Polonia apela a Lewandowski ante la vecina Eslovaquia

Los polacos consideran que la victoria es obligada en el inicio de su cuarta Eurocopa consecutiva si quieren tener opción de clasificarse y repetir la actuación notable de 2016, cuando alcanzaron los cuartos de final y cayeron por penaltis ante Portugal, a la postre campeona. Con la dificultad del duelo en la cálida Sevilla ante España en el horizonte, los tres puntos ante un rival con el disfraz de 'cenicienta' son necesarios. Lewandowski, avalado por sus 66 goles en 119 partidos con su país, es el hombre clave de una selección en la que el portugués Paulo Sousa, nombrado seleccionador en enero, no ha tenido el tiempo deseado para transmitir sus ideas a los jugadores.

La pérdida por lesión de los delanteros Piatek (Hertha de Berlín) y Milik (Olympique de Marsella), aumenta la responsabilidad en ataque al ariete del Bayern, pletórico tras alzarse con la Bota de Oro gracias a sus históricos 41 goles en la Bundesliga. Son dos bajas muy sensibles, ya que gracias a sus delanteros los polacos se pasearon en la fase de clasificación con ocho victorias, un empate y una derrota en el grupo con Austria, Macedonia del Norte, Eslovenia, Israel y Letonia. Sousa también confía en la veteranía de Szczesny, un seguro bajo los palos en la Juventus, y en la magia en la creación del Zielinski, centrocampista ofensivo de buen nivel en el Nápoles.

Eslovaquia afronta su tercera fase final en un gran torneo y está ansiosa por superar la fase de grupos por tercera vez, como en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la pasada Eurocopa, en la que Alemania le apartó del camino en octavos. Se la considera una de las selecciones más débiles de esta Eurocopa, y más aún porque su capitán Marek Hamsik, que precisamente debutó con su país frente a Polonia en febrero de 2007, ha sufrido problemas musculares en las últimas semanas. Pero existe gran energía positiva en el combinado de Stefan Tarkovic.

«Será clave el aspecto mental, la concentración. Tenemos que encontrar huecos ante un rival que se defiende bien con un bloque medio-bajo. Son muy fuertes en la transición, muy directos, no gastan mucha energía en la construcción y también son muy fuertes en las jugadas a balón parado», advirtió en la previa Sousa, tercer técnico extranjero en la historia de Polonia tras el húngaro Gyula Biro (1924) y el holandés Leo Beenhakker (2006-2009). «Hemos trabajado mucho para llegar hasta aquí y es un gran reto para nosotros. Polonia está por delante en la clasificación de la FIFA, pero creo que las plantillas están igualadas. Un buen comienzo en la fase final es importante, pero perdimos el primer partido en Francia en 2016 contra Gales, y aun así conseguimos clasificarnos», subrayó por homólogo Tarkovic.