Laporta: «El Barça nunca ha comprado árbitros»

Dos años dan para mucho, y si no que se lo digan a Laporta. Este martes cumplió 730 días como presidente azulgrana y puede decir que las ha visto de todos los colores. Desde los tira y afloja con Bartomeu, pasando por la delicada situación económica del club, la salida de Lionel Messi y, por último, el problema más reciente, el del 'caso Negreira'. Laporta, que insiste en un papel victimista, considera que detrás de este último obstáculo hay intereses ocultos. «Lo que estoy viendo es que solo hay noticias negativas. Quien tiene interés en controlar el Barça son LaLiga y CVC. Creo que la cosa va por ahí. Nosotros defendemos este modelo de propiedad de los socios y socias. El Barça no entrará en otro modelo de propiedad. Nos quieren entorpecer económicamente para acabar siendo sociedad anónima», aseguró durante un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona.

En los dos años de Laporta como presidente el principal caballo de batalla ha sido la masa salarial, un problema heredado que se ha tratado de reconducir pero que todavía a día de hoy sigue dando quebraderos de cabeza a la actual junta directiva. «Nosotros estamos excedidos por 200 millones, que heredamos de la anterior junta, que tuvo la aprobación de LaLiga. Llegamos nosotros y, sin embargo, nos obligaron a unas normas mucho más estrictas. Quiero decir que eso no es correcto y esta situación se tendría que reconducir. Solo hacen cosas para que no podamos fichar», denunció, al tiempo que reconoció que respecto a la salida de Messi «había que tomar esa decisión» y que «la institución está por encima de todos».

Por último, Joan Laporta volvió a tener palabras para Javier Tebas, con el que mantiene un declarado enfrentamiento en los últimos meses. El máximo mandatario culé considera que el máximo dirigente de la patronal «hace comentarios que afectan a la confidencialidad de los clubes de LaLiga que preside» y que «ha tenido actuaciones en el pasado que demuestran una obsesión con el Barça». Esa fijación con los azulgranas es la que ha hecho que, según Laporta, haya tensión entre ambos organismos y exista una mala relación que en los próximos meses el dirigente culé espera «que mejore».