El Lyon sí frena a Cristiano

Tras ganar cinco títulos ligueros y quedarse dos veces a las puertas del triunfo en la Copa de Europa, con finales perdidas ante el Barcelona en 2015 y el Real Madrid 2017, bajo la gestión de Massimiliano Allegri, la Juventus apostó por un cambio de filosofía y se encomendó al más ofensivo Maurizio Sarri.

Una apuesta que hasta este momento ha funcionado a nivel de resultados, con el liderato liguero y buenas opciones de alcanzar la final de la Copa de Italia, pero todavía poco brillante a nivel de juego.

Busca encontrar su mejor versión con el comienzo de la fase de eliminación directa de la Liga de Campeones la Juventus, empujada por un portugués Cristiano Ronaldo que luce números sobresalientes y que es la gran esperanza de los turineses para cumplir su sueño europeo.

Cristiano Ronaldo lleva once partidos consecutivos marcando en la Serie A e igualó el récord del argentino Gabriel Omar Batistuta y del italiano Fabio Quagliarella, con la posibilidad de batirlo el próximo domingo en el Derbi de Italia contra el Inter de Milán, tercero. En total, firmó 21 dianas en la Serie A y, entre todas las competiciones, lleva 19 goles en los últimos 15 partidos.

Será él el líder de la delantera junto al argentino Paulo Dybala y, con toda probabilidad, el colombiano Juan Guillermo Cuadrado. El también argentino Gonzalo Higuaín, recuperado tras unos problemas de lumbago, entró en la lista, pero no apunta a la titularidad.

El gran «ex», el bosnio Miralem Pjanic, será el cerebro del centro del campo, con el francés Blaise Matuidi y uno entre el galés Aaron Ramsey y el uruguayo Rodrigo Bentancur, mientras que en defensa debería ser titular el holandés Matthijs De Ligt junto a Leonardo Bonucci. El capitán Giorgio Chiellini, titular en el último partido liguero, debería descansar al acabar de recuperarse de una lesión de cruzado.

Enfrente, el Juventus tendrá a un Lyon que tiene los nervios a flor de piel debido a que está viviendo una de las temporadas más convulsas de los últimos años.

La victoria el pasado viernes en Metz (0-2) sirvió al equipo francés para seguir soñando con una remontada en la clasificación de la liga francesa que le permita regresar la próxima campaña a la Liga de Campeones. Pero no disipó las dudas que atenazan su juego.

Actualmente en el séptimo escalón de la tabla, el Lyon aspira finalizar en la tercera plaza ahora ocupada por el Rennes a siete puntos. La segunda posición que otorga la clasificación directa a la fase de grupos parece inalcanzable al situarse el Olympique de Marsella a 15 puntos.

La única buena noticia de su triunfo ante el Metz fue que la defensa, el punto débil lionés, mantuvo la portería a cero. La delantera no brilló y se tuvo que conformar con marcar un gol de penalti (Dembélé) y otro con la portería vacía al subir a rematar un córner el portero en los últimos minutos (Aouar).

Todo indica que Rudi García, que tomó las riendas del equipo el pasado octubre tras el despido de Silvinho, va a tratar de colocar en el campo el mismo sistema, un 3-4-3, repitiendo con Denayer, Marcelo y Marçal en la zaga. El centro del campo quedaría reforzado con Tousart y Aouar por delante de la defensa y dos carrileros, Dubois y Cornet.

Con esta mayor concentración de jugadores en la segunda línea, García tratará de aislar a los dos probables puntas juventinos Dybala y Cristiano Ronaldo.

Los lioneses basarán sus esperanzas de gol en la puntería de Dembélé, uno de los delanteros más cotizados de Europa, puesto que no puede contar con Memphis Depay y Reine-Adélaïde para prácticamente toda la temporada, ambos con rotura de ligamentos cruzados.

A pesar del ambiente volcánico que reina entre la descontenta afición lionesa y los dirigentes del club que no logran formar un equipo sólido, el Olympique sigue presente en todas las competiciones que disputa. En la Copa de Francia se ha clasificado para las semifinales y en la Copa de la Liga para final. En ambos partidos se topará con el ogro francés, el París Saint-Germain.

Tiene remedio la eliminatoria para la poderosa Juventus, que debería remontar en Turín, pero el 1-0 como visitante es un resultado muy, pero que muy, amenazante. Dominó casi siempre la Vecchia Signora pero le faltó profundidad, claridad y pegada, lo que ya es mucho decir con jugadores como Cristiano Ronaldo en el campo, para descerrajar al Lyon. Gran planteamiento de Rudi García, favorecido además por el gol de Tousart a la media hora de juego.

Por primera vez después de once partidos, Cristiano se quedó sin marcar y se perdió en protestas al extremeño Gil Manzano, al que reclamó un par de penaltis. Nadie se esperaba que el sexto de Francia venciese al líder de Italia, pero esto es la Champions y todos los grandes están sufriendo en este primer cruce. Si el curso pasado le remontó dos goles al rocoso Atlético de Simeone, esta vez no debería de fallar el equipo de Mauricio Sarri ante su hinchada. Lo contrario sería un fracaso sin paliativos.

Salió bien plantada la Juventus, con presión alta, más balón y dominante. Se jugaba más ya desde el principio en campo de los locales y Cristiano avisaba con un centro-chut desde la izquierda que no salió muy desviado. Sin embargo, el panorama en el primer acto cambió de forma radical cuando Toko Ekambi, exdelantero del Villarreal, se adelantó a los defensores y remató al travesaño. Esa ocasión aislada animó, sin embargo, a los franceses, hasta entonces muy timoratos, y provocó dudas en los turineses, que perdieron ímpetu y confianza en su juego.

Después llegó el gol de Tousart, tras enorme asistencia desde la izquierda de Aouar. Se beneficiaron los lioneses de que el gigante holandés De Ligt precisaba asistencia. Trató de empatar Cristiano, siempre él, pero primero disparó demasiado desviado y luego estrelló el balón en la barrera en un lejano lanzamiento de golpe franco. Incluso los del Ródano pudieron ampliar su ventaja antes del descanso, lo que tampoco hubiera sido justo, pero Ekambi se llenó de balón y lanzó muy alto. Reclamaron también a Gil Manzano un penalti, pero el balón golpeó en el muslo del colombiano Guillermo Guardado, que jugó su partido número 50 en Europa.

Más de lo mismo en la segunda mitad. Dominio infructuoso de la Juventus ante un rival cada vez más convencido de que podría aguantar el sorprendente resultado. Tenían paciencia los turineses, pero apenas encontraban a Dybala y a Cristiano. Buscó soluciones Sarri desde el banquillo. Ramsey entró bien al campo, muy dinámico, y buscó aún más mordiente con Higuaín en lugar de Cuadrado. Terminó el duelo con los galos encerrados en su cueva y la Juventus presa de la ansiedad. Tuvo opciones de empatar, sobre todo con Dybala, al que se le anuló un gol por fuera de juego muy justito, e Higuain, pero no era su noche.