Durante toda la semana, los integrantes del equipo juvenil del Trepalio FS, que milita en la División de Honor - la máxima categoría a nivel nacional -, lidiaba con un problema en cada entrenamiento en su 'casa' deportiva, el pabellón Hispánico: las goteras.
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Como podían, desde el ... club iban saliendo del paso, secando la pista con toallas, evitando las zonas húmedas o de diferentes maneras. «Los entrenamientos los hemos adaptado más o menos, otra película son los partidos», explica el entrenador del equipo, David Gutiérrez.
No era un problema nuevo: cada vez que llueve o que hiela, las goteras aparecen en el Hispánico. «Y no sólo nos afecta a nosotros. También a otros clubes, a los usuarios... ha habido quejas, por ejemplo, de las usuarias de la gimnasia de mantenimiento», recuerda Gutiérrez.
El mayor problema, que ha generado una gran sensación de desazón y molestia en el Trepalio, llegó este sábado. El equipo leonés jugaba, a las 18:00 horas, ante el Ibarreta vizcaíno y la lluvia arreciaba durante la tarde: las goteras, de nuevo, hicieron acto de presencia.
«Los árbitros vieron la gotera y acordamos que, si paraba la lluvia, con una mopa se podía solucionar y jugar. Pero en el calentamiento, un jugador rival se hizo daño en la rodilla y los colegiados ya lo pararon», explica Gutiérrez.
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Las opciones que se manejaban eran dos: o bien buscarle otro emplazamiento de una forma rápida o aplazarlo, con el riesgo que conllevaba para el Trepalio: «Nos exponíamos a ser sancionados y correr con los gastos de desplazamiento del otro equipo».
El personal del propio Hispánico informó a los responsables del club leonés de que el pabellón del CHF, a las 20:00 horas, estaba libre, después de disputarse un partido de baloncesto que finalizaba a las 19:30 horas.
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Tras obtener el beneplácito de los árbitros, informar a la Federación Española de Fútbol y acordar este cambio de pabellón con el Ibarreta y con el conductor del autobús del equipo bilbaíno - tienen una serie de horas para efectuar los viajes -, el partido se pudo trasladar al CHF y se disputó pasadas las 20:00 horas. «Era lo menos problemático para todos. Ellos no tenían que volver a venir ni había que buscar una fecha entre semana».
De esta manera, el partido, con unos 200 aficionados, se pudo disputar en el CHF y el Trepalio ganó por 6-3. Pero el problema no acaba aquí. «Al día siguiente, jugaba el equipo sénior en el Hispánico y pedimos un cambio de ubicación. Acabamos jugando en Agustinos porque el Ayuntamiento de León no nos dio ninguna alternativa», lamenta Gutiérrez.
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El equipo juvenil del Trepalio, durante esta semana, sigue entrenando en el Hispánico. «Y vamos saliendo del paso», afirma su entrenador, que este fin de semana vuelve a jugar como local ante Siero. «Volveremos al CHF porque hay hueco a esa misma hora. Pero es un parche. El día que haya programados otros partidos en ese pabellón, no sé dónde podremos ir. No podemos depender de las condiciones climatológicas», lamenta el entrenador del equipo juvenil del Trepalio.
Gutiérrez insiste en que los problemas no son nuevos y que el Hispánico «necesita una reforma». «Un día son las goteras y la humedad, otros que no funciona el marcador, hace unas semanas se cayó una cortina, también hay problemas con la climatización y la condensación... Y no hay visos de mejora», relata.
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De esta manera, el Trepalio FS pudo jugar, evitar una sanción y, además, ganar, en un partido que, en un primer momento se iba a jugar en el Hispánico, pero una gotera trasladó al CHF, evidenciando un problema estructural en esta instalación.
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