José Ángel Calvarro, las manos leonesas que cuidan al millonario Chelsea

Las manos de José Ángel Calvarro tratan a algunos de los futbolistas más valiosos del mundo. El leonés es uno de los fisioterapeutas que forman el cuerpo médico del Chelsea, una plantilla con un valor de 891 millones de euros.

El frenético calendario de partidos, con encuentros cada tres días, hace que la labor de Calvarro y sus compañeros sea esencial para que los futbolistas puedan competir de forma óptima en cada partido.

Todo un carrusel de partidos que hace que Calvarro y el resto de integrantes del cuerpo médico trabajen de forma concienzuda para evitar lesiones o contratiempos en los futbolistas dirigidos por el técnico alemán Thomas Tuchel.

El leonés es el único español en su grupo de trabajo mientras que la plantilla de futbolistas cuenta en sus filas con el capitán, César Azpilicueta, el lateral Marcos Alonso, el guardameta Kepa Arrizabalaga (el portero por el que se ha pagado un mayor traspaso en la historia) o el recién llegado Saúl Ñíguez.

Junto a todos ellos y otros españoles de diversas áreas, José Ángel Calvarro forma parte de esta particular colonia de españoles en uno de los clubes con mayores aspiraciones de Europa.

La trayectoria de José Ángel Calvarro arranca con sus estudios universitarios en Madrid y sigue en la Federación de Boxeo. El leonés se forjó como fisioterapeuta durante una década en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

El fisioterapeuta de la selección española de fútbol, Raúl Martínez, fue clave en su devenir. El leonés comenzó a trabajar para su clínica y, allí, aprendió casi todo lo que sabe de fisioterapia deportiva.

Y, entonces, llegó la oportunidad en Londres. El Chelsea precisaba un fisioterapeuta que controlara técnicas manuales y Martínez intercedió para dejar sobre la mesa la recomendación a José Ángel. Desde entonces, han pasado cinco año y, por el camino, el equipo inglés ha sumado una Premier League y, la pasada temporada, su segunda Champions League, entre otros títulos.

.La semana arranca para Calvarro con un análisis pormenorizado del estado de cada futbolista mediante un sistema medido por un semáforo. Los jugadores en verde se encuentran en estado óptimo y requieren una revisión más rutinaria aunque también personalizada.

Los jugadores 'amarillos', disponibles pero con alguna molestia o recién salidos de lesiones, son tratados con una serie de cuidados con la intención de reducir por completo el riesgo de lesión.

Los jugadores en 'rojo', lesionados y, por tanto, alejados de las sesiones de entrenamiento, mantienen una rutina de sesiones de fisioterapia con la intención de que vuelvan al césped lo antes posible en un estado de forma adecuado a la exigencia de la alta competición.

El inicio de la semana varía según el encuentro del fin de semana ya que, generalmente, los jugadores titulares descansan el día después. En su vuelta a los entrenamientos, el equipo médico del Chelsea trata a todos los jugadores para que su vuelta al césped no lleve consigo ningún percance.

El ritmo no para y, a la vuelta de la esquina espera un nuevo encuentro y es que, un equipo de élite como el Chelsea, sumido en la competición liguera, dos copas nacionales (la Carabao Cup y la FA Cup) y, por supuesto, la Champions League, juega habitualmente cada tres días.

La importancia de Calvarro y el resto de fisioterapeutas del equipo en un partido es vital. El leonés trata a los jugadores 'en amarillo' del semáforo imaginario una hora y media antes del encuentro y en los momentos previos a su salida al terreno de juego.

Al descanso, tratan de nuevo a estos futbolistas y, también, a otros que hayan podido sufrir molestias por un lance del juego u otros motivos. Escuchar al futbolista es esencial para acometer los cuidados específicos necesarios en los escasos quince minutos que dura el tiempo de descanso entre las dos partes del partido.

Si durante los noventa minutos un jugador sufre una lesión y es retirado del campo, Calvarro es el encargado junto a varios profesionales del 'staff' del conjunto londinense de realizar un rápido diagnóstico y comenzar su fase de recuperación lo antes posible.

Al día siguiente, vuelta a empezar. El tiempo es oro en un calendario de partidos que no perdona. Así se suceden las semanas hasta el fin de semana, variable según el rendimiento del equipo en las distintas competiciones en las que compite.

Una vez finaliza la temporada, llegan las ansiadas vacaciones en la que Calvarro puede viajar a León a reunirse con los suyos. El pasado verano, el fisioterapeuta leonés regresó a la capital de provincia como flamante campeón de Europa y fue recibido en el Ayuntamiento con todos los honores.

Esta nueva temporada, espera llegar al verano con un nuevo título bajo el brazo. Para ello, sus manos tendrán que trabajar duro para que la millonaria plantilla 'blue' tenga la capacidad de dejarlo todo sobre el césped en cada partido.

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