Comenzó a caminar junto al balón en el extinto Huracán Z y el tramo central de su formación lo hizo en el Puente Castro. Así fue hasta el último año de juveniles, en el que cambió Golpejar por Estados Unidos.
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A Eugenio Pérez-Vera Merino ... le cambió la vida deportiva el día que un representante le dio la opción de cruzar el charco y obtener una beca deportiva para iniciar sus estudios universitarios en América y compaginarlo con su sueño.
Se fue con 18 años recién cumplidos. Su destino fue Iowa gracias a esta beca que le permite jugar a fútbol mientras estudia y que económicamente «está muy bien». Allí está jugando en el Iowa Lakes Community College, equipo que milita en la NJCAA-Division 2 y dentro de poco hará las maletas de nuevo tras un año inolvidable.
Este joven leonés recibía el premio a mejor jugador del año, además de proclamarse campeón nacional, y cuenta con «más de 45 ofertas» para elegir un nuevo destino en el que seguir creciendo como futbolista.
Ha cumplido dos años en su carrera de Ciencias del Deporte y le quedan otros dos cursos universitarios. Con las becas que recibe, de los 75.000 euros que le cuesta la universidad solo paga «unos 3.000 o 4.000». Su futuro más inmediato lo decidirá antes de mayo.
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Su vida allí se basa en el entrenamiento, principalmente. Se levanta a las 6:30 y va a entrenar, desayuna y tiene clase; luego vuelve al campo antes de comer y tiene dos horas y media de tiempo libre para estudiar y hacer los deberes antes de acometer el último entrenamiento de la jornada. Allí vive con un valenciano y un australiano en el centro de Iowa.
Eugenio se marca como objetivo llegar al fútbol profesional en Estados Unidos o en España, pero para ello sabe que antes tiene que dar una carrera y «dar el salto» a la MLS o LaLiga española.
Empezó ejerciendo de mediocentro defensivo y acabó recolocándose como central zurdo. «Me ha ido muy bien. He metido tres goles y he dado tres asistencias». Eso le ha valido el premio de mejor jugador del país entre 114 equipos y 10.000 futbolistas.
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A corto plazo quiere transferirse a una «buena universidad» y seguir estudiando y jugando al fútbol a nivel alto. A medio plazo no descarta «ninguna opción» y menos la de recalar en la Cultural. «Mi ciudad no la rechazo nunca», afirma. Mirando más alto, sus sueños pasan por llegar al 'soccer' y militar en el Inter Miami, donde se encuentran Messi y Luis Suárez; también destaca su corazón colchonero, aunque se mantiene abierto a escuchar ofertas.
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