a placer, el
Hasta Valverde se marcó un intento de ruleta de esas que a Zidane le salían incluso sin querer. Lo que se dice un burreo en toda regla que completó antes del entreacto Rodrygo, quién si no, robándole la cartera a Nagatomo y sirviendo en bandeja a
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