El precio a pagar por el fútbol español sin público

'Volver es ganar', es el lema de LaLiga con vistas a un regreso que se considera vital. Sin embargo, al igual que en todos los sectores, afectados por una crisis sin precedentes, volver significa, lógicamente, un notable daño económico en una industria que obligará no solo a reducir sueldos, frenar el gasto en fichajes y apostar más por el futbol base. También a soluciones imaginativas para la expansión internacional y potenciar su imagen de marca, ahora que los clubes profesionales ya trabajan en la manera y en las distintas fórmulas para compensar a los socios que lo deseen (al menos un 20% del dinero pagado) y que no podrán disfrutar del fútbol en sus respectivos estadios.

«Que volvamos no significa que no vayamos a tener unas pérdidas millonarias», reconoce Tebas, confirmando que en un mercado de traspasos a la baja, los clubes se quedarán sin el saldo a favor por la diferencia entre ventas y compras, cuando la temporada pasada ascendió a 350 millones de euros para las entidades de Primera y Segunda. «Vamos a vivir una época de mucho trueque, de traspasos de jugadores sin flujos económicos», aventura el máximo dirigente de LaLiga, para quien «no quedará más remedio que llevar a cabo una estrategia de reducción de salarios y mirar más a la cantera». «Se han acabado los fichajes de 100 millones de euros o más», pronostica por su parte el exagente de futbolistas y excandidato a la presidencia del Barça José María Minguella. «No puedes gastarte 100 millones en un jugador y decir al resto que hay que bajarse el sueldo», proclama quien recuerda que en la actual situación los clubes ya están concienciados de la necesidad de potenciar su fútbol base.

Al comienzo de la emergencia sanitaria obligada por la pandemia, LaLiga encargó un estudio que desveló que en caso de reiniciarse la competición a puerta cerrada, las pérdidas ascenderían a 88 millones de euros en abonos y a 41 millones en venta de entradas en taquilla, pero incluyendo otros conceptos, la cifra se elevaba a 300 millones teniendo en cuenta las diversas fuentes de ingresos. Esa cantidad prevista de perjuicio económico ahora se ha duplicado, después de que LaLiga haya incrementado en más de 200 millones su ayuda al fútbol no profesional y al resto de federaciones deportivas. «Lo importante es reactivar la economía del fútbol y el deporte», se congratula Tebas. No solo son pérdidas por abonos y localidades, sino también por todos los ingresos relacionados por las ganancias en las tiendas de los estadios, en los museos -en las entidades que disponen de ellos- y en los bares en las instalaciones.

El del Real Madrid, el tercer museo más visitado de la capital (más de un millón de personas al año), solo superado por El Prado y el Reina Sofía, se encuentra ahora clausurado, al igual que el del Barcelona y el del Atlético. Con el coliseo blanco en obras y permiso para reabrir los museos con aforo limitado en Madrid y Barcelona, también está suspendido temporalmente el Tour del Bernabéu, y las visitas guiadas al Camp Nou y al Wanda Metropolitano. Sin embargo, el club azulgrana ya tiene a la venta las entradas, para el recorrido al Camp Nou y su museo, a partir del viernes 12, el día después de la reinauguración de la Liga, y el rojiblanco ha anunciado que volverá a abrir las puertas del Metropolitano este mismo viernes 5, también ya con disposición online de las localidades.

Los derechos televisivos son sin embargo el gran maná del fútbol profesional, y el economista José María Gay de Liébana advierte que «si la próxima temporada (2020-2021) no se puede ir al fútbol va a perder interés por parte de los aficionados y los clubes van a ver una mengua de dichos derechos y recortes en los patrocinios». «Los clubes tienen que adecuarse a un nuevo escenario con menores ingresos y en los que los gastos se tendrán que redimensionar», ha asegurado quien coincide con otros expertos en que un club de media tabla hacia abajo percibe al menos el 70% de ingresos a través de los derechos audiovisuales.

Así, son los grandes los más perjudicados con el fútbol a puerta cerrada, dada la mayor capacidad de aforo de sus estadios, los precios de entradas más elevados y la recaudación que obtienen por localidades VIP. El Barcelona, el club más rico del mundo en 2020 según un estudio de Deloitte, y el Real Madrid, el más valioso de Europa, según el reciente informe 'The European Elite 2020', elaborado por la consultora KPMG, tan solo dependen en un 35% y un 34%, respectivamente, de los derechos por televisión.